Noticias que parecen inocentadas
La realidad se ha empeñado en superar a la ficción. De repente es como si todos los días fueran 28 de diciembre
Ya lo sabemos: las redes sociales están llenas de mentiras. Hay sofisticadísimos equipos dedicados a intentar colárnoslas. No podemos fiarnos. Hemos sido entrenados para desconfiar, pero nos lo están poniendo cada vez más difícil, y no me refiero a los bots, las cuentas falsas o la propaganda, sino a la purita realidad, empeñada en superar a la ficción. De repente es como si todos los días fueran 28 de diciembre.
Existe un diario satírico, @el mundotoday, que inventa titulares desternillantes para cubrir una de las tres patas del oficio: entretener: “Los niños españoles empiezan a coloc...
Ya lo sabemos: las redes sociales están llenas de mentiras. Hay sofisticadísimos equipos dedicados a intentar colárnoslas. No podemos fiarnos. Hemos sido entrenados para desconfiar, pero nos lo están poniendo cada vez más difícil, y no me refiero a los bots, las cuentas falsas o la propaganda, sino a la purita realidad, empeñada en superar a la ficción. De repente es como si todos los días fueran 28 de diciembre.
Existe un diario satírico, @el mundotoday, que inventa titulares desternillantes para cubrir una de las tres patas del oficio: entretener: “Los niños españoles empiezan a colocar protectores en los enchufes para que sus padres no se arruinen”. “Las eléctricas amenazan al Gobierno con cerrar las puertas giratorias”; “Decir ‘te lo dije’ equivale a 15 orgasmos, según un estudio”... Hubo quien se los tomó en serio, personalidades que reclamaron su derecho de rectificación, lo que multiplicó su éxito. Pero cada vez les entiendo mejor porque la actualidad parece decidida a hacer la competencia a El Mundo Today. Hay días que cuesta mucho distinguir esas noticias inventadas para reír de las reales, las que afectan a la gestión pública. Y eso ya no tiene tanta gracia.
Por ejemplo, recogió Twitter que el músico Nacho Cano —medalla de la Comunidad de Madrid, anfitrión de su presidenta en vacaciones— pretende levantar una pirámide azteca de 29 metros sobre un terreno de 10.000 metros cuadrados cedido por el Ayuntamiento de Madrid a cambio de un canon. Naturalmente, el primer instinto fue desconfiar, como desconfió el concejal de Ciudadanos Alberto Serrano: “Voy a casa de Nacho Cano. Pienso “esto tiene que ser una cámara oculta’, pero efectivamente aparece un señor que tiene pinta de Nacho Cano. Me sorprendió que era bajito. Aparecen abogados, arquitectos… y lo que me cuentan es que Nacho Cano viene a perder dinero”.
El hombre con pinta de concejal añade que él es “más de Rosendo”, pero que el proyecto parece “grandioso” aunque él no tiene “ni idea de estas cosas”. Le comentan que habrá una zona de catering de comida mexicana y su “aportación” es pedir “que pongan jamón”, es decir, “fusión”.
Era para desconfiar. Para pensar que a los de El Mundo Today se les había ido la mano. Pero era cierto. La prueba del nueve es que, enfadadísimo por el jaleo en Twitter —dos días después seguía siendo trending topic— Cano explicó a Europa Press que la construcción azteca “era una parte del proyecto”; que no pensaba anunciarla hasta poner “las entradas a la venta” y que renunciaba a la misma. La entrevista dejó dos frases irrepetibles, a saber: “La pirámide también era provisional” y “No se va a poder poner una pirámide, desafortunadamente”.
Ocurrió algo similar cuando la Comunidad de Madrid anunció en junio que había encomendado a Toni Cantó la nueva Oficina del español. El hombre que había asumido la lucha contra los chiringuitos políticos como misión histórica asumía la dirección de uno creado expresamente para él. Hubo tuits de cuentas oficiales admitiéndolo, pero desconfié hasta el viernes, cuando Ayuso y Cantó presentaron el chiringuito en público. La presidenta insistió en el objetivo: convertir a la capital de España en capital europea del español. Ya lo ve más cerca.
Dos ejemplos más: “El bebé de la portada de Nevermind demanda a Nirvana por pornografía infantil”. Un bebé de 30 años ya era para desconfiar, sobre todo cuando había recreado el posado cinco años antes para celebrar el 25 aniversario del disco. En esos días Facebook cerró la cuenta del Centro Cultural Niemeyer de Avilés por publicar una foto “pornográfica”, que en realidad era una obra del artista Ciuco Gutiérrez.
Mucho cuidado con Twitter. A veces también cuenta la verdad.