Ainhoa Rosado: “Ser ‘influencer’ exige formación. En redes sociales no existe la magia, a no ser que seas pareja de un famoso”
La experta en marketing y comunicación incide en la importancia de asesorarse con profesionales: es un trabajo que requiere madurez e inteligencia emocional
Son muchos los adolescentes que tienen un plan en mente: quieren ser influencers. ¿Pero es oro todo lo que parece? ¿Cualquier persona puede llegar a convertirse en Beyoncé? Pues parece ser que no. Si tu hijo o hija quiere dedicarse a las redes sociales esto es todo lo que ellos y tú deberíais saber. Ainhoa Rosado, experta en comunicación y marketing, asegura que lo principal es mantener la calma: “Hace unos años te podía haber ...
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Son muchos los adolescentes que tienen un plan en mente: quieren ser influencers. ¿Pero es oro todo lo que parece? ¿Cualquier persona puede llegar a convertirse en Beyoncé? Pues parece ser que no. Si tu hijo o hija quiere dedicarse a las redes sociales esto es todo lo que ellos y tú deberíais saber. Ainhoa Rosado, experta en comunicación y marketing, asegura que lo principal es mantener la calma: “Hace unos años te podía haber dicho “mamá quiero ser cantante y salir en Operación Triunfo”. Antes querían ser como Chenoa y ahora como María Pombo, tenemos que aceptar que es algo que tienen en su día a día y es totalmente aspiracional. Ahora, cuando entendamos que nuestra hija está diciéndote algo supernormal en el 2021, hay que pasar a educarlas”.
“Ser influencer”, prosigue, “puede convertirse en su profesión en un futuro, pero deben entender que deben formarse y tener unos conocimientos”. Según mantiene Rosado, este perfil es el de un creador de contenidos, por lo que debe desarrollar una parte artística y creativa; debe saber escribir bien y aprender a hacer buenos copies; debe saber de marketing, de negocios, de fotografía y de moda: “No se consigue influenciar a una comunidad solo por suerte, debe ser profesional, sea cual sea la profesión que elija”.
Entre los beneficios de la exposición en redes sociales, la experta asegura que lleva más de 10 años relacionada con el mundo influencer, antes llamado bloggers, “es que se convierten en artistas”: “Son personas que crean, y esto supone algo positivo para su desarrollo personal y emocional. Otro beneficio es ser de ese grupo exclusivo que conoce antes que nadie las últimas tendencias en moda, gastronomía o turismo; tienes la suerte de tener en primicia las últimas novedades para poder testear”. ¿Cuáles son los riesgos? “La exposición. Se debe tener mucha inteligencia emocional para entender que te van a amar y a odiar a partes iguales, y algo que hoy aplauden, mañana puede que te lo tiren a la basura. Debemos entender que la exposición conlleva que no siempre guste lo que haces”.
Según Rosado, no hay una edad recomendada para ser influencer, “hay madurez e inteligencia emocional trabajada y educada. La creatividad puede aparecer a los 14 años y ofrecer un contenido muy bueno que atraiga a seguidores y a marcas. Pero no olvidemos que cuando una cuenta empieza a crecer se convierte en un negocio que factura, que hay que responder emails, llegar a acuerdos comerciales, sin olvidar la exposición pública. No hay una edad, hay personas que están preparadas y bien asesoradas. Sin una buena gestión emocional y empresarial, todo puede desmoronarse en segundos”, incide.
Para la experta, lo erróneo es pensar que todos pueden conseguirlo: “Hay muchas personas que cantan bien, pero solo hay una Beyoncé, pues lo mismo. Creemos que porque haya un grupo de personas viviendo de este negocio, todos pueden hacerlo. No todo el mundo tiene ese feeling con la cámara, no todo el mundo tiene ese carisma o, vamos a llamarle chispa, que conecta y engancha. Esta sí es una falsa creencia extendida y, desgraciadamente, más aún entre los más jóvenes”.
“Puede llegar a ser un medio de vida, un negocio; las influencers son autónomas que facturan y pagan impuestos, no es un juego de subir tres fotos para que me regalen ropa y me inviten a restaurantes”, explica Rosado. “Yo conozco a muchas y sé que sienten mucha presión por crear buen contenido, por dar resultados de ventas en las campañas que hacen con marcas, por agradar a su audiencia, por seguir creciendo y no perder seguidores... solo se ve lo bonito, lo glamuroso. Pero hay mucho más detrás de este negocio”, añade.
La importancia del control parental en el caso de los menores
“Si un padre o madre observa que el joven está creando un contenido de calidad, que se trabaja la parte creativa y no solo quiere likes de los compañeros de clase, yo pasaría a tener una cuenta pública. Como comento, es una profesión como otra cualquiera, y al igual que hay adolescentes modelos, cantantes o pintores, también los hay influencers”, aconseja. “Otra cosa es creer que es algo sencillo y no tomárselo como algo profesional. Para ello, debe entender que requiere una formación y asesoramiento”, insiste.
Por todo ello, siempre debe haber un control parental revisando comentarios y mensajes privados: “Si su perfil es atractivo, el menor va a empezar a recibir propuestas de marcas y estas deben estar supervisadas por sus padres. También existen agencias de representación que van a asesorarte y ayudarte con las transacciones. Cuando su perfil empiece a tener una comunidad de más de 10.000 seguidores puedes empezar a buscar a profesionales que os ayuden a gestionar su cuenta y representar su perfil”.
Para la experta, es muy importante diferenciar lo que es un hobby de lo que empieza a despuntar como un negocio. Es esencial contar con formación y asesoramiento de profesionales. Rosado recomienda:
- Se deben ofrecer fotos de calidad, así que es bueno que se forme en edición de fotografía y vídeo, ya que ahora los reels es un formato que está pegando muy fuerte en Instagram Marketing.
- En la parte creativa, siempre recomiendo inspirarse en influencers estadounidenses que suelen ser la referencia en lo que será tendencia en España en unos meses.
- Cuidar la ortografía y adquirir nociones de marketing para entender las herramientas que van a utilizar.
- Y como último, consejo mucha paciencia. “Muchos buscan resultados rápidos, tener millones de seguidores y no es sencillo, hay que ofrecer mucha calidad y conectar con tu comunidad, sin olvidar que hay que invertir de vez en cuando en publicidad para seguir creciendo y llegar a público nuevo”.
“En mi opinión”, prosigue Rosado, “ser influencer no debería ser un objetivo, sino una consecuencia de un trabajo de marca personal en redes sociales”. Es decir, según recomienda, “lo mejor es que el joven o la joven empiece a trabajar su perfil, a compartir contenido del que se sienta orgullosa y piense: ¿Qué se me da bien? ¿Cómo puedo ayudar a mi comunidad? Si quiere monetizar rápido su contenido puede, por ejemplo, empezar a ofrecer servicios o productos digitales, según mantiene la experta. Estos ingresos le ayudarán a invertir en formación y publicidad y a que su cuenta siga creciendo”.
“Y, entonces, puede que llegue el día en el que una marca le escriba y le diga “oye me interesa tu perfil”, pero que no lo fuerce, lo mejor es compartir contenido de manera generosa. En redes sociales no existe la magia ni las fórmulas secretas, a no ser que seas pareja de un famoso o participes en un reality en prime time”, concluye franca Rosado.
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