La presencia de agua y sal en el crudo mexicano tensa el comercio con las refinerías de Estados Unidos

El director de Pemex reconoce que se trata de una contaminación mayor a la habitual pero descarta que ponga en riesgo las exportaciones

Barriles apilados en la refinería Miguel Hidalgo de Petróleos Mexicanos, en Tula de Allende, México, en una fotografía de archivo.Susana Gonzalez (Bloomberg)

Una nueva polémica ha estallado a Petróleos Mexicanos (Pemex), en medio de la caída de la producción de crudo y la crisis de impagos a proveedores que atraviesa la paraestatal. Los fabricantes de combustibles de Estados Unidos han encontrado en los envíos de crudo desde México altas concentraciones de agua y sal que vuelven al combustible inservible para producir gasolina y diésel, según ha revelado Bloomberg. Este miércoles, el Gobierno mexicano ha reconocido que el problema existe desde finales de diciembre de 2024, pero ha afirmado que trabaja para resolverlo y que en breve el producto cumplirá nuevamente con las características óptimas para su refinación.

Bloomberg ha señalado que las refinerías de petróleo en Luisiana y Texas, en las costas del Golfo de México, “han rechazado los envíos” de Pemex y le “exigieron descuentos”. Además, señala el medio estadounidense citando fuentes anónimas, han recurrido al mercado de Colombia y Canadá en sustitución. “Este hecho ha alterado los flujos de crudo de los que dependen los procesadores durante el último medio siglo”, indica, por lo que “los fabricantes de combustibles estadounidenses están en alarma, ya que México es el mayor proveedor de crudo del país después de Canadá”. Bloomberg agrega que, actualmente, el producto mexicano se entrega con hasta un 6% de agua, seis veces más que el estándar de la industria petrolera. Señala que esta circunstancia ralentiza el proceso de producción de combustible y obliga a las refinadoras estadounidenses a tratar previamente el producto y “hacer un desarrollo adicional para desechar el líquido”.

El director de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, ha admitido que los compradores de Estados Unidos “últimamente han estado quejándose un poco de la cantidad de sal y agua que trae” el crudo, pero ha rechazado que las exportaciones se hayan visto afectadas por las anomalías en el producto mexicano. “No nos han rechazado ningún barco. O sea, sí se quejan, [pero] se penaliza con centavos del precio y la calidad siempre es objeto de negociación”, ha afirmado en la conferencia Mañanera, en presencia de la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum. “Seguimos exportando lo que estamos exportando”, ha agregado el funcionario.

Víctor Rodríguez este miércoles en la conferencia de prensa matutina junto a Claudia Sheinbaum. Mario Guzmán (EFE)

Rodríguez ha calificado de “muy coyuntural” la alta presencia de agua y sal en el producto de Pemex. “El crudo sale de los yacimientos, sale con agua y sale con sal. Entonces, lo que hay que hacer es poner productos químicos para desalar y deshidratar, para tener las especificaciones adecuadas en la calidad del crudo”, ha explicado el funcionario. Ha agregado que Pemex Internacional —una de las filiales de la paraestatal— debe cumplir con especificaciones precisas de contenidos de sal, agua y metales pesados en el crudo para poder cumplir con sus contratos de exportación. “[El problema] empezó a finales de diciembre. Ya lo estamos controlando, el contenido [de agua y sal] ha bajado muchísimo y ya estamos muy cerquita de las especificaciones”, ha asegurado.

La presidenta Sheinbaum ha restado gravedad al asunto con el argumento de que no se trata de un problema exclusivo de Pemex, sino de “muchas petroleras del mundo”. “Es coyuntural y, además, hay manera de resolverlo”, ha afirmado. “O sea, no es que el crudo traiga agua y sal y se eche a perder. No. Hay mecanismos, técnicas que permiten quitarle el agua, quitar la salinidad y que pueda entrar a cualquier refinería”, ha explicado. La mandataria, una física con un doctorado en Ingeniería en Energía, ha detallado que el crudo de mala calidad proviene principalmente de las plataformas petroleras que surten a la refinería de Dos Bocas, Tabasco, en el Golfo de México, y ha agregado que en 10 días quedará resuelto el problema.

Bloomberg señala que la alta concentración de agua y sal en el crudo mexicano ocurre en un momento en que Pemex enfrenta un adeudo de 20.000 millones de dólares con los contratistas que le surten, entre otras cosas, productos químicos y equipos esenciales para hacer que su petróleo sea apto para el refinado. En noviembre de 2024, la paraestatal suspendió sus contratos con nuevos proveedores para someterlos a revisión y en medio de presiones presupuestales millonarias. A ello se suma que Pemex cerró el año con una producción de apenas 1,6 millones de barriles diarios de crudo, una de las mayores caídas de las últimas cuatro décadas.

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