Unidades madre-bebé en los hospitales: un recurso eficaz para tratar los trastornos mentales posparto graves

Este tipo de instalaciones en los centros médicos, prácticamente inexistentes en España, ofrecen un entorno seguro y de apoyo a ambos, facilita la recuperación clínica y fortalece el vínculo

Según la Alianza de Salud Mental Maternal, al menos una de cada cinco mujeres desarrolla una enfermedad mental durante la gestación o en los primeros años después de tener un bebé.FatCamera (Getty Images)

Elena (nombre ficticio) fue ingresada en marzo de 2023 debido a una psicosis posparto, con síntomas como alucinaciones, delirios, comportamiento desorganizado y depresión. Tras llegar en ambulancia durante una crisis, permaneció 17 días ingresada en el Hospital de Llerena (Badajoz). Allí recibió atención especializada y durante su estancia en el centro tuvo la oportunidad de estar con su hija de dos años y medio y su bebé de tres meses, lo ...

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Elena (nombre ficticio) fue ingresada en marzo de 2023 debido a una psicosis posparto, con síntomas como alucinaciones, delirios, comportamiento desorganizado y depresión. Tras llegar en ambulancia durante una crisis, permaneció 17 días ingresada en el Hospital de Llerena (Badajoz). Allí recibió atención especializada y durante su estancia en el centro tuvo la oportunidad de estar con su hija de dos años y medio y su bebé de tres meses, lo que ella describe como una experiencia muy positiva: “Poder estar con mis hijos me ayudó mucho a la recuperación”. Este hospital implementó en diciembre de 2022 en el área de salud mental un modelo de atención según el cual las madres con patologías mentales graves son hospitalizadas junto a sus bebés, basándose en la evaluación de las necesidades de la paciente. “La intención es mantener este enfoque, ya que ha demostrado ser altamente satisfactorio por sus resultados y por los beneficios que ha tenido tanto para la madre como para el bebé”, sostiene Carmen Ayala, la supervisora de esta área. Según explica, este tipo de estancia más respetuosa ofrece un entorno seguro y de apoyo, facilita la recuperación clínica y fortalece el vínculo madre-bebé.

Si bien en España, salvo en el caso del Hospital de Llerena, estas unidades aún son un modelo inexistente, en otros países como el Reino Unido —referente mundial en el ámbito de la salud mental materna—, Francia, Canadá o Australia sí se ha implementado este modelo de atención con éxito. “Cuesta mucho entender que no se haya hecho casi nada en España cuando es un tema que está vinculado a momentos —el embarazo, el parto y el posparto— en los que existe una vulnerabilidad psíquica”, señala Lluïsa García-Esteve, psiquiatra y creadora de la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic de Barcelona.

Según la Alianza de Salud Mental Maternal, una organización para educar e informar acerca de temas relacionados con la salud mental perinatal y la maternidad en general, al menos una de cada cinco mujeres desarrolla una enfermedad mental durante la gestación o en los primeros años después de tener un bebé. La respuesta a ese vacío en la atención sanitaria, pese a los datos, la encuentra García-Esteve en que “ha habido una negligencia histórica de desatención a la salud de las mujeres”.

Un hospital de día madre-bebé

García-Esteve destaca la importancia de los programas de atención a la salud mental perinatal, que son el paso previo a la creación de unidades madre-bebé. En España, aunque no existe un plan nacional, sí hay algunos programas en la sanidad pública iniciados por profesionales sensibilizados con esta necesidad. Se considera pionero el del Clínic de Barcelona, liderado por esta doctora, que en 1989 dio respuesta a la falta de atención a la salud mental de mujeres embarazadas y puérperas en un momento en el que no había nada. “Empezamos a darnos cuenta de que había mujeres con trastornos mentales que querían ser madres. Necesitábamos saber cómo se medicaban durante la gestación, qué tipo de apoyo necesitaban, qué seguimiento requerirían en el posparto…”, explica. Otras mujeres, según la psiquiatra, debutaban en este período con algún trastorno, pese a haber pasado una gestación normal y no tener un diagnóstico previo. “Estando con ellas, me di cuenta de que la salud mental estaba desatendida”.

Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic de Barcelona en la que las madres pueden recibir tratamiento psicológico y estar con sus bebés.

Así empezaron a tratar de forma ambulatoria a las pacientes con trastornos en etapa perinatal, pero no fue hasta 2018 cuando se inició en dos fases el proyecto, denominado Unidad de salud mental perinatal. La primera fase consistió en la consolidación de la consulta externa existente y en la creación de un hospital de día madre-bebé, inspirado en lo que la psiquiatra había visto en Londres, conociendo de primera mano las unidades madre-bebé de ingreso hospitalario total, y en la experiencia y los conocimientos que había ido adquiriendo en el Clínic. “Vimos que disponer de un hospital de día podía ser muy útil, más barato, y que no interrumpía la convivencia de la madre con su entorno”, recuerda su promotora. El hospital de día se inauguró con una capacidad para 10 madres y 10 bebés, pero actualmente su capacidad se ha triplicado. Está prevista una segunda fase que consiste en la creación de una unidad de ingreso hospitalario conjunto para los casos más graves de salud mental materna (psicosis posparto, trastorno bipolar descompensado, depresiones graves en las que está en riesgo la madre y el bebé).

“El hospital de día hay que entenderlo como un dispositivo a medio camino: no es un ingreso, ni un lugar de reunión para madres, sino que se generan intervenciones terapéuticas con distintos especialistas”, sostiene García-Esteve. Aquí se realizan intervenciones multidisciplinares, desde la psiquiatría, la psicología clínica, la psicología infantojuvenil, la enfermería de salud mental, la enfermería pediátrica y el trabajo social. Un ejemplo concreto de intervención se da en el caso de madres que experimentan fobia de impulsión, un temor a ahogar al bebé durante el baño. En esta situación, se lleva a cabo un abordaje que implica exponer alas a la tarea del baño de su hijo, pero con el respaldo y acompañamiento de profesionales especializados.

La importancia del vínculo

Ana (nombre ficticio) también fue ingresada en la unidad del Hospital de Llerena. Permaneció casi un mes en 2022 por una depresión posparto grave. Cuenta que tener a su bebé cerca le permitió aferrarse a un motivo por el que mejorar para salir del hospital. “Nosotros tenemos un vínculo madre e hijo totalmente normal. Supongo que el no separarnos ese tiempo nos ayudó a mantenerlo”, cuenta por teléfono. “No se puede pensar en una atención de la salud mental de las madres sin tener en cuenta al bebé”, destaca García-Esteve. Según la experta, la evidencia es clara: el contacto con el bebé y la lactancia materna favorecen el vínculo y la recuperación de la madre. “Lo dice la ciencia y lo confirma la experiencia que tenemos de las propias madres”, apunta. Favorecer y trabajar para lograr un vínculo seguro es, para García-Esteve, una forma de favorecer un neurodesarrollo saludable y, por tanto, una forma de prevención en edades tempranas de enfermedades de la edad adulta.

Lluïsa García-Esteve, psiquiatra y creadora de la Unidad de Salud Mental Perinatal del Hospital Clínic de Barcelona.

Mónica Díaz de Neira, psicóloga clínica que participa en el Programa de Psiquiatría y Salud Mental Perinatal del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Comunidad de Madrid), coincide en que el cuidado de la salud mental perinatal tiene un enfoque preventivo en sí mismo. Este cuidado incide no solo sobre el sufrimiento de las familias y sus hijos, sino sobre la relación y el vínculo que se va a establecer entre ellos. “Sabemos que la vinculación va a marcar el tipo de apego que desarrollan las criaturas y, a su vez, hay mucha evidencia científica acerca de la relación entre el apego seguro y la salud mental”.

En el programa de salud mental perinatal de su centro médico atienden a mujeres con gestaciones complicadas a diferentes niveles que causan sufrimiento; a díadas madre-bebé en situaciones complejas que puedan poner en riesgo la vinculación, como pueden ser el ingreso hospitalario del bebé, experiencias traumáticas en torno al parto o la psicopatología materna tras el nacimiento; así como a familias que se enfrentan al fallecimiento de su hijo durante el embarazo o tras el nacimiento. Aquí no existe aún una unidad madre-bebé, aunque para Díaz de Neira sería lo deseable. Sí realizan acompañamiento psicológico y/o psiquiátrico especializado cuando es requerido durante un ingreso hospitalario de la madre o del bebé.

Carmen Ayala Lebrón anima a otros hospitales a seguir sus pasos: “Nosotros adaptamos los recursos de los que disponíamos para dar un cambio a la atención de las madres. Otras unidades pueden hacerlo de la misma forma”. Igualmente, sostiene que, si esto no fuera posible, sería cuestión de valorar qué recursos son necesarios (ya sean estructurales o humanos) y de exponer las necesidades a los gestores.

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