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Más tropas, bosques y un río: así frena Ucrania a Rusia en Kupiansk

El ejército del país invadido cuenta en este municipio de la provincia de Járkov con obstáculos naturales que contribuyen a resistir la embestida de Moscú

Hay dos ciudades del este de Ucrania en la que se están librando combates calle a calle. Son las dos conquistas actualmente más codiciadas por el ejército ruso: una es Pokrovsk, en la provincia de Donetsk, y la otra es Kupiansk, en la provincia de Járkov. Ambas son ubicaciones de gran importancia estratégica, pero si todo apunta a que Pokrovsk puede terminar en manos del invasor en el corto plazo, las tropas ucranias ...

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Hay dos ciudades del este de Ucrania en la que se están librando combates calle a calle. Son las dos conquistas actualmente más codiciadas por el ejército ruso: una es Pokrovsk, en la provincia de Donetsk, y la otra es Kupiansk, en la provincia de Járkov. Ambas son ubicaciones de gran importancia estratégica, pero si todo apunta a que Pokrovsk puede terminar en manos del invasor en el corto plazo, las tropas ucranias han conseguido por el momento en Kupiansk revertir una derrota que en verano se daba por segura.

Los refuerzos incorporados este verano, una mejor coordinación entre brigadas, las ventajas de la naturaleza local y la concentración de efectivos rusos sobre Pokrovsk han permitido que las Fuerzas Armadas Ucranias continúen plantando cara en el bastión de Kupiansk.

En la pantalla del puesto de mando de Magnet, nombre en clave del comandante del 151º Batallón de Reconocimiento y Asalto ucranio, aparece un edificio humeando. Sus drones bomba están castigando este bloque de pisos en el centro de Kupiansk. Las fuerzas defensoras creen que allí han tomado refugio soldados rusos. Pasada una hora de golpear el edificio, los drones de observación transmiten las imágenes de seis figuras humanas saliendo por el portal cargando bolsas. Son civiles que corren a refugiarse en un sótano del edificio vecino. Magnet suspende de inmediato el ataque y pide que efectivos en el terreno se desplacen al refugio para confirmar que no son del bando enemigo.

En cuestión de minutos irrumpen en el sótano dos soldados de asalto ucranios. Confirman poco después que se trata de civiles y abandonan el lugar hacia una posición segura. El grupo de vecinos se quedará allí. “Evacuarlos es imposible, provocaría bajas entre nuestros hombres y entre ellos”, dice Magnet. Este oficial estima que pueden quedar 800 civiles en Kupiansk, de una población previa a la guerra de 26.000 personas. La ciudad tiene una particularidad: es el primer gran municipio que puede ser ocupado por segunda vez por Rusia. Las autoridades rusas tomaron su control en febrero de 2022, aunque fue liberado en la contraofensiva ucrania de septiembre de aquel año.

El centro de mando del 151º Batallón se sitúa a 25 kilómetros de Kupiansk, es decir, al límite de la llamada “zona de muerte”, la distancia respecto a la línea de frente donde el peligro es especialmente elevado por la intensa actividad de los drones enemigos. Un ejemplo de ello lo aportan cuatro soldados de una brigada de artillería de la Guardia Nacional que tienen su batería de cohetes Grad a unos siete kilómetros de la ciudad. Cuentan que si en mayo podían llegar en cuestión de horas a su posición, incluso sin la necesidad de ponerse el casco y el chaleco antibalas, hoy pueden tardar días en poder operar sus Grad, a la espera de una oportunidad para sortear el vuelo de los drones bomba rusos. “En el camino hacia la posición tenemos 10 coches destrozados por drones”, asegura uno de ellos.

Pero la escena presenciada por EL PAÍS el 6 de noviembre en los monitores del 151º Batallón demuestra que lsa Fuerzas Armadas de Ucrania tienen bajo control la situación en el municipio, pese a que es zona gris, es decir, que ninguno de los dos bandos domina el terreno. Respecto al pasado agosto y septiembre, cuando el avance ruso en el casco urbano fue relámpago, el tablero ha mejorado para los intereses ucranios. No solo han frenado al invasor dentro de Kupiansk: según dijo el 7 de noviembre el presidente Volodímir Zelenski, sus hombres habían hecho retroceder al invasor en más de un kilómetro en sus vecindarios periféricos.

Las nuevas incorporaciones de infantería rusas en Kupiansk no han sido entrenadas para defender (el invasor lleva dos años a la ofensiva), subraya Magnet. Además, en esta región del frente el enemigo no ha levantado las fortificaciones defensivas que sí construyó en Donetsk y en el sur, en Zaporiyia, durante la gran contraofensiva ucrania fallida de 2023. Es por eso, afirma el comandante del 151º Batallón, que pueden recuperar posiciones.

Accent, nombre en clave de un comandante de batallón de la 43ª Brigada Mecanizada de Ucrania, confirma que, con más tropas, su ejército podría avanzar en Kupiansk. “Los rusos quieren cuanto antes una gran victoria política, sea tomar Pokrovsk o Kupiansk, y nuestro gran problema es que nos faltan soldados”, indica Accent. Este coronel estima que sus hombres pueden estar en las posiciones, sin rotar para descansar, 200 días. En el primer año de guerra, las rotaciones de infantería eran semanales.

Otra clave de la mejor resistencia ucrania en Kupiansk, según el testimonio de oficiales de cuatro brigadas consultados por este diario, no solo han sido los refuerzos que fueron transferidos en verano a la zona, es que, a diferencia de Pokrovsk, la naturaleza es un aliado de primera.

Lo primero que sorprende en las carreteras que conectan Járkov, la capital de provincia, con Kupiansk, es el intenso movimiento de blindados, tanto de infantería como tanques. El uso de estos vehículos en otros sectores del frente se ha reducido drásticamente porque son presas fáciles de los drones. Pero el flanco occidental de Kupiansk, por donde acceden las tropas ucranias al municipio, está rodeado de grandes extensiones de bosque. Entre los árboles, con mayor seguridad, se realizan las rotaciones de soldados con estos blindados, hasta las primeras calles de la ciudad.

Opuesto a esto es lo que sucede en Pokrovsk, donde el acceso a la ciudad por parte del ejército ucranio es tan difícil que los refuerzos de las fuerzas especiales del ministerio de Defensa que llegaron el 3 de noviembre tuvieron que hacerlo en una misión casi suicida, en helicóptero.

Privid todavía no ha cumplido los 30 años y ya ha combatido como soldado de asalto en algunas de las batallas más importantes de esta guerra. Es oficial en la 15ª Brigada de la Guardia Nacional, en Kupiansk, pero conoce al dedillo Pokrovsk, porque allí estaba destinado hace un año. Todavía tiene compañeros en esta ciudad sitiada por los rusos, y resalta que la suerte de Kupiansk es que el invasor no destina tantos recursos como en Pokrovsk. Una ilustración de ello, dice Privid, es el número de bombas aéreas que lanza Rusia en las posiciones ucranias de los dos enclaves: si contra Pokrovsk son disparadas al día entre 50 y 100 bombas de la aviación rusa, en Kupiansk no superan las 20.

Privid admite que “la moral de los soldados está mal” por la falta de reemplazos y que Rusia, pese a sufrir tres veces más bajas que el ejército defensor, según recuentos de organizaciones de análisis de la guerra independientes, no cesa en asaltar posiciones con su infantería.

La barrera del río Oskil

Pero los rusos tienen otra desventaja en Kupiansk, explica Magnet, porque para abastecer a sus soldados dentro de la ciudad tienen que cruzar el río Oskil, que rodea Kupiansk por su flanco este. “Cada vez que intentan levantar un pontón en el río, lo destrozamos, por lo que la munición y recursos que reciben sus hombres en el núcleo urbano es reducido”. No pueden ni desplazar grandes drones de provisiones para sus soldados, solo pequeños vehículos no tripulados terrestres con un máximo de carga de ocho kilos, afirma Magnet.

Accent secunda que los rusos “tienen problemas enormes en sus líneas logísticas” y que, para equilibrar la balanza, desde agosto están centrando el 80% de su fuego de artillería y drones de ataque contra las bases de los pilotos de drones ucranios.

El batallón de Accent defiende el pueblo de Kupiansk-Vuzlovii, justo al sur de Kupiansk. Este es el principal bastión ucranio en la orilla izquierda del Oskil, lugar fundamental para evitar que el enemigo asegure el paso del río. Kupiansk-Vuzlovii es también un importante nudo ferroviario hacia Lugansk, provincia ocupada por Rusia.

Si las tropas del Kremlin echan a los ucranios de la zona y aseguran su control del Oskil, coinciden Accent y Magnet, la derrota sería un revés estratégico grave para Ucrania, porque el invasor podría suministrar a su ejército en trenes, tendría más a tiro las rutas logísticas de Járkov y los últimos nudos que unen esta provincia con el 30% de la vecina Donetsk todavía bajo control de la Ucrania libre. El coronel de la 43ª Brigada advierte de que este retroceso no haría solo más difícil volver un día a recuperar Lugansk, supondría una plataforma para Rusia para avanzar en el futuro hacia Járkov.

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