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Sheinbaum y Brugada miden su fuerza en casa de la oposición: “Vamos a recuperar la Benito Juárez”

Las candidatas de Morena llevan su mitin a las puertas del edificio de la alcaldía capitalina, gobernada por la oposición desde hace 24 años

Clara Brugada y Claudia Sheinbaum en el mitin en la Alcaldía Benito Juárez, este 22 de mayo.
Clara Brugada y Claudia Sheinbaum en el mitin en la Alcaldía Benito Juárez, este 22 de mayo.Raquel Cunha (Reuters)
Georgina Zerega

En penumbra y con la lluvia ya casi en la puerta, Claudia Sheinbaum y Clara Brugada han echado este miércoles un pulso a la oposición en casa ajena. Las candidatas presidencial y al Gobierno de Ciudad de México llevaron uno de sus últimos mítines de la campaña a la explanada frente al edificio de la alcaldía Benito Juárez, la demarcación en la que menos simpatía despiertan, de acuerdo a las encuestas. El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) llevó a su primera plana para intentar darle un impulso a Lety Varela, la apuesta del partido guinda en esa delegación, que algunas mediciones la posicionan 20 puntos por debajo de la alianza del PRI, PAN y PRD. Es que el conservador PAN lleva unos 24 años al frente de la Benito Juárez, que ha servido de semillero para la derecha en la capital. De ahí ha salido incluso Santiago Taboada, el candidato de Va por la CDMX a la jefatura de Gobierno. “Estamos en el corazón de esta alcaldía que vamos a recuperar el 2 de junio”, lanzó Brugada frente a un generoso público. “Venimos a decirle a Taboada que va a perder las elecciones”.

El mitin comenzó con más luces de las que acabó. El escenario estaba de espaldas junto a la puerta del edificio de la alcaldía y dos grandes lámparas iluminaban las tablas donde estaba el micrófono. En la explanada, los locales se entremezclaban con visitantes traídos de otras alcaldías, a quienes les esperaban una decena de buses en la esquina del Parque de los Venados para llevarles de vuelta a casa. Unas banderas con la leyenda “Es tiempo de mujeres” ondeaban entre el público, mientras algunos seguidores se manoteaban para quedarse con una camiseta que llamaba a votar por Sheinbaum. El tráfico generado a los alrededores por el evento, en hora pico de la ciudad, maldecía a la clase política, muchos sin saber ni siquiera de quién se trataba.

El primero en hablar fue Gerardo Fernández Noroña. “No puede ser que gobiernen los paniaguados la Benito Juárez”, gritó mientras el viento azotaba sin piedad a la gente y el gesto de tragar tierra aparentaba una coreografía. Al líder del Partido del Trabajo le siguió la candidata a la alcaldía, que agradeció a los presentes por “querer sacar a los corruptos” de la Benito Juárez y llamó a su principal rival —Luis Mendoza—, el puntero en las encuestas, como “Luis Mentiras”.

Brugada y Sheinbaum fueron el plato fuerte de la noche. Hasta que empezó a hablar la candidata a la jefatura de Gobierno las luces seguían prendidas. Pero a mitad de discurso, las dos lámparas de la alcaldía se apagaron y dejaron a la gente en la penumbra. “Aunque nos apaguen las luces, vamos a seguir apoyando a nuestro pueblo”, dijo la aspirante al quedarse en medio de la oscuridad. Intentó seguir como si la falta de luz no le afectara y los seguidores le respondieron prendiendo las linternas de sus teléfonos celulares.

“Que característica de la derecha, como quitan la luz, se la robaron”, se mofó Sheinbaum al iniciar su turno. Entre ambas candidatas soltaron promesas y acusaron a la oposición de intentar subir la tarifa del boleto del Metro. Recalcaron que los supuestos “méritos” en seguridad de la delegación —que tiene la menor percepción de inseguridad de todo el país—, no eran del antiguo alcalde, ahora candidato, sino del Gobierno capitalino, en manos de Morena.

Las dos mujeres repitieron la frase clave, aquella que más le pesa a la oposición: “el cartel inmobiliario”, la red de corrupción que manchó al PAN de la Benito Juárez por permitir la sobreconstrucción de pisos a cambio de sobornos. “El cártel inmobiliario y su corrupción quedarán enterrados el 2 de junio”, prometió Brugada. Sheinbaum fue más allá: “¿Que ofrecen ellos? Lamentablemente: corrupción, discriminación, racismo y clasismo. Tratan muy distinto a unas colonias que a otras”. Y luego nombraron las palabras mágicas, aquellas que desatan normalmente la emoción de los asistentes a este tipo de mítines: Andrés Manuel López Obrador. Brugada prometió seguir el legado de Sheinbaum en la capital, y Sheinbaum el del presidente en el país.

La lluvia que estaba amenazando no esperó ni que terminara de sonar el himno de cierre para largarse. Unos seguidores corrieron a resguardarse bajo techo, uno que otro se secó las gotas con la camiseta que le había regalado antes, y los más adeptos se quedaron con sus manos estiradas esperando que la suerte les sonriera y alguna candidata pasara a saludar. Los vendedores juntaron con gran velocidad los monigotes del presidente y su sucesora. Los buses encendieron sus motores con la esperanza de estar pronto de vuelta en casa. La furia del viento tiró algún cartel, pero por suerte, no pasó a mayores.

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Georgina Zerega
Es reportera en la redacción de México y cubre actualmente la cartera de política. También colabora en la cobertura de Argentina, de donde es originariamente. Antes de entrar al periódico, trabajó en radio y televisión en su país natal.
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