El Partido Demócrata elige a Ken Martin como presidente para coordinar la oposición a Trump

El hasta ahora líder de los demócratas en Minnesota llama a recuperar el apoyo de la clase trabajadora

Ken Martin, este sábado, en su intervención en la reunión del Comité Nacional Demócrata en Washington.Rod Lamkey (AP)

La derrota ante Donald Trump y los republicanos en las elecciones del pasado 5 de noviembre dejó al Partido Demócrata desnortado y sumido en una profunda depresión. Con Trump en la Casa Blanca, minoría en las dos cámaras del Capitolio y un Tribunal Supremo conservador, los demócratas pasan una travesía del desierto en la política nacional estadounidense. Este sábado, han elegido a Ken Martin como presidente del Comité Nacional Demócrata (DNC) para tratar de coordinar la oposición, recuperar el apoyo de la clase trabajadora y plantar cara en las elecciones legislativas del año próximo. “Estamos en camino. Este es un nuevo Partido Demócrata. Nos estamos quitando los guantes”, advirtió tras ser elegido.

En Estados Unidos no hay formalmente un líder de la oposición. Lo habitual es que el candidato derrotado en las urnas, como fue el caso de Kamala Harris, dé un paso a un lado y no asuma esa tarea. En el Congreso, los líderes del grupo parlamentario asumen un cierto protagonismo, en este caso Charles Schumer, en el Senado, y Hakeem Jeffries, en la Cámara de Representantes, ambos en minoría. Junto a esas figuras está la del líder del aparato del partido, en este caso el Comité Nacional Demócrata. No tiene habitualmente un perfil alto ante la opinión pública, pero es el responsable de tener la maquinaria de la oposición a punto. Marin sustituye en el puesto a Jaime Harrison, que renunció a presentarse para un nuevo mandato.

Para esa responsabilidad, los demócratas han elegido este sábado en Washington, en primera votación y por amplia mayoría, a Kevin Martin. Obtuvo 246 votos de los 426 emitidos. Su principal rival fue el líder del partido en Wisconsin, Ben Wikler, que se quedó en 134 votos pese a contar con el respaldo de los principales donantes y líderes demócratas en el Congreso.

Martin era desde 2011 el presidente del Partido Demócrata-Campesino-Laboral (DFL) de Minnesota y desde 2017 presidente de la Asociación de Presidentes Demócratas Estatales (ASDC), que agrupa a los diferentes líderes estatales del partido y en la que ha trabado lazos que le han ayudado a resultar elegido. En su discurso de aceptación, el recién elegido presidente del DNC se comprometió a pedir responsabilidades a la administración Trump, unir y trazar un nuevo camino para el Partido Demócrata y luchar por las familias trabajadoras.

“El Partido Demócrata es el partido de la gente trabajadora, y es hora de arremangarse y superar a todos en todas partes, en cada elección y en cada nivel de gobierno, y espero trabajar con esta próxima generación de liderazgo para construir un Partido que una a Estados Unidos”, dijo Martin. “Las elecciones de hoy marcan un nuevo capítulo en el liderazgo del DNC, y Donald Trump y sus aliados multimillonarios están avisados: les haremos rendir cuentas por estafar a las familias trabajadoras, y les venceremos en las urnas”.

La primera tarea de Martin será completar la autopsia de la derrota electoral de las elecciones de noviembre pasado. El Partido Demócrata quiere entender bien por qué la clase trabajadora, un tradicional caladero de votos progresistas, apoyó mayoritariamente a Donald Trump. Después de eso, tocará empezar a pensar en las elecciones legislativas de mitad de mandato de Trump, que se celebran el 3 de noviembre de 2026.

En esas elecciones se renovará la totalidad de la Cámara de Representantes y 35 de los 100 escaños del Senado. Mientras que en la Cámara baja, donde los demócratas perdieron en noviembre pasado por un estrecho margen, todas las posibilidades están abiertas, en el Senado las elecciones se presentan complicadas, aunque estén en juego 22 puestos republicanos y 13 demócratas.

Los demócratas ponen en juego escaños de senador por Míchigan y Georgia, dos Estados en los que Trump ganó en noviembre. Por su parte, los republicanos solo tienen una senadora que renueva su puesto en territorio demócrata, pero se trata de Susan Collins, de Maine, más centrada y muy consolidada, que lleva ganando las elecciones allí desde 1996. El otro puesto que los republicanos se juegan en un Estado disputado es en Carolina del Norte. En el resto, sería una debacle perder su puesto, de modo que a lo más que parecen poder aspirar los demócratas es a reducir la mayoría de 53 a 47 con que cuentan los republicanos en el Senado.

Experiencia de campaña

Martin, casado y con dos hijos, tiene una larga experiencia en campañas electorales. Antes de su elección como líder del partido en Minnesota, desempeñó responsabilidades en la campaña Mark Dayton, que fue elegido gobernador de dicho Estado en 2010. También participó en papeles clave en las campañas de dos candidatos presidenciales demócratas que fueron derrotados en las urnas: John Kerry, en 2004, y Al Gore, en 2000.

El nuevo presidente del Comité Nacional Demócrata hizo campaña con un programa que resumía en tres lemas: Construir para Ganar, Construir para Expandir, Construir para Durar. Con el primero se refiere a reforzar la infraestructura y la movilización del partido. La segunda, presentar candidatos a todas las elecciones y darles su apoyo. Construir para durar se refiere a planificar, organizar e implementar una estrategia a 10 años para alinear la infraestructura, las alianzas y las personas que necesita el Partido Demócrata para ganar. “Debemos escuchar a los votantes y estar dispuestos a profundizar y recentrar la agenda demócrata para restablecer quiénes somos a los ojos de los votantes estadounidenses”, sostiene.

Martin, de 51 años, el primer hombre blanco que preside el partido desde 2011, prometió no dar la espalda al compromiso con la diversidad, igualdad e inclusión que se ha convertido en una de las señas de identidad del Partido Demócrata y contra la que Trump arremete cada vez que tiene ocasión.


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