La Fiscalía alemana cree que el atropello masivo de Múnich tuvo una “motivación islamista”

El afgano que hirió a 36 personas en una manifestación sindical confesó haberlo hecho “por razones religiosas”

Markus Soeder, primer ministro de Baviera, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier y Dieter Reiter, alcalde de Múnich, llevan flores al lugar del atropello masivo, este viernes.Ebrahim Noroozi (AP LaPresse)

El afgano de 24 años detenido el jueves tras herir a 36 personas, dos de ellas muy graves, al embestir con su coche a la multitud reunida en una manifestación sindical en Múnich, confesó a las autoridades haberlo hecho por “razones religiosas”. Esa declaración ha llevado a la Fiscalía alemana a privilegiar la tesis de “una motivación islamista”, según ha explicado este viernes en rueda de prensa la fiscal superior Gabriele Tilmann, directora de la Ofici...

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El afgano de 24 años detenido el jueves tras herir a 36 personas, dos de ellas muy graves, al embestir con su coche a la multitud reunida en una manifestación sindical en Múnich, confesó a las autoridades haberlo hecho por “razones religiosas”. Esa declaración ha llevado a la Fiscalía alemana a privilegiar la tesis de “una motivación islamista”, según ha explicado este viernes en rueda de prensa la fiscal superior Gabriele Tilmann, directora de la Oficina Central para la Lucha contra el Extremismo y el Terrorismo (ZET) de Baviera. Sin embargo, la fiscal se ha mostrado prudente y ha destacado que la investigación sobre el ataque está aún en una fase muy inicial.

Otros indicios ofrecidos por Tillman durante su comparecencia apuntan a la hipótesis religiosa. El hombre gritó “Allahu akbar [Dios es el más grande]” tras ser detenido por la Policía poco después del atropello y luego se puso a rezar. Sin embargo, a la Fiscalía no le consta que el acusado, identificado como Farhad N., que residía legalmente en Múnich, esté vinculado a una organización islamista. Las autoridades alemanas están analizando los contactos telefónicos del hombre y su actividad en las redes sociales, así como los datos de tráfico y de ubicación de las personas con las que Farhad N. ha estado en contacto, aunque no hay datos que apunten a posibles cómplices.

El sospechoso usó su automóvil, un Mini Cooper color blanco, para esquivar los furgones de la policía destinados en el lugar de la manifestación convocada por Verdi, la principal central sindical del sector de servicios, en el centro de la capital bávara, una ciudad sometida estos días a estrictas medidas de seguridad debido a la Conferencia de Seguridad de Múnich, que se celebra este fin de semana. Después, el hombre aumentó la velocidad para arrollar a los manifestantes, de los que 36 resultaron heridos, según la última cifra ofrecida por las autoridades alemanas. Uno de ellos es una niña de dos años que se encuentra ingresada en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de la capital bávara.

La Policía ha detallado que Farhad N. llegó a Alemania en 2016 como refugiado menor de edad sin acompañante. Vivía en un piso de alquiler en Múnich y había trabajado, entre otras cosas, como detective para evitar robos en tiendas para una empresa de seguridad. En Instagram, donde se presentaba como atleta de culturismo y modelo de fitness, los investigadores encontraron varias publicaciones con referencias religiosas. En una de ellas se leía: “¡Oh Alá, protégenos siempre!”, una invocación habitual entre los musulmanes que por sí misma no conlleva matices violentos. En otro mensaje, en un chat con un familiar escribió: “Quizás mañana ya no esté aquí”. En el interrogatorio se describió a sí mismo como una persona religiosa y frecuentaba una mezquita de la ciudad.

Los investigadores “no tienen indicios” que apunten a otras hipótesis, por ejemplo, la de problemas mentales, comentó Tilmann, como sí fue el caso de otros refugiados que han llevado a cabo ataques similares en los últimos meses en Alemania. Uno de ellos fue el médico saudí que atropelló y mató a seis personas en un mercadillo navideño de Magdeburgo, el 20 de diciembre, cuyo perfil era totalmente diferente: había apostatado del islam y simpatizaba con la extrema derecha alemana. La fiscal recalcó que el detenido por el atropello de Múnich será sometido a una evaluación psiquiátrica, pero que no ingresará en un centro para enfermos mentales, sino en prisión preventiva.

Inmigración y seguridad

Contrariamente a lo que dijo inicialmente el jueves el ministro de Interior de Baviera, Joachim Herrmann, el autor de este último atropello masivo residía legalmente en Alemania y no tenía la obligación de abandonar el país. Según ha aclarado la fiscal en su rueda de prensa, tampoco tiene antecedentes penales, como había informado erróneamente la policía de Múnich, y lo único que consta sobre él es un procedimiento por fraude a la oficina de empleo, porque no se dio de baja como desempleado a tiempo cuando empezó a trabajar. Este procedimiento se suspendió a cambio de una multa.

El atropello, ocurrido a diez días de las elecciones generales en Alemania, aviva aún más el debate sobre inmigración y seguridad en un país que en los dos últimos meses ha vivido tres ataques a manos de refugiados. El primero fue el ocurrido el 20 de diciembre en el mercado navideño de Magdeburgo. Apenas un mes después, el pasado 22 de enero, en el municipio bávaro de Aschaffenburg, un demandante de asilo afgano acuchilló a varias personas en un parque y mató a un niño de dos años y a un adulto, que acudió a proteger a los niños de una guardería. El tercero ha sido el atropello de este jueves en Múnich.

“La brutalidad de este acto nos ha conmocionado, ¡nos deja consternados!”, ha declarado este viernes el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, que ha acudido a depositar unas flores en el lugar del suceso, junto con el primer ministro de Baviera, Markus Söder, y el alcalde de Múnich, Dieter Reiter.

En vísperas de las elecciones del próximo 23 de febrero, el Ministerio de Interior alemán ha descartado que estos tres últimos atentados tengan vínculo alguno con los comicios. “No vemos ninguna relación con las elecciones al Bundestag [Parlamento] en lo que respecta a los actos ahora en Múnich, antes en Aschaffenburg y antes en Magdeburgo”, ha explicado un portavoz del Ministerio en rueda de prensa en Berlín.

Según el último sondeo publicado el jueves por la televisión pública alemana ARD, si las elecciones se celebraran este domingo, la Unión Cristianodemócrata (CDU) —junto con su partido hermanado, la Unión Cristianosocial (CSU)—, sería la fuerza más votada con un 32% y el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), la segunda con un 21%. El sábado pasado, miles de personas volvieron a salir a las calles en numerosas ciudades de Alemania para manifestarse contra cualquier tipo de colaboración con ese partido de ultraderecha, después de que la semana anterior, el líder de la favorita CDU, Friedrich Merz, aceptara los votos de AfD para sacar adelante una moción parlamentaria para limitar la entrada de inmigrantes en el país.

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