‘Alito’, Cortés y Zambrano amarran su futuro político y hacen una apuesta segura por llegar al Senado
Los tres líderes del frente opositor se colocan primeros en la lista de aspirantes plurinominales a la Cámara alta de sus respectivos partidos, pese a las críticas de sus propios militantes
El priista Alejandro Alito Moreno, el panista Marko Cortés y el perredista Jesús Zambrano están un paso más cerca de llegar al Senado. Los tres líderes opositores se colocaron en primer lugar de las listas de sus fuerzas políticas para la Cámara alta. Al postularse como candidatos por representación proporcional, no tendrán que hacer campaña para ganarse un escaño. Su llegada dependerá de los porcentajes que sus partidos obtengan en las elecciones del próximo 2 de junio, pero sólo un resultado catastrófico les cerraría las puertas del Poder Legislativo. La publicación de los listados ha dado forma al juego de la supervivencia política y no ha estado exenta de tensiones y polémicas. La noticia de que Moreno, Cortés y Zambrano han amarrado prácticamente una curul llega en medio de turbulencias internas, en un momento en que sus liderazgos son duramente cuestionados. Con todo y contra todos, los arquitectos del frente opositor han consumado su última jugada política.
Alito Moreno ha acaparado el reparto de las candidaturas priistas. El líder del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y coordinador de la bancada tricolor en la Cámara de Diputados se ha rodeado de personas de su absoluta confianza y colocó a legisladores que le han sido leales y a dirigentes que han cerrado filas con él en lugares preferentes de las listas para el Senado. Destacan la secretaría general del partido, Carolina Viggiano, así como los diputados Pablo Angulo, Cristina Ruiz y Ana Lilia Herrera, como aspirantes plurinominales al Senado. Completan el listado viejos lobos de mar como Carlos Aceves del Olmo, el líder sindical de 83 años, y Manlio Fabio Beltrones, que ha acaparado los reflectores mediáticos por su regreso a la política.
A falta de que se dé a conocer la lista completa, la estrategia de Moreno parece clara: gente de confianza y veteranos que respalden el quehacer de su grupo parlamentario. No hay visos de que vaya a haber una operación cicatriz ni intentos de reparar las fracturas con los senadores que rompieron con su dirigencia a mediados del año pasado. Alito lo dijo con puntos y comas en un discurso esta semana ante su militancia: toca “ser un soldado más del partido” y priorizar “la unidad”. Para la Cámara baja se repite la fórmula: buscarán ser diputados el sobrino de Moreno, Christian Castro Bello o el diputado coahuilense Rubén Moreira, esposo de Viggiano. Aparecen también viejos conocidos, como el exsecretario de Educación, Aurelio Nuño, y Alejandra del Moral, la excandidata a gobernadora del Estado de México.
El Partido Acción Nacional (PAN) tampoco ha logrado escapar de la controversia. Dos semanas después de que Cortés se viera envuelto en un escándalo autoinfligido de reparto de prevendas en Coahuila, lo que le valió una lluvia de cuestionamientos internos, el dirigente decidió ponerse como cabeza de lista en el Senado. La pifia del dirigente fue criticada por la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, el expresidente Felipe Calderón, el exsecretario de Trabajo Javier Lozano y el senador Damián Zepeda.
Los cuestionamientos no frenaron su aparición como cabeza de lista, tampoco las críticas por las negociaciones con el PRI para el reparto de candidaturas ni el naufragio de la coalición en tierras coahuilenses. En el lejano 2006 fue el senador panista más joven de la historia, con 28 años. Ahora tiene una nueva oportunidad para regresar a la Cámara alta. A finales de este año concluye su mandato al frente de la formación opositora más votada y espera unirse en el Senado a figuras como Ricardo Anaya y Francisco García Cabeza de Vaca.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) llega a esta elección más debilitado que sus socios y con dudas sobre si mantendrá su registro como fuerza política. Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán, se enfrentó a Zambrano por el reparto de candidaturas y pidió su salida del partido hace unos días. El dirigente contestó que no será irá “por capricho de alguien más”. “La ausencia de lealtad se llama traición. A quien hace acuerdos por debajo de la mesa para obtener un beneficio personal, se le llama traidorzuelo”, espetó el exgobernador, en uno de los múltiples dardos que lanzó contra el líder del partido.
Zambrano aseguró que el descontento de Aureoles es porque se consideró a otros perfiles en los cargos en disputa en Michoacán. El líder partidista también apagó los rumores de una crisis, pese a que ha sido un término recurrente en las declaraciones públicas de otras figuras, como Miguel Ángel Mancera, ex jefe de Gobierno de Ciudad de México. “No existe ninguna situación ni escenario de crisis, estamos fortalecidos y caminando en unidad”, señaló. En segundo lugar de su lista de aspirantes plurinominales al Senado está la secretaria general del partido, Adriana Díaz. Mancera encabeza la lista de pluris para la Cámara de Diputados.
Al margen de la polémica en torno a las dirigencias, el reparto de candidaturas aprobado esta semana deja atrás la promesa de “ciudadanizar la política” que hicieron los integrantes de la alianza opositora hace unos meses y se acerca más a la lógica de los repartos cupulares, que han sido la tónica elección tras elección. El resultado: pocas caras nuevas, diputados que buscan dar el salto al Senado, senadores que buscan un lugar en la Cámara baja, legisladores que ansían amarrar su reelección, liderazgos que buscan alargar carreras políticas que han durado décadas. El fenómeno no es endémico de la oposición, se replica a lo largo y ancho del espectro político. Con un ojo en las elecciones presidenciales, los dirigentes partidistas del frente opositor concentran también sus esperanzas en encontrar acomodo en el Congreso. Y ya han dado el primer paso para lograrlo.
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