El PS aleja la crisis política en Portugal al permitir aprobar los Presupuestos a Luís Montenegro

El líder socialista, Pedro Nuno Santos, anuncia la abstención de su partido a las cuentas del Ejecutivo de centroderecha para evitar las terceras elecciones en tres años

El líder del Partido Socialista portugués, Pedro Nuno Santos, en octubre, en Estoril.Horacio Villalobos (Corbis via Getty Images)

Portugal tendrá nuevos Presupuestos en 2025 y cierra la puerta a una incertidumbre política que podría haber desembocado en elecciones, que habrían sido las terceras en tres años. El Partido Socialista (PS), principal fuerza de la oposición, se abstendrá en la votación para permitir así que el proyecto presentado por el G...

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Portugal tendrá nuevos Presupuestos en 2025 y cierra la puerta a una incertidumbre política que podría haber desembocado en elecciones, que habrían sido las terceras en tres años. El Partido Socialista (PS), principal fuerza de la oposición, se abstendrá en la votación para permitir así que el proyecto presentado por el Gobierno, una coalición de centroderecha que lidera Luís Montenegro y que carece de mayoría en el Parlamento, salga adelante.

“Si los Presupuestos no se aprueban, podría conducir a la celebración de las terceras elecciones legislativas en menos de tres años, sin una perspectiva de que el resultado fuese una mayoría estable”, señaló a última hora del jueves el líder socialista, Pedro Nuno Santos, en la sede de su partido. Justificaba, así, su posición. No obstante, Nunes también advirtió que nada les ata al Ejecutivo de Montenegro. “Es un Gobierno aislado, más minoritario que nunca y totalmente dependiente del mayor partido de la oposición, el PS. Nosotros no tenemos un compromiso con él, pero sí con los portugueses”, escribió en la red social X (antes Twitter).

Aunque la propuesta será debatida y votada en la próxima reunión de la comisión política nacional del PS, convocada para el próximo lunes, la abstención defendida por su líder despeja la gran incógnita que se ha vivido en la política portuguesa en los últimos meses. Sería un giro inesperado que la comisión política rechazase la propuesta de su líder, teniendo en cuenta la existencia de una corriente que apostaba por dejar vía libre al Gobierno para el próximo año.

Debate interno

En la propia familia socialista había una división respecto a la línea a seguir: el ala más centrista era partidaria de permitir que el Gobierno aprobase los Presupuestos, mientras que la más izquierdista, en la que tradicionalmente se ha ubicado a Santos, se inclinaba por votar en contra.

En los últimos días habían arreciado las presiones sobre el PS, que perdió las elecciones en marzo por escaso margen respecto a la coalición Alianza Democrática, para que ahorrase una nueva crisis política en el país. Aunque el Gobierno podría trabajar con presupuestos prorrogados en 2025, existía el riesgo de que el presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa, disolviese el Parlamento y convocase elecciones anticipadas. El precedente lo estrenó el propio de jefe de Estado en 2021, cuando finiquitó la legislatura después de que la oposición tumbase los Presupuestos del Gobierno del socialista António Costa.

El primer ministro Montenegro celebró la noticia desde Bruselas y elogió “el sentido de responsabilidad” del centroizquierda. El Gobierno fue incapaz de llegar a acuerdos parlamentarios con ninguna fuerza para garantizarse una mayoría que apoyase los Presupuestos en el pleno que se celebrará a finales de octubre, a pesar de que negoció a izquierda a derecha.

Encuentros de Montenegro con la ultraderecha

La principal apuesta del Gobierno en público siempre había sido la negociación con los socialistas, aunque en privado mantuvieron también varios encuentros con el líder de la ultraderechista, André Ventura, de los que no se informó al país hasta que Ventura los desveló en varias entrevistas. Montenegro se negó a confirmar si se había reunido en cinco ocasiones —cuatro secretas y una pública— con el dirigente de Chega (la formación populista de Ventura), aunque negó que le hubiese ofrecido entrar en el Gobierno en el futuro, como había afirmado su contraparte.

Chega ha cambiado varias veces de criterio respecto a la votación presupuestaria, pero sus 50 diputados —el tercer grupo más importante de la Asamblea de la República— acabarán votando en contra. “Es una traición profunda a la derecha y a su electorado”, censuró Ventura, que critica la subida de impuestos indirectos para compensar la rebaja en los directos. “Sigue la misma lógica que los presupuestos del PS”, criticó.

El proyecto de Presupuestos contempla algunas medidas exigidas por los socialistas en materia fiscal, como una reforma del IRPF dirigido a menores de 35 años (IRS Jovem) que profundiza en la progresividad. El diseño inicial del Gobierno consolidaba en la práctica un régimen alternativo sin progresividad que mereció las críticas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Además, se reducirá el Impuesto de Sociedades (IRC, como se conoce en Portugal) del 21% al 20%.

Con la garantía de que los Presupuestos saldrán adelante en el Parlamento, el Gobierno gana tiempo y se garantiza un mínimo de dos años de legislatura. Aun en el caso de que no obtenga apoyos para aprobar los de 2026, la Cámara ya no podrá ser disuelta por el presidente de la República, que tiene esa prerrogativa pero que está impedido de utilizarla en los últimos seis meses de su mandato. En esa situación estará Rebelo de Sousa en el segundo semestre de 2025.

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