La extensión de la guerra por parte de Israel moviliza a todos los grupos apoyados por Irán

Milicias aliadas de Hezbolá y Teherán intensifican sus ataques contra objetivos israelíes y estadounidenses en Irak, Siria y Yemen para intentar aliviar parte de la presión sobre Líbano

Una multitud se reúne para lamentar la muerte del líder de Hezbolá del Líbano, Hasan Nasralá, en Teherán, Irán, este lunes.Foto: Majid Asgaripour (West Asia News Agency/REUTERS) | Vídeo: EPV

A la sombra de la ofensiva israelí en Líbano y de la acumulación de reveses para Hezbolá, grupos armados de la región aliados con el partido-milicia libanés y respaldados por Irán han intensificado en las últimas semanas sus ataques a Israel en un aparente intento de forzarle a desviar parte de su atención y recursos hacia otros frentes. El aumento de su actividad, que en menor med...

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A la sombra de la ofensiva israelí en Líbano y de la acumulación de reveses para Hezbolá, grupos armados de la región aliados con el partido-milicia libanés y respaldados por Irán han intensificado en las últimas semanas sus ataques a Israel en un aparente intento de forzarle a desviar parte de su atención y recursos hacia otros frentes. El aumento de su actividad, que en menor medida también se ha dirigido contra posiciones de Estados Unidos en la zona, se produce después de que en los últimos meses estos mismos grupos hubieran profundizado su cooperación y la coordinación de sus acciones como respuesta a la ofensiva israelí en Gaza.

Los principales grupos que integran el llamado Eje de la Resistencia liderado por Irán, y entre los que se cuentan Hezbolá, el movimiento hutí de Yemen y facciones iraquíes, ya contaban con una sala de operaciones conjunta para coordinar sus acciones regionales, principalmente dirigidas contra Estados Unidos e Israel, antes de la guerra contra Gaza. Pero ha sido a raíz de este conflicto que en los últimos meses han reforzado sus lazos y su cooperación, incluido reuniones de alto nivel celebradas recientemente en Teherán y en Bagdad.

Uno de los ámbitos en los que más esfuerzos parecen haber invertido es en el desarrollo de las capacidades de los combatientes iraquíes en materia de misiles y drones, que son el principal medio a su disposición para atacar a Israel. En julio, un comandante hutí experto en drones murió en un ataque estadounidense a una base iraquí cerca de Bagdad, según medios iraníes. Y un mes antes, los hutíes y la Resistencia Islámica en Irak, una coalición de guerrillas apoyadas por Irán, reivindicaron por primera vez un ataque con dron conjunto contra Israel.

Los grupos de la Resistencia Islámica en Irak han sido precisamente los que en los últimos días más han incrementado el número de ataques a Israel, aunque en ocasiones reivindican acciones que no está claro que se hayan producido. Este lunes, en línea con su ritmo de actividad reciente, declararon haber alcanzado con misiles y drones cuatro objetivos en Israel, incluidos dos en Haifa. Pero pese a sus decenas de ataques, las milicias iraquíes no han sido capaces hasta la fecha de presentar a Israel una amenaza similar a la de los hutíes o Hezbolá.

Miembros de la Resistencia Islámica en Irak también han vuelto a amenazar recientemente con reanudar sus ataques en Irak contra posiciones de Estados Unidos. Entre octubre de 2023 y enero se registraron más de 170 ataques contra fuerzas estadounidenses en Irak y Siria por el apoyo de Washington a Israel y para intentar forzar su retirada de la zona. Estas acciones se suspendieron en gran medida tras un ataque a una base militar en Jordania que mató a tres soldados estadounidenses, pero se reanudaron a mediados de julio y amagan ahora con acelerarse. Desde la expansión de la ofensiva israelí en Líbano, los combatientes iraquíes también han declarado estar dispuestos a enviar asistencia y efectivos a Hezbolá.

Algunos de estos grupos iraquíes parecen estar asimismo detrás de los ataques recientes contra posiciones estadounidenses en Siria, incluidos al menos dos atribuidos a ellos por medios de comunicación sirios en la segunda mitad de septiembre. En paralelo, medios de la oposición siria informaron el sábado de varios bombardeos aéreos sin reivindicar contra posiciones y objetivos de guerrillas apoyadas por Irán en la provincia de Deir Ezzor, en el este del país. Y en las últimas dos semanas, Israel, que lleva años bombardeando en Siria, ha admitido haber ejecutado un ataque aéreo cerca de Damasco en el que mató a un miembro destacado de una milicia iraquí. El ejército israelí también ha bombardeado recientemente puntos de la frontera entre Siria y Líbano bajo el pretexto de querer cortar líneas de suministro de Hezbolá.

Desde Yemen, los hutíes reivindicaron el fin de semana tres ataques a Israel, incluido uno contra Tel Aviv y el cercano aeropuerto internacional de Ben-Gurión, y un cuarto contra tres buques de guerra de Estados Unidos en el mar Rojo. Todos fueron interceptados. El domingo, Israel bombardeó Yemen y mató al menos a cuatro personas, según el Ministerio de Sanidad local. Un intercambio de golpes parecido en julio dejó un muerto en Israel y al menos 14 en Yemen.

Como parte de su declarada campaña para presionar a Israel y a sus aliados para poner fin a la guerra contra Gaza, los hutíes no han dejado de atacar desde el pasado noviembre a buques mercantes y de guerra en el mar Rojo, una de las principales arterias comerciales del mundo. A mediados de septiembre, como consecuencia de estas acciones, el tráfico marítimo por esta vía había caído casi un 70% respecto al año anterior, según datos de la plataforma Portwatch, gestionada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Universidad de Oxford.

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