La patria y el emérito

Los lectores escriben sobre el entusiasmo de algunos por la vuelta de Juan Carlos I a España, la falsa solidaridad de algunas empresas, los destrozos de los hinchas de los equipos que jugaron la final de la Europa League y la corrupción

El rey emérito Juan Carlos I se dirige a saludar a los ciudadanos que le esperan en el club náutico de Sanxenxo este viernes.BRAIS LORENZO (AFP)

Más allá de que la Jefatura de Estado se herede, lo que parece algo trasnochado y, desde luego, nada democrático, no soy beligerante en el tema de monarquía o república. Y no lo soy porque me importa mi país, España, su prestigio en el mundo, que la vida de los españoles mejore y sea más fácil, que no haya tanto pobre y carezcamos de tantos servicios esenciales dotados convenientemente. Así que me extraña enormemente ese ...

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Más allá de que la Jefatura de Estado se herede, lo que parece algo trasnochado y, desde luego, nada democrático, no soy beligerante en el tema de monarquía o república. Y no lo soy porque me importa mi país, España, su prestigio en el mundo, que la vida de los españoles mejore y sea más fácil, que no haya tanto pobre y carezcamos de tantos servicios esenciales dotados convenientemente. Así que me extraña enormemente ese entusiasmo de algunos por el regreso de Juan Carlos I. Dicen que ha prestado grandes servicios a España y yo me pregunto si esos grandes servicios compensan sus numerosas y mundialmente conocidas barrabasadas, sus infidelidades, sus embrollos financieros, sus problemas con Hacienda... Esos patriotas que con tanto entusiasmo vitorean al emérito están haciendo un flaco favor, en mi opinión, al prestigio de la Monarquía y al de esa patria de la que muchos presumen, pero que no sienten, salvo para llevar la bandera en la muñeca, en el collar de sus perros o en sus camisetas. La patria se lleva en el corazón, no en el bolsillo.

Ángel Villegas Bravo. Madrid

Falsa solidaridad

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Admiro la labor de quienes luchan por cualquier causa que suponga la defensa de colectivos, sean humanos, animales o ambientales. Defenderé a capa y espada a las personas, cualquier ser vivo o entorno vulnerable o que sufran el ataque u opresión de los que abusan de ellos por su supuesta superioridad. Por otra parte, estoy viendo constantes anuncios televisivos, en vallas comerciales, en las redes sociales e incluso en el etiquetaje de productos que se adopta el sello “feminismo”, “adopción”, “ecológico”, “free”, y un largo etcétera como medio para hacer un producto más aceptable para el consumidor. Si el objetivo es meramente solidario o de defensa, bienvenido sea, pero me temo que detrás de conmover al consumidor sensibilizado a estos temas hay una clara estrategia comercial.

Laia Arús. La Llacuna (Barcelona)

Europa League en Sevilla

¿No será que la organización de la final de la Europa League da beneficios porque los efectos secundarios de la misma en forma de destrozos de mobiliario urbano público y de propiedades privadas por parte de los aficionados, basura generada por estos, despliegue policial, incomodidad de los vecinos por cortes de tráfico, calles llenas y sucias, ruido a todas horas, peleas y el tiempo de más que tienes que echar para llegar a casa en una ciudad cortada al tráfico, y de descanso perdido por los gritos y peleas de los borrachos, los paga el ciudadano y no quien organiza el evento?

Eduardo Parody Durio. Sevilla

Algo va mal

Algo anda mal en este país cuando hay tantos casos de corrupción que provocan sangrías en las arcas de las públicas, y a los investigadores nos piden tres presupuestos prácticamente hasta para comprar un bolígrafo con cargo a un proyecto de investigación. Luego dicen que la democracia está en crisis y hay desafección hacia la política.

Miguel Ángel González Barrio. Madrid

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