Diez consejos paternales para elegir el colegio de tus hijos
Distancias, modelo educativo, instalaciones, horarios... Cómo encontrar el centro educativo ideal o, al menos, uno donde los padres y madres crean que puede entrar su niño según el sorteo de plazas y la natalidad de su zona
Hace cinco cursos, para elegir la escuela donde iría nuestra hija, mi mujer y yo recorrimos un montón de centros con puertas abiertas, preguntamos a expertos y amigos, calculamos distancias desde nuestra casa a cada colegio, y acabamos haciendo el clásico Excel de pros y contras de cada uno de ellos. Cinco años de padre escolarizado después, de llevar y recoger a la niña, de interactuar con mucha gente y de haber sufrido una pandemia mundial que obligó ...
Hace cinco cursos, para elegir la escuela donde iría nuestra hija, mi mujer y yo recorrimos un montón de centros con puertas abiertas, preguntamos a expertos y amigos, calculamos distancias desde nuestra casa a cada colegio, y acabamos haciendo el clásico Excel de pros y contras de cada uno de ellos. Cinco años de padre escolarizado después, de llevar y recoger a la niña, de interactuar con mucha gente y de haber sufrido una pandemia mundial que obligó a adaptar la educación a lo que era posible, me permiten ahora remasterizar los 10 puntos en los que fijarse desde una perspectiva paternal y práctica.
Antes de examinarlos, mi yo de ahora os dice que no hace falta contemplar esta decisión como algo irrevocable y permanente para toda la vida escolar de tu peque. En este lustro, he visto a bastantes familias separarse, mudarse de barrio, de ciudad o de país, perder trabajos, sufrir la enfermedad o muerte de los abuelos que ayudaban mucho en el día a día… y han tenido que recalcular toda su vida de manera inesperada.
Pensar que tu niño seguirá yendo al mismo sitio por lo menos durante nueve cursos, pase lo que pase, es un compromiso que ahora os oprime de manera asfixiante. Por lo tanto, decide el centro que te guste y puedas permitirte en estos momentos, y luego ya se verá si os toca la plaza y cómo le va. Porque si llegara el caso, no seréis los primeros que tienen que cambiar al niño de escuela.
Además, aprovecho para recordar que con el paso del tiempo en cada colegio también pueden cambiar algunos elementos que os apasionen o incomoden: las profesoras que te han parecido tan simpáticas pueden coger una baja, pueden cambiar de centro, jubilarse… Los barracones pueden convertirse algún día en clases decentes, las aulas anticuadas pueden reformarse o una pandemia te puede llevar a seguir las clases desde casa… Lo que no cambiará es su ubicación, la estructura de su edificio y el espíritu de su enseñanza.
Y ahora, vamos con los 10 puntos a analizar para elegir el colegio ideal o, al menos, uno donde creas que puede entrar tu hijo según el sorteo de plazas y la natalidad de tu zona.
- ¿Te gusta? Nunca olvides tu primera sensación al visitar un centro. ¿Te emocionas y te imaginas cada día aquí con tu hijo? Pues apuesta por tu pálpito. ¿Te da angustia y quieres convencerte de que no está tan mal? Ponlo abajo en tu lista de candidatos, si lo demás supera el aprobado.
- Modelo educativo. Hay escuelas más modernas, más clásicas, con pizarra digital, con libros de texto, con deberes y memorización o con experiencias lúdicas con los conocimientos, religiosas, humanistas, laicas… ¿Con qué tipo de educación te sentirás mejor?
- La distancia desde casa. Lo ideal sería elegir un colegio al que se pueda llegar andando en un tiempo asumible, porque tendrás que repetir el camino muchas veces, con sueño, lluvia, calor y prisa, y porque así los compañeros/amigos de tu hijo estarán por el barrio.
- Las instalaciones. Modernas o históricas, las instalaciones definen mucho el día a día de alumnos y profesores. Si les falta mantenimiento, si los patios dan pena, si el frío en las aulas es horroroso en invierno y el calor es demasiado en verano… esto influirá negativamente en tu hijo.
- El precio. Públicos, concertados y privados varían muchísimo, sobre todo si le añades comedor, transporte, extraescolares, material…
- El horario. Según vuestras agendas y compromisos laborales, las horas en las que poder dejar y recoger a vuestro hijo condicionarán un poco la elección.
- Etapas educativas. ¿Pueden estudiarlas todas en el mismo colegio o tocará cambiar de centro para la ESO y Bachillerato?
- Líneas y ratios (número de clases por curso y número de alumnos por clase). Con cuántos críos crecerá el tuyo también puede marcar la elección. Hay centros con 2-3 clases por curso y eso pueden llegar a ser 75 niños, y otros con una sola clase que no llenan…
- Extras destacables. Enseñanza bilingüe o trilingüe, especialidad musical, gimnasio y/o piscina, equipos deportivos reconocidos…
- La gente. Tanto vuestro hijo como vosotros pasaréis incontables horas en ese centro, estudiando, con reuniones, con charlas en la entrada, haciendo murales y yendo a festivales para quedar bien. Procurad que la gente de vuestro alrededor os caiga bien y encaje con vuestra manera de ser y pensar.
Mi consejo es que compartas tus impresiones con otras familias conocidas con hijos escolarizados en los colegios que te interesan. Y si no conoces a nadie ve directamente a los centros y pregunta con simpatía y sin parecer un acosador. Cualquiera estará encantado de soltarte el rollo. Eso sí, contrasta preguntando a varios. Que no sería la primera vez que nos recomiendan una peli o un restaurante y luego no nos gusta nada…
Y para cerrar, un pensamiento optimista. Las plazas de colegio son como las parejas. Algunas son para toda la vida, otras tenían muy buena pinta y acaban decepcionando, y otras serían ideales pero ya están pilladas. Pero quien quiere encontrar pareja más o menos la encuentra y duren lo que duren acaban viviendo buenos momentos. Al final, allí donde vaya a estudiar tu retoño, allí pondrás tu corazón. Pase lo que pase, estarás eligiendo entre colegios dignos de un país desarrollado. La diferencia entre tu opción soñada y el peor sitio donde acabéis entrando tampoco será tan bestia. Tu hijo encontrará conocimientos, amigos, apoyo y rutinas en cualquier lado. Y si unos cuantos os metéis en la asociación de familias podéis cambiar mucho desde dentro.
¡Ánimos con la decisión y suerte con las plazas!
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