Ucrania planteará un alto el fuego parcial con Rusia en la reunión con representantes de Washington

Ucrania quiere mostrar un gesto de buena voluntad para que Estados Unidos reanude el suministro de armamento militar y de información de inteligencia, retirado por el presidente Donald Trump, que pretende presionar a Kiev para que negocie una paz con Rusia con las condiciones de la Casa Blanca. Para Ucrania es crucial recuperar ese soporte que tanto ha ayudado a sus tropas a combatir la invasión rusa durante los ú...

Ucrania quiere mostrar un gesto de buena voluntad para que Estados Unidos reanude el suministro de armamento militar y de información de inteligencia, retirado por el presidente Donald Trump, que pretende presionar a Kiev para que negocie una paz con Rusia con las condiciones de la Casa Blanca. Para Ucrania es crucial recuperar ese soporte que tanto ha ayudado a sus tropas a combatir la invasión rusa durante los últimos años, y por eso Kiev planea proponer un alto el fuego parcial durante las conversaciones bilaterales que tendrán lugar este martes en Arabia Saudí entre delegaciones ucranias y estadounidenses, según han adelantado el diario británico Financial Times y la agencia francesa de noticias AFP. Esta reunión entre representantes de los dos países será la primera desde que el 28 de febrero Trump y su vicepresidente J. D. Vance abroncasen en público al presidente ucranio, Volodímir Zelenski, en el Despacho Oval, acusándole de no desear la paz.

Zelenski ya se había abierto a aceptar una tregua parcial, pero sin llegar a precisarla. De concretarse, el encuentro con la delegación estadounidense constituiría la primera ocasión para plantearla formalmente. En el campo de batalla, las tropas de Moscú avanzan en Kursk, territorio ruso parcialmente ocupado por Ucrania desde el pasado agosto, y amenazan con cercar a miles de soldados ucranios. Este lunes, el ejército ruso prosiguió su avance y ya está a punto de concluir una operación que obligará a miles de efectivos a huir o rendirse. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Oleksander Syrskyi, ha desmentido durante una visita a Kursk que su ejército se encuentre rodeado y, ha asegurado que sus tropas tienen la situación bajo control.

Según el Financial Times, la tregua que ofrece Ucrania se aplicaría a los ataques de drones y de misiles de largo alcance, así como a las operaciones de combate en el mar Negro y a los ataques a infraestructuras energéticas. En un segundo paso, se procedería al intercambio de presos y la devolución de los niños ucranios secuestrados por Rusia. “Tenemos una propuesta de alto el fuego en el cielo y alto el fuego en el mar”, ha declarado un alto cargo a AFP, hablando bajo condición de anonimato, porque, afirmó, son opciones “fáciles de instaurar y de supervisar”.

La propuesta de alto el fuego por aire y mar fue lanzada originalmente por el presidente francés Emmanuel Macron después de la minicumbre celebrada hace poco más de una semana en Londres. Después fue recogida por el propio Zelenski el pasado 4 de marzo, cuando escribió en un mensaje en X que Ucrania estaba lista para las negociaciones de paz. “Las primeras etapas podrían ser la liberación de prisioneros y una tregua en el cielo (prohibición de misiles, drones de largo alcance, bombas en la energía y otras infraestructuras civiles) y una tregua en el mar de inmediato, si Rusia hace lo mismo” compartió en sus redes sociales.

Por su parte, Zelenski ha difundido un mensaje en el que —sin mencionar directamente las relaciones con Trump, ni las inminentes conversaciones bilaterales, ni la presión a las tropas ucranias en Kursk— alude a todas estas cuestiones: “Ucrania ha estado buscando la paz desde el primer segundo de la guerra, y siempre hemos dicho que la única razón por la que la guerra continúa es Rusia”, ha escrito en su canal de Telegram. Con esta declaración de intenciones, el presidente ucranio ha acudido este lunes a la ciudad costera de Yeda para reunirse con el príncipe heredero y primer ministro saudí, Mohamed bin Salmán, cuyo Gobierno está actuando como mediador entre Rusia y Ucrania.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha manifestado que Ucrania debe decidir si quiere la paz. “No es importante lo que esperamos (…) Lo importante es lo que espera Estados Unidos. Y en varios niveles, ustedes y yo hemos escuchado repetidamente declaraciones de que Estados Unidos espera una demostración del deseo de paz de Ucrania”, ha dicho Peskov ante la prensa este lunes.

Con o sin alto el fuego, Ucrania pretende que la reunión en Yeda sirva para que Washington reanude su apoyo militar y de suministro de inteligencia. La semana pasada, Fedir Venislavskiy, diputado ucranio del partido Servidor del Pueblo, —el mismo de Zelenski— y miembro de la comisión de seguridad nacional del Parlamento, declaró que el objetivo de cualquier negociación entre las autoridades ucranias y estadounidenses en Arabia Saudí sería “acordar la reanudación de la ayuda”.

A este respecto, Trump declaró el domingo por la noche en una entrevista en la cadena estadounidense Fox News que “casi” ha finalizado la suspensión de ese apoyo. También se mostró optimista sobre las conversaciones durante un encuentro con periodistas que viajaban con él a bordo del Air Force One este fin de semana. “Creo que vamos a lograr muchos avances esta semana”, afirmó.

Zelenski solo tiene previsto entrevistarse con Bin Salmán y no asistirá a la reunión bilateral con Washington, a la que sí acudirán el jefe de la Oficina Presidencial, Andrii Yermak, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, Andrii Sybiha y Rustem Umerov, así como el jefe adjunto de la Oficina Presidencial, Pavlo Palisa. Por parte estadounidense estarán presentes el secretario de Estado, Marco Rubio, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Waltz, y el enviado para Oriente Próximo del presidente Trump, Steve Witkoff.

Moscú, por su parte, no participará en las conversaciones, ha informado la agencia de noticias estatal rusa Tass, citando a la portavoz de Exteriores, María Zajárova.

A lo largo de la tarde de este lunes han aterrizado en Arabia Saudí Zelenski y Rubio, si bien no se han encontrado ni tienen previsto hacerlo. A su llegada, el secretario de Estado norteamericano sí se ha reunido con Bin Salman, mientras que Zelenski, a última hora de este lunes, no había confirmado su encuentro. Según un comunicado del Departamento de Estado de EE UU, ambos mandatarios tenían previsto “debatir formas de promover los intereses comunes en la región y reforzar la relación entre Estados Unidos y Arabia Saudí”.

En unas declaraciones a los periodistas que le han acompañado durante el vuelo, Rubio ha afirmado que si Ucrania y Estados Unidos llegan a un entendimiento aceptable para Trump, eso podría acelerar el impulso de su Administración a las conversaciones de paz, informa AFP. “Lo que queremos saber es si están interesados en entablar algún tipo de conversación de paz o un esbozo del tipo de cosas que podrían considerar, reconociendo que ha sido una guerra costosa y sangrienta para los ucranios. Han sufrido mucho. Es difícil tras algo así hablar siquiera de concesiones, pero es la única manera de que esto termine y evitar más sufrimiento”, ha declarado Rubio, para a continuación añadir: “No voy a poner ninguna condición sobre lo que tienen o necesitan hacer. Creo que queremos escuchar para ver hasta dónde están dispuestos a llegar y luego compararlo con lo que quieren los rusos y ver lo lejos que estamos realmente”.

Otra de las cuestiones a abordar esta semana en Yeda será la posible firma del acuerdo de las tierras raras entre Kiev y Washington, que tenía que haber sido rubricado durante la visita de Zelenski a la Casa Blanca, pero que se frustró tras la salida precipitada del presidente ucranio tras la bronca en público de Trump. En sus declaraciones a Fox News, el presidente norteamericano aseguró que confía en que pronto se firme “un valioso” acuerdo sobre minerales con Kiev, pero no aludió directamente a las conversaciones de Yeda. Rubio se ha mostrado optimista, durante su charla con los periodistas mientras viajaba hacia Arabia Saudí, aunque ha insistido en que quedan muchos detalles por resolver sobre ese acuerdo.

Se estrecha el cerco en Kursk

En el campo de batalla, Rusia pisa el acelerador en Kursk, de donde quiere expulsar definitivamente a Ucrania para que su Gobierno no pueda utilizar este territorio como moneda de cambio en futuras conversaciones de paz. El último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés), centro estadounidense de análisis del conflicto, da cuenta de la toma de varias localidades próximas a Sudzha, la mayor ciudad de la zona ocupada, así como de la retirada de las tropas ucranias. El estudio emplea imágenes geolocalizadas e información difundida por los blogueros militares rusos.

El ejército ucranio llegó a ocupar 1.300 kilómetros cuadrados de Kursk con su ofensiva del pasado agosto, pero ha perdido más de 800 desde el pasado febrero, cuando las tropas de Moscú lanzaron una feroz operación que estos días se mantiene y que está cercando a los alrededor de 10.000 efectivos ucranios desplegados.

La agencia de inteligencia de defensa del Reino Unido también ha confirmado los avances rusos. “Las fuerzas rusas están ejerciendo una presión cada vez mayor sobre las ucranias en el saliente de Kursk, desde el oeste, el norte y el este”, afirma en su informe diario. El ejército de Ucrania “probablemente mantiene el control de aproximadamente 300 kilómetros cuadrados de territorio en Kursk”, añade.

Moscú, no obstante, ha declarado que no tiene intención de precipitarse en recuperar su territorio. “El ejército ruso no tiene un plazo para liberar la región, pero el Kremlin no tiene dudas de que será libre”, ha dicho este lunes Peskov.

El ejército de Ucrania ha asegurado este lunes que en los últimos dos días sus ataques han alcanzado refinerías de petróleo en dos regiones rusas, en concreto la de Novokúibychevsk, en la región rusa de Samara, y otra ien la región de Riazán, según ha confirmado el Estado Mayor de Kiev.

Fuera de Kursk, el Ministerio de Defensa ucranio ha informado de que los sistemas de defensa antiaérea derribaron durante la noche del domingo al lunes al menos 130 drones en diferentes provincias ucranias, mientras que otros 42 no lograron alcanzar sus objetivos. Este fin de semana, además, un ataque ruso contra la ciudad de Dobropillia, en la provincia de Donetsk, causó 11 muertos, entre ellos cinco niños, y varias decenas de heridos.