Los liberales de Canadá eligen al economista Mark Carney como sucesor de Justin Trudeau
El próximo primer ministro y líder de la formación, exgobernador de los bancos centrales de Canadá y de Inglaterra, tendrá que afrontar una tensa relación con Washington en plena guerra comercial lanzada por Trump
El economista Mark Carney ha sido elegido este domingo líder del Partido Liberal de Canadá. El exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra se impuso de forma abrumadora en la carrera interna de la formación. Carney sustituye a Justin Trudeau al frente del partido y del Gobierno. Tomará posesión como primer ministro canadiense en los próximos días. “Quiero daros las gracias, queridos liberales, por concederme el mayor honor de todos: servir como vuestro nuevo líder”, declaró Carney en su discurso de victoria, apuntando que ...
El economista Mark Carney ha sido elegido este domingo líder del Partido Liberal de Canadá. El exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra se impuso de forma abrumadora en la carrera interna de la formación. Carney sustituye a Justin Trudeau al frente del partido y del Gobierno. Tomará posesión como primer ministro canadiense en los próximos días. “Quiero daros las gracias, queridos liberales, por concederme el mayor honor de todos: servir como vuestro nuevo líder”, declaró Carney en su discurso de victoria, apuntando que tanto Donald Trump como Pierre Poilievre (líder de los conservadores) son un peligro para Canadá.
Los miembros de la formación liberal eligieron a Carney con el 85,9% de los votos. El político encabezaba las encuestas y las cifras de recaudación, además de sumar el mayor número de apoyos entre ministros y diputados, pero el porcentaje de victoria mostró que cuenta con un respaldo sumamente vigoroso dentro de su partido. Chrystia Freeland, viceprimera ministra y ministra de Finanzas hasta el pasado 16 de diciembre, ocupó la segunda posición con el 8%. La renuncia de Freeland a dichos cargos acentuó la crisis dentro del Gobierno liberal, provocando el anuncio de la dimisión de Trudeau como primer ministro el 6 de enero.
Antes de darse a conocer los resultados, Trudeau pronunció un discurso. “Cuando los liberales nos reunimos, siempre nos centramos en una cosa: el trabajo que aún nos queda por hacer para construir un país que siga siendo digno de todos los canadienses”, expresó. Trudeau se convirtió en líder de los liberales en 2013. Dos años después venció a los conservadores gracias a una combinación de magnetismo y de promesas de grandes cambios. Entre sus logros más importantes destacan la prestación federal para familias con hijos, un sistema nacional de guarderías y la legalización del cannabis recreativo. Y entre sus promesas incumplidas es posible citar una reforma electoral, el equilibrio presupuestario y una reducción considerable de las emisiones de gases de efecto invernadero. El político fue perdiendo popularidad con el paso de los años, aunque no solo como consecuencia del desgaste en el poder. Se recuerda su lista de escándalos por cercanos vínculos con las altas esferas económicas, su poca tolerancia a opiniones contrarias dentro de su equipo y su intención de buscar un cuarto mandato pese a las ráfagas de viento en contra. La tarea de que los liberales sigan gobernando recae ahora en Carney.
Mark Joseph Carney nació en 1965 en Fort Smith, ciudad perteneciente a los Territorios del Noroeste, aunque pasó su infancia y adolescencia en Edmonton (Alberta). Graduado como economista en Harvard y Oxford, trabajó algunos años en Goldman Sachs. Ingresó posteriormente en el Banco de Canadá, donde se desempeñó como gobernador entre 2008 y 2013, ocupando el mismo cargo en el Banco de Inglaterra entre 2013 y 2020. Después se convirtió en enviado especial de la ONU para la Acción Climática y la Financiación. Tras haber ocupado cargos en los consejos de administración de algunas firmas, fue nombrado por Trudeau consejero especial del Partido Liberal de Canadá. El primer ministro le ofreció el Ministerio de Finanzas, pero Carney rechazó la invitación y anunció su candidatura a la jefatura de la agrupación liberal el pasado 16 de enero.
El sistema parlamentario canadiense permite que el líder del partido en el poder pueda ejercer como primer ministro aunque no ocupe un escaño de diputado. El nutrido currículum de Mark Carney y sus propuestas convencieron a las huestes liberales pese a que no cuenta con tablas parlamentarias. Carney se enfocó en la primera parte de la campaña partidista en señalar que cuenta con la capacidad para “equilibrar la economía del país” gracias a su experiencia en política monetaria. Subrayó su intención de bajar varios impuestos y de gestionar de forma más estricta el presupuesto, aunque sin efectuar recortes en programas sociales.
Las hostilidades comerciales provocadas por Trump, mediante la imposición de aranceles a productos canadienses, se han convertido en la gran preocupación para los habitantes del país norteamericano. Ottawa respondió con las mismas cargas arancelarias, aunque Washington decretó una pausa hasta el dos de abril para bienes incluidos en el T-MEC. A raíz de este escenario, Carney puso especial énfasis durante los mítines de la campaña interna en asegurar que seguirá defendiendo a Canadá de los embates comerciales de Trump. “Hemos hecho de este país el mejor del mundo, y ahora nuestros vecinos quieren apoderarse de nosotros. ¡De ninguna manera lo permitiremos!”, declaró este domingo, citando en varios momentos que Trump ha cometido “una injusticia” con los aranceles.
Los trabajos parlamentarios se reanudarán el próximo 24 de marzo con un nuevo primer ministro. Las elecciones federales están programadas para octubre de este año, aunque dicha fecha parece ya sumamente improbable debido a que los partidos de oposición han señalado que no apoyarán un voto de confianza, para así propiciar la caída del Gobierno liberal. Además, diversos analistas señalan que Carney podría convocar a comicios anticipados aprovechando el repunte de su partido en los sondeos: la ventaja de los conservadores sobre los liberales ha pasado de 25 a ocho puntos porcentuales; incluso ubicándose en los márgenes de error con Carney como candidato en las papeletas de los comicios federales. Sin embargo, los tiempos electorales de Canadá ya no dependen únicamente de las decisiones en los pasillos políticos de Ottawa; también están condicionados en buena medida por los impactos de las acciones orquestadas desde la Casa Blanca. Una cifra ayuda a comprender este panorama: el 75% de las exportaciones canadienses son enviadas a suelo estadounidense.