Rusia toma la ciudad ucrania de Kurájove después de casi tres meses de asedio

A dos semanas de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, se acelera la actividad en los frentes abiertos en la guerra de Ucrania. A 10.000 kilómetros de Washington, los ejércitos ruso y ucranio intentan hacerse con el mayor territorio del enemigo posible de cara a una hipotética negociación que ponga fin al conflicto que inició la invasión de Rusia a gran escala hace casi tres años, tal y como prometió en campaña el presidente electo de EE UU. Los últimos movimientos de tropas evidencian que hay prisa...

A dos semanas de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, se acelera la actividad en los frentes abiertos en la guerra de Ucrania. A 10.000 kilómetros de Washington, los ejércitos ruso y ucranio intentan hacerse con el mayor territorio del enemigo posible de cara a una hipotética negociación que ponga fin al conflicto que inició la invasión de Rusia a gran escala hace casi tres años, tal y como prometió en campaña el presidente electo de EE UU. Los últimos movimientos de tropas evidencian que hay prisas: en la región rusa de Kursk, Ucrania prosigue con la contraofensiva lanzada este domingo, después de un otoño resistiendo los intentos rusos por expulsarlos. Y en los frentes en territorio ucranio también se producen avances, principalmente en la provincia de Donetsk, donde este lunes el Ministerio de Defensa ruso ha declarado la ocupación total de la ciudad de Kurájove, sitiada por norte, sur y este desde hace tres meses.

La información sobre Kurájove no ha sido confirmada ni desmentida por Ucrania, que solo menciona en el informe diario del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas haber “detenido 27 ataques” en dirección a este municipio y haber sufrido otros 13 hacia Vremivka, otra localidad a pocos kilómetros al suroeste. No obstante, el grupo de análisis de referencia DeepState, que monitoriza la evolución del conflicto utilizando fuentes abiertas, muestra la mayor parte de Kurájove bajo control ruso.

También confirma los avances rusos “en medio de continuas operaciones ofensivas” el think tank estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés) en su informe diario, citando el análisis de imágenes geolocalizadas que revelan asimismo que las fuerzas rusas se aproximan a Dachne y Petropavlivka, dos poblaciones al oeste de la ciudad tomada. “Las imágenes publicadas el 5 de enero muestran a elementos de la 114.ª Brigada de Fusileros Motorizados rusa izando una bandera en el centro de Petropavlivka, lo que indica que las fuerzas rusas probablemente tomaron recientemente el asentamiento”, dice la publicación. A mediodía de este lunes, el Ministerio de Defensa ruso ha anunciado la captura de Dachne.

El Ministerio de Defensa ruso ha descrito Kurájove en un comunicado como una “poderosa zona fortificada” por el ejército ucranio “con una red desarrollada de puestos de tiro y comunicaciones subterráneas”. Según afirma también, el ejército ucranio ha perdido el 80% de su personal, más de 12.000 soldados, durante los más de 80 días de enfrentamientos en torno a Kurájove, aunque esta información no se ha podido comprobar de manera independiente.

Rusia está avanzando paulatinamente, pero sin interrupciones desde el pasado verano, sin que el ejército ucranio haya podido evitarlo. Ciudades como Vugledar y Selídove han caído en estos meses, y las tropas de Moscú se aproximan cada vez más a Pokrovsk, una localidad a 32 kilómetros de Kurájove que es clave en la defensa de la región de Donbás y que también lleva meses bajo la amenaza de caer en manos rusas. Sin embargo, el analista militar y director del think tank New Geopolitic Research Network, Mijailo Samus, resta importancia a este movimiento y cree que la toma de Pokrovsk no será tan fácil. “Hace meses que muchos periodistas dicen que Pokrovsk va a caer y no ha ocurrido. Llevan medio año intentándolo, sin éxito”, enfatiza.

La batalla por Kurájove comenzó el 16 de octubre de 2024, aunque desde el pasado verano las fuerzas rusas ya se reagruparon al norte, sur y este de la ciudad, intentando rodear a las tropas ucranias. Hace tres meses, casi vacía de población, era una ciudad fantasma, como pudo comprobar EL PAÍS durante una visita con varias brigadas que operaban en la zona. Entonces, los soldados involucrados en la defensa de la ciudad se quejaban de la falta de refuerzos para hacer frente a los embates enemigos. “Probablemente, veremos pronto que Kurájove sigue el mismo destino” que otras localidades sitiadas, advertía Eugene Churbanov, subcomandante de inteligencia de batallón de la 46ª Brigada Aerotransportada, allí presente.

Importante centro logístico

La importancia de Kurájove, que antes de la guerra tenía más de 22.000 habitantes, radica en que con su conquista Rusia se asegura el control del sur de la provincia de Donetsk, de la que ya tiene el 66% de su superficie, según el ISW, y podrá reducir la intensidad de los bombardeos de artillería ucranios hacia territorio ocupado por el ejército invasor. Según el Ministerio de Defensa ruso, “establecer el control sobre este importante centro logístico complica significativamente el apoyo logístico y técnico de las Fuerzas Armadas de Ucrania, privando al régimen de Kiev de la oportunidad de disparar con sistemas de artillería contra la población civil de la ciudad de Donetsk”.

Kurájove era un importante nodo de la defensa ucrania que permitía el control de comunicaciones clave que ahora podrán ser utilizadas por el ejército ruso para desarrollar su ofensiva. Además, la captura de la ciudad puede favorecer dos operaciones militares relevantes: el cerco de las tropas ucranias en la zona de Velikaya Novoselka y la apertura del camino hacia la mencionada Pokrovsk. Desde el punto de vista económico, Kurájove, que posee una central eléctrica, es uno de los últimos centros mineros que todavía no controlaba Rusia en Donetsk.

Para Samus, la captura de Kurájove no cambia la situación de manera sustancial a nivel operativo. “Rusia quiere ocupar ciudades y pierde muchos soldados y tanques para lograrlo, pero lo único que hay detrás es la loca estrategia de Putin, que quiere tomar el mayor territorio posible de Ucrania para tener algo con lo que negociar con Trump”, sostiene.

Mientras Ucrania se defiende en Donetsk y otros frentes, en la región rusa de Kursk pasó este domingo a la ofensiva después de meses de resistiendo los intentos rusos por expulsarlos. Este lunes, blogueros de guerra prorrusos, que tienen conocimientos militares e incluso acceso directo a las tropas y al frente de batalla, han subrayado que por segundo día consecutivo se están librando intensos combates. “Las tropas ucranias avanzan en la zona de Berdin, con el objetivo de llegar a la carretera que conduce a Bolshoye Soldatskoye y desde allí, a través del cruce de la circunvalación de Sudzha, hasta la carretera a Kurchatov”, describe WarGonzo.

En su mensaje diario nocturno de este lunes, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, ha asegurado que las tropas rusas han sufrido cuantiosas bajas en los cinco meses que lleva abierto este frente. “Durante la operación en Kursk, el enemigo ha perdido más de 38.000 soldados solo en esa dirección, de las que casi 15.000 han sido pérdidas irreversibles” ha afirmado.

Herramienta negociadora

El pasado octubre, Zelenski hizo hincapié en los beneficios estratégicos de la operación en Kursk, describiéndola como una herramienta para reforzar el poder de negociación de Ucrania. “Kursk es el principal problema para Putin. No puede venderle a Trump que está ganando la guerra porque tiene a tropas ucranias llevando a cabo operaciones en territorio ruso”, afirma Samus.

Más recientemente se ha pronunciado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, quien este lunes en una rueda de prensa en Seúl ha declarado que el control del ejército ucranio de una parte de la región de Kursk “es importante, porque es sin duda un elemento a tener en cuenta en cualquier negociación que pueda tener lugar el próximo año“, en referencia al inicio de la presidencia de Trump.

En una entrevista de tres horas con el informático y podcaster estadounidense Lex Fridman transmitida el domingo, Zelenski expresó que sigue teniendo la esperanza de que Trump ofrezca garantías de seguridad a Ucrania y desempeñe un papel decisivo para forzar a Moscú a poner fin a la guerra.

Según una fuente militar ucrania citada por el diario Kyiv Post, Ucrania sigue controlando 800 kilómetros cuadrados en Kursk, de los 1.100 que llegaron a ocupar en la incursión relámpago lanzada el pasado 6 de agosto. La web de noticias militar Militarnyi, sin embargo, estima que se ha perdido la mitad del territorio inicialmente ocupado.