Ana Covarrubias, nueva directora del Colmex: “En algún momento reconoceremos el valor de la relación de México con España”
La especialista en Relaciones Internacionales, que llega a gestionar la institución académica en un momento de tensiones diplomáticas, buscará crear centros de estudios para Estados Unidos, México y América Latina
En medio de las tumultuosas relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos empañadas por la seguridad, el narcotráfico y los aranceles, el Colegio de México (Colmex) ha elegido a una doctora especializada en Relaciones Internacionales para su presidencia. Ana Covarrubias estará durante los próximos cinco años a los mandos de la universidad pública mexicana referente en investigación, educación superior y divulgación en materia de Ciencias sociales y Humanidades. La institución —...
En medio de las tumultuosas relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos empañadas por la seguridad, el narcotráfico y los aranceles, el Colegio de México (Colmex) ha elegido a una doctora especializada en Relaciones Internacionales para su presidencia. Ana Covarrubias estará durante los próximos cinco años a los mandos de la universidad pública mexicana referente en investigación, educación superior y divulgación en materia de Ciencias sociales y Humanidades. La institución —que nació como La Casa de España en México con los intelectuales refugiados de la guerra civil— cumple 85 años manteniendo vivas las colaboraciones con las universidades españoles, pese a los reiterados desencuentros diplomáticos entre ambos gobiernos. Covarrubias apunta a una solución cultural para evitar futuros choques, como la petición del perdón histórico por la conquista que pidió Andrés Manuel López Obrador o que Claudia Sheinbaum no invitará al rey a su toma de protesta. “Lo que hay que hacer es reconocer ese valor que tiene España para nosotros en términos de nuestra inserción en el sistema internacional, de nuestra relación con Europa. El reconocimiento de esa realidad es lo que finalmente nos puede llevar a una mejor relación bilateral”, apunta.
La doctora, quien en varios momentos de la entrevista admitiría con una sonrisa que tiene un “sesgo internacionalista”, buscará durante su administración impulsar las redes de investigación para profundizar los estudios de Estados Unidos, América Latina y México. Su objetivo es crear departamentos para observar la debilidad democrática de los países, su evolución política y social y converger las opiniones de académicos sobre la materia en un momento crucial de la relación bilateral con la Casa Blanca. “El Gobierno de México la tiene muy difícil para negociar con Trump”, dice con preocupación Covarrubias desde las oficinas del impresionante edificio brutalista que alberga el Colmex.
La doctora, que previamente dirigió el Centro de Estudios Internacionales y fue coordinadora académica de la universidad, explica que el segundo mandato de Trump ha cambiado las reglas del juego de entendimiento no escrito entre Estados Unidos y México. “La relación se trataba por temas. Si había un problema en migración, se trataba el problema en migración. Si había un problema en comercio, drogas o crimen organizado, se negociaba”, recuerda Covarrubias sobre otros presidentes estadounidenses. “Lo que hace ahora Trump es vincular cuando dice: ‘Si no contienen la migración, yo impongo aranceles’. Ahí ya la relación se vuelve increíblemente compleja, son dos temas fundamentales para el Gobierno de México que Trump mezcla”, indica.
Sobre si la estrategia que ha adoptado México de contentar a Trump —con el envío de 10.000 soldados a la frontera, extraditar a 29 capos de la droga e imponer aranceles del 50% a los automóviles chinos— es la correcta, Covarrubias duda. “No sé si hay alguna respuesta para esa pregunta. ¿Qué oportunidades de negociación tiene México? Creo que por ahí es por donde podemos explorar si realmente México tiene ciertas oportunidades y decir: ‘No, no, no contengo a la migración’. Y entonces a ver qué pasa. O decir: ‘no mando los capos’ y entonces a ver qué pasa”, detalla. “La otra pregunta sería: ¿qué capacidad tiene México de disentir?”, añade.
La directora se muestra entusiasmada por crear un centro de estudios especializado en México y otro para América Latina. Estos espacios estudiarán varias áreas sociales y políticas de los países, desde la comparación del movimiento de las mujeres, la evolución de los diseños urbanos y los problemas del agua o cuestiones históricas y de tradiciones populares, como las lenguas indomexicanas. Pero también analizarán el debilitamiento de las instituciones democráticas, no solo en las dictaduras de América Latina, sino también en Estados Unidos y en su propio país. “En México todavía tenemos instituciones democráticas y división de poderes, pero sí creo que es un riesgo permanente. Creo que tiene mucho que ver la debilidad de los partidos, bueno excepto Morena. La oposición aquí es una oposición débil”, subraya.
Desde su creación, el Colmex ha logrado con sus publicaciones ser un agente de influencia en el debate en México y también en la creación de políticas públicas. Covarrubias buscará mantener ese rol de la institución a través de una difusión más agresiva de sus libros y su casa editorial, un programa de educación continua accesible y online e impulsar los departamentos que tratan materias internacionales, como el centro de estudios de Asia y África, muy centrado en el conflicto de Gaza actualmente. “Me interesa mucho que estos centros también puedan hacer como una convergencia para promover más la labor del colegio como un generador de cultura. Lo que hace el centro de estudios de Asia y África no lo hace ni ninguno otro ninguna otra institución en América Latina”, resalta con orgullo.
El pasado noviembre, la institución acaparó los titulares por suspender las colaboraciones académicas con la Universidad Hebrea de Jerusalén por sus vínculos con programas de los servicios de inteligencia, fuerzas armadas y policías israelíes. “Tenemos estudiantes que conocen muy bien la realidad, tenemos profesores que conocen muy bien la realidad y eso también lo tuvimos en cuenta para tomar eh la decisión”, detalla Covarrubias, quien reconoce que fue una decisión “solitaria”, ya que no hay muchos más centros académicos que la hayan seguido, pero que ella planea mantenerla durante su dirección.
Su nuevo puesto viene con algunos retos que no teme nombrar, el principal la convivencia de la inteligencia artificial en una institución académica de prestigio. “La IA incide de manera directa en lo que hacemos. Tanto en la parte de investigación, como en la parte de docencia y en los estudiantes en su aprendizaje”, reconoce e indica que le gustaría convertir al colegio en un referente para el uso eficaz y ético de la inteligencia artificial. “¿Cómo evitar la deshonestidad académica en un mundo en el que el ChatGPT puede hacer el trabajo? Creo que es muy importante poder tener lineamientos de buenas y de malas prácticas”, propone.
Por otro lado, hay otras polémicas que el Colmex ha enfrentado en el último año. Las más graves de denuncias de acoso sexual y laboral. Un estudiante publicó en sus redes sociales haber sido víctima de violación por parte de un compañero el pasado febrero. Cinco meses más tarde, un investigador y profesor de la universidad presentó una demanda ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos tras denunciar un caso de acoso laboral que derivó en un despido. La nueva directora asegura que existen protocolos para ambos casos en el centro, pero que durante su presidencia buscará actualizar la normativa de la universidad y reforzar a través de campañas de prevención el conocimiento de los estudiantes sobre cómo proceder en caso de violencia sexual, darles acompañamiento y crear consciencia para mantener a la institución como un espacio seguro.