Los taurinos somos los verdaderos animalistas
Los animales deben de ser tratados con respeto, de acuerdo a su naturaleza, sus características y a la relación que históricamente han tenido con los seres humanos
Prohibir la tauromaquia no sólo es prohibir una actividad económica que genera miles de empleos en este país. Es prohibir una actividad popular y atentar contra los derechos de un grupo importante de mexicanos que llevamos casi 500 años celebrando esta manifestación cultural.
Los taurinos amamos al toro, lo criamos, lo veneramos y respetamos su naturaleza, no lo humanizamos. Los taurinos respetamos la naturaleza, no la queremos cambiar. Ingerimos proteína animal y respetamos las redes tróficas. Las corridas de toros son el resultado de un sincretismo histórico que ha dado forma a nuestra sociedad y a nuestra mexicanidad. Les invito a que visiten los pueblos de México, los rincones más alejados de las grandes urbes donde todavía la civilización no ha sido víctima de la globalización y se practica la tauromaquia sin complejos ni maniqueísmos. Aguascalientes, Tlaxcala, Guanajuato... allí donde todavía los hábitos no han sido impuestos por las grandes transnacionales y donde no se cae en el consumismo atroz que busca generar dinero a costa de los usos y costumbres de los pueblos. Allí se cuida y se respeta al toro.
Las ganaderías del toro bravo son defensoras del medioambiente y promueven el equilibrio del hombre, de los animales y de los ecosistemas. Uno de los grandes retos que enfrenta la humanidad en este siglo XXI es la humanización de los animales, detrás de ello está el gran negocio que resulta esta actividad. Si se quiere ser vegano adelante, respetamos la libertad de cada quien. Los taurinos creemos en las libertades. Sin embargo, con la prohibición de las corridas de toros en la Ciudad de México, un pequeño grupo de la sociedad amedrenta al resto de la misma culpándolo de violento por ingerir la diversidad de especies que evolutivamente han conformado parte de nuestra dieta.
Consideramos que todos los animales deben de ser tratados con respeto, de acuerdo a su naturaleza, sus características y a la relación que históricamente han tenido con los seres humanos. El aficionado a los toros va a una plaza a admirar la condición animal del toro, no su humanización. Va admirar el encuentro hombre - animal, la cultura y la naturaleza, con verdad, donde existe la muerte sí, sin mentiras ni finales felices.
La tauromaquia se suma al bienestar animal, entendido éste desde otra perspectiva de la ciencia sin radicalismos ni fanatismos. Buscamos que con información verdadera podamos generar un diálogo y mostrar argumentos que nos conduzcan a una mejor sociedad. Los taurinos estamos abiertos al diálogo, a construir, a mejorar los reglamentos y procesos que existen en esta manifestación cultural sin que se altere la esencia de la fiesta. Los usos y costumbres de los pueblos los generan los mismos pueblos, no sus autoridades.
Desde Tauromaquia Mexicana A.C. pretendemos mostrar a la sociedad los verdaderos valores de la fiesta brava y crear puentes de comunicación con quienes tienen puntos de vista diferentes. Utilicemos todos los recursos posibles para el bien de nuestra sociedad, para una sana convivencia, sin radicalismos.
Las prohibiciones son propias de los gobiernos autoritarios. El reto de los Estados democráticos contemporáneos es atender la voluntad de las mayorías, respetando los derechos y libertades de las minorías. Esperamos que como sociedad sepamos lograr ese equilibrio y hacer historia como la generación democrática, respetuosa de los derechos fundamentales y garante de la cultura que somos. Una sociedad avanzada debe ser respetuosa de estas libertades. La prohibición no es y nunca será parte de la agenda progresista. Nunca será propia de una sociedad de vanguardia.
José Saborit es torero y director de la asociación Tauromaquia Mexicana
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.