Disfraces, sofocos y premiados o el día que la Lotería de Navidad se convirtió en un anuncio de televisión

Entre el variopinto grupo de asistentes hubo dos agraciados en el patio de butacas del Teatro Real

Algunos de los disfraces que se han podido ver en el patio de butacas del Teatro Real este jueves, durante el sorteo de la Lotería de Navidad.Andrea Comas

Si un extraterrestre hubiera aterrizado en la mañana de este jueves en el Teatro Real durante el sorteo de la Lotería Nacional, habría visto a unos chicos vestidos de domingo, dos bombos girando y, sentados en el patio de butacas, a don Quijote, un ...

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Si un extraterrestre hubiera aterrizado en la mañana de este jueves en el Teatro Real durante el sorteo de la Lotería Nacional, habría visto a unos chicos vestidos de domingo, dos bombos girando y, sentados en el patio de butacas, a don Quijote, un camarón, un jeque árabe, un obispo y una pareja de pingüinos siguiendo atentos el bamboleo de las 100.000 bolas de madera. Hasta ahí todo normal. Lo que no es normal es que hayan dejado de repartir chocolate a las puertas del teatro, lo que tiene mosqueada a Manoli, que todos los años se disfraza de bombo de la lotería, pero este año va embutida en un fieltro blanco con chistera que aspira a imitar un muñeco de nieve. Manoli llegó a lo más alto hace unos años cuando se convirtió en meme. La gente quería saber si iba disfrazada o vestida por David Delfín.

Madrid no es Cádiz, ni Tenerife, pero cada 22 de diciembre el patio de butacas del Teatro Real se convierte en una surrealista pasarela de disfraces. Hace años, alguien dijo que disfrazarse traía suerte y desde entonces cientos de personas pasan tres y cuatro días a la intemperie para poder entrar al teatro. Disfrazados toscamente de surtidor de gasolina, recaudador de impuestos o superhéroe de Marvel, esta crónica que pretendía obviar la relación entre pasar frío durmiendo en el granito y las posibilidad de que te toque la lotería, se envaina cada palabra después de ver como dos mujeres del público, separadas por ocho filas y un pasillo de terciopelo rojo, eran agraciadas con el Gordo y con un quinto premio, respectivamente.

Los milagros en Navidad o son o se cuentan mejor. Luis Buñuel escribió en sus memorias cómo gracias a la lotería consiguió el dinero suficiente para rodar Las Hurdes, tierra sin pan. La anécdota forma parte de la magnífica campaña publicitaria de este año de Loterías y Apuestas del Estado y rescata lo sucedido una tarde de 1932 en el local Ambos Mundos de Zaragoza, cuando el director de Calanda y el pintor y escultor anarquista Ramón Acín tomaban un café. Buñuel atravesaba una mala racha económica tras el rodaje de La edad de oro y Un perro andaluz, que no funcionaron como esperaba y supusieron un escándalo para la época. Su amigo Ramón, un destacado agitador antifascista, traicionó la máxima libertaria que ve en el juego y las apuestas una muestra de decadencia moral y le prometió a Buñuel: “Si me toca la Lotería, yo pago la película”. En diciembre de ese año, el Gordo cayó en Huesca, donde vivía Acín, que había comprado una participación de 25 pesetas. El pintor ganó 150.000 pesetas (unos 900 euros), de las que destinó 50.000 a financiar la icónica película. El final de Acín no pudo ser más terrible. Pocos años después, con la entrada del Ejército de Franco en Zaragoza, se escondió en su casa. Cuando su compañera, Conchita Monrás, fue golpeada, Acín, se entregó creyendo que salvaría su vida, pero no fue así. Al día siguiente fue fusilado frente a la tapia del cementerio y su mujer, un par de semanas más tarde.

Dos mujeres celebran el segundo premio del sorteo de Navidad vendido al bar Uri de Mungia (Bizkaia). Luis Tejido (EFE)
Trabajadores de la administración de lotería número 27 de A Coruña celebra haber vendido El Gordo del sorteo de Navidad.Cabalar (EFE)
Carmen, vecina del concello coruñés de Cambre, celebra por la ventana el Gordo que ha tocado en el bar de debajo de su casa.Cabalar (EFE)
Los loteros de la administración número 3 de Manises celebran haber repartido 460.000 euros con la venta de un décimo del Gordo de un quinto. Mònica Torres
Raúl y Luis (centro), de la empresa Tragatec, celebran el tercer premio en la Lotería de Navidad. Cada uno de ellos jugaba una participación de 10 euros, agraciada con 25.000 euros. El premio ha coincidido con la copa anual, que se celebra en el garaje de la empresa, en la calle Julián Camarillo de Madrid.MOEH ATITAR
Trabajadores de la administración de Lotería de la calle Arenal en Madrid celebran el Gordo de Navidad.Andrea Comas
Un agraciado con el segundo premio correspondiente al número 04074 celebra su suerte en Olot, Girona. Glòria Sánchez (Europa Press)
Alberto Pérez de Lucia del Castillo, hijo de la propietaria de la administración de lotería número 11, en San Cristóbal de La Laguna celebra el premio gordo de Lotería de Navidad. Rafa Avero
La lotera de la administración número 15 de Castelló celebra la venta de 10 décimos del número 5.490, por lo que ha repartido 4 millones de euros. Domenech Castelló (EFE)
Francisco Bartolome (padre e hijo) tras vender el primer premio de la Lotería de Navidad en la Plaza Nueva, en Granada.Fermin Rodriguez
Desde la izquierda, Toñi García y Antonia Barceló, dueñas de la papelería Sastre en Mallorca, celebran el Gordo.FRANCISCO UBILLA
Propietarios y empleados de la gasolinera La Chasnera en el municipio de Granadilla de Abona (Tenerife) celebran haber vendido ocho décimos del Gordo del Sorteo de Lotería de Navidad. Es la cuarta vez que esta gasolinera despacha décimos del primer premio de la Lotería de Navidad. Ramón de la Rocha (EFE)
El quinto premio y el Gordo han caído en el local 32 del Intercambiador de Moncloa, que celebra este año su décimo aniversario. Miguel Ángel Monroy, padre del dueño del establecimiento, descorcha emocionado una botella de champán junto con dos compañeras. JUAN BARBOSA
Perla acompañada de sus hijos tras ganar el premio Gordo durante el sorteo de Navidad en el Teatro Real en Madrid, este jueves.Andrea Comas
Desde la izquierda, Ángel Abaga Elebiyo y Alonso Dávalos Durán cantan el premio Gordo de la Lotería de Navidad. El 05490 ha resultado premiado con el premio Gordo, que reparte 400.000 euros por décimo.Javier Lizón (EFE)
Una mujer del público celebra ser portadora de un quinto premio durante el sorteo de Navidad celebrado en el Teatro Real en Madrid. Javier Lizon (EFE)
El 04074 ha resultado premiado con el segundo premio, que reparte 125.000 euros por décimo. En la imagen, momento en el que dos niñas de San Ildefonso, Yesica Paula y Ainhoa, han cantado el segundo premio.Andrea Comas
Las bolas de madera en el interior del bombo durante el sorteo. Los premios podrán cobrarse desde esta tarde y hasta el 22 de marzo. SUSANA VERA (REUTERS)
Los niños del colegio de San Ildefonso son los encargados de cantar durante casi cuatro horas los números que salen de los bombos. Andrea Comas
Un trabajador muestra una bola premiada. El primer premio reparte 400.000 euros al décimo.Andrea Comas
Un operario introduce las bolas en el bombo momentos antes del sorteo. Durante todo el sorteo unas 50 personas vigilarán el limpio transcurso del mismo debido a que se mantienen elementos tradicionales de hace más de 200 años que necesitan de una exhaustiva vigilancia. Andrea Comas
Público asistente al sorteo celebrado en el Teatro Real de Madrid. SUSANA VERA (REUTERS)
Tres personas disfrazadas reparten obleas entre los asistentes al sorteo en el Teatro Real. El sorteo se realiza a través de dos bombos: en el grande, entran los 100.000 números de los billetes del sorteo y, en el otro, los premios.Andrea Comas
Varias personas disfrazadas esperan el comienzo del sorteo. En total, se repartirán 2.520 millones de euros. El premio gordo está valorado en cuatro millones de euros por serie (lo que se traduce en 400.000 euros por décimo), mientras que el segundo repartirá 125.000 euros por décimo y el tercero, 50.000 euros. Javier Lizon (EFE)
Dos personas disfrazadas de 'Don Quijote y Sancho Panza' al inicio del sorteo. La Lotería cumple 210 años en esta edición. El primer sorteo de la lotería “moderna”, como fue denominada para diferenciarla de la Lotería primitiva instituida en 1763, se celebró el 4 de marzo de 1812 en Cádiz. Al principio estuvo circunscrita a Cádiz y San Fernando, más tarde saltó a Ceuta, luego al resto de Andalucía y finalmente a todo el país.Andrea Comas
Personas disfrazadas en el Teatro Real de Madrid. En 1817, en España había 497 administraciones de Lotería, de las cuales 25 estaban en el casco antiguo de Madrid y otras cinco en el casco urbano de Barcelona. El primer sorteo televisado se celebró en 1957.Andrea Comas
Otro grupo disfrazado entre los asistentes al sorteo, al que acuden personas de numerosos lugares de España. Andrea Comas

Pero volvamos a las bolas, los disfraces y el patio de butacas. Sentada en una de las filas centrales, Perla, una mujer peruana que vive desde hace más de 20 años en España, sigue sin pestañear el sorteo agarrada a otros 95 décimos comprados en toda la geografía española. Cuando el pequeño Alonso Ávalos cantó el número 05490, sus vecinos de asiento dieron un grito de muerte que revolvió el patio de butacas. Cuando se le pasó el sofoco y pudo sentarse en una silla, mostró el décimo y recordó a su padre recién fallecido, a quien le dedicaba el premio como un futbolista dedica el gol en la final. Perla explicó que los 400.000 euros que le acaban de tocar servirán para comprar una casa en Madrid y pagar los estudios de sus hijos. “Y algo para la iglesia porque soy muy católica”, puntualiza. Perla contó que estaba en el paro desde que hace dos años fue despedida de la cafetería de La Moncloa tras 20 años de trabajo en el edificio de la presidencia. “Nos despidieron a todos cuando le quitaron el contrato a la empresa en que estaba”, dijo. La Cadena SER entrevistó esta semana a tres ganadores de la lotería del año pasado: uno de ellos compró un coche más grande, otra abonó una parte de la hipoteca y otro más sigue yendo a trabajar cada día. Todos ellos coincidían en una cosa: duermen mejor. En uno de los países que más ansiolíticos consume del mundo, la lotería vende Trankimacín de por vida. “Sabía que este año me iba a tocar, yo lo soñé”, repetía Perla emocionada en una silla rodeada de micrófonos.

Poco después ha salido un quinto premio y otra mujer de mediana edad ha empezado a patalear y ha enseñado un largo pliego de décimos del número ganador. Un periodista con muchos sorteos a las espaldas levantaba la ceja. “Llevo muchos años cubriendo la lotería y no había visto nada así”, dijo. El mejor anuncio se estaba rodando en directo.

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