Muere Jaleda Zia, la primera mujer que dirigió el Gobierno de Bangladés, a los 80 años
La exmandataria fue primera ministra en tres ocasiones desde 1991 y su rivalidad con Sheij Hasina marcó la política del país durante décadas
La ex primera ministra de Bangladés y líder del Partido Nacionalista (BNP), Jaleda Zia, ha muerto este martes a los 80 años de edad, según ha anunciado su propia formación en un comunicado en Facebook en el que pide a la población bangladesí que “rece por su espíritu”. Líder histórica del BNP desde 1981, en 1991 se convirtió en la primera mujer que dirigió el Gobierno del país.
Si bien el BNP no ha precisado cuál ha sido el motivo de la muerte, la exmandataria había sido ingresada a finales de noviembre por infecciones en corazón y pulmones, afecciones que se sumaron a un ya delicado estado de salud, según ha recogido el diario bangladesí The Daily Star. Según sus doctores, padecía una avanzada cirrosis, artritis, diabetes y problemas de corazón y pulmonares. A comienzos de este año recibió tratamiento médico en Reino Unido, donde permaneció cuatro meses antes de regresar a su país.
Tras su ascenso al poder en 1991, desarrolló una enconada rivalidad con Sheij Hasina, con quien se alternó en el poder durante años. Aunque estaba fuera del Gobierno desde 2006 y pasó varios años encarcelada o en arresto domiciliario por casos de corrupción, su hijo, Tarique Rahman, actual líder del BNP, es favorito para las elecciones parlamentarias del próximo mes de febrero, pese a que regresó recientemente al país tras años de exilio voluntario.
Conocida entre la población por su nombre de pila, Zia era descrita como tímida y devotamente dedicada a sus hijos hasta que su marido, Ziaur Rahman, un militar que llegó a presidente del país, fue asesinado en un golpe militar en 1981. Tres años después, ella se convirtió en la líder del BNP fundado por su marido y prometió liberar a Bangladés de la pobreza y atraso.
Junto con su luego rival Hasina, hija de uno de los padres fundadores del país y líder del partido Awami, lideraron un levantamiento popular por la democracia que derrocó el régimen militar de Hossain Mohammad Ershad en 1990. Pero su colaboración no duró y pronto se convirtió en rivalidad y, con estilos opuestos —sosegado el de Zia, más vehemente el de Hasina—, ambas mujeres dominaron la política bangladesí durante décadas.
En 1991, en las consideradas primeras elecciones libres en el país, Zia se alzó con la victoria por sorpresa ante Hasina, asegurando el apoyo del partido islamista Jamaat-e-Islami. Así, se convirtió en la primera mujer al frente del Gobierno en Bangladés y en la segunda, tras la paquistaní Benazir Bhutto, en dirigir un país musulmán.
Zia reemplazó el régimen presidencialista anterior en un sistema parlamentario y levantó restricciones para la inversión extranjera, además de establecer la educación obligatoria y gratuita. Perdió el poder en 1996 ante Hasina, pero volvió a ganar cinco años después, si bien su segundo mandato quedó oscurecido por el ascenso de los islamistas y por las acusaciones de corrupción que, años después, la llevarían a la cárcel.
En 2006 perdió de nuevo el liderazgo, cuando un Gobierno militar interino tomó el poder en medio de una gran inestabilidad y violencia en las calles. El nuevo Ejecutivo encarceló a las dos rivales acusándolas de corrupción y abuso de poder, pero fueron liberadas antes de las elecciones de 2008.
Aunque nunca volvió al poder y el BNP no participó en las elecciones de 2014 y 2024, la rivalidad entre Zia y Hasina siguió marcando la política del país. La tensión entre sus dos partidos ha desatado huelgas, disturbios y muertes, lastrando el desarrollo económico de Bangladés.
En 2018, Zia, su hijo y otros colaboradores, fueron condenados por robar unos 250.000 dólares en donaciones extranjeras a una fundación para huérfanos creada cuando ella era primera ministra, aunque la exmandataria siempre adujo que eran cargos fabricados para mantenerla a ella y a su familia lejos de la política. Fue encarcelada y en 2020 fue puesta en arresto domiciliario por motivos de salud hasta 2024. En 2025, el Supremo del país absolvió a ambos de los cargos.