Regla angular DML: un invento mexicano para mejorar la enseñanza de la geometría en el salón de clases
El instrumento sustituye al juego de geometría para medir ángulos y pretende facilitar la comprensión de las matemáticas en estudiantes de todos los niveles
Dan Moses (Ciudad de México, 31 años) cursaba la carrera de ingeniería civil cuando la necesidad le llevó a imaginar una forma de medir un ángulo sin un juego de geometría. El entonces estudiante comprendía bien las relaciones aritméticas entre ángulos, y trazó en un cuaderno una suerte de regla graduada con aproximaciones similares a las de un transportador que, para su sorpresa, resultaron precisas. El resultado de su ingenio es la regla angular DML, un instrumento mexicano que pretende facilitar la comprensión de la geometría y mejorar la relación de los estudiantes con las matemáticas.
“Cuando llegué a casa lo empecé a dibujar en la computadora, agregando más ángulos complementarios y suplementarios, y me dije ‘esto tiene que existir, no puede ser que aún no exista y se me haya ocurrido a mí’, explica a este diario. Tras una búsqueda exhaustiva de inventos similares sin obtener ningún resultado, Moses decidió emprender el largo camino para conseguir una patente. Un vía crucis de siete años de esfuerzos ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) culminó con el registro oficial del instrumento.
A finales de 2019, el invento de Moses llamó la atención de una empresa internacional dispuesta a producir la regla angular en masa; sin embargo, el cierre de escuelas y las restricciones impuestas por la emergencia sanitaria de covid-19 frustraron el proyecto. “La iban a licenciar, ellos la iban a fabricar, y yo iba a recibir algunas regalías. Estábamos a punto, pero se atravesó la pandemia”, lamenta.
El ingeniero civil considera que la regla puede introducirse a estudiantes desde tercero de primaria, cuando el programa educativo nacional contempla los primeros temas relacionados con ángulos. “La principal ventaja es lo didáctico que resulta, se trata de una regla, un instrumento que conocen desde primero de primaria, algo con lo que están familiarizados”. Sus conclusiones se desprenden de un estudio que contempló más de 300 alumnos y 15 profesores de todos niveles, desde primaria hasta universidad, con el fin de evaluar la valía de la regla angular en un ambiente real: el aula durante las clases de matemáticas.
Actualmente, una veintena de escuelas de todos los niveles han incorporado el uso de la regla DML en sus clases de geometría; sin embargo, los costos de producción a ese ritmo resultan imposibles de sortear. “Probablemente saldría más barata si la hacemos en China, pero quiero que se haga en México, que se use y que se aproveche por los mexicanos... quiero que sea accesible para todo el mundo, pero es muy complicado mandar a hacer 200 y entregarlas y que salga muy caro”, explica Moses, que considera su invención como “un granito de arena” para combatir la aversión a las matemáticas, un lastre en el país ante la necesidad de profesionales especializados en las carreras STEM (las relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y las matemáticas, por sus siglas en inglés).
Moses asegura que ha tratado de acercarse a las autoridades educativas para contarles de los beneficios didácticos de su invento; sin embargo, considera que su propuesta no ha generado el interés suficiente. “Hemos intentado por muchos canales con el Gobierno, pero hasta ahora no hemos tenido suerte. Yo no tengo ningún problema en darle estas herramientas a los maestros de escuelas públicas y privadas, no busco hacerme millonario, quiero que esto salga y se use”.