Le Pen se juega su inhabilitación política en un juicio por desvío de fondos europeos

La líder ultraderechista y otros 24 miembros de su partido serán juzgados hasta noviembre por utilizar partidas comunitarias destinadas a asistentes en Bruselas para sufragar gastos de la formación en Francia

Jordan Bardella y Marine Le Pen, líderes del ultraderechista Reagrupamiento Nacional, salen del Palacio del Elíseo el pasado 26 de agosto, en París.Thomas Padilla (Associated Press/LaPresse)

Marine Le Pen, líder del ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN), se sienta este lunes a las 13.30 en el banquillo de los acusados en el tribunal de París por un caso de desvío de fondos europeos a su partido. Su llegada al Palacio de Justicia, antes de que toda la escena política francesa saltara por los aires con la disolución de la Asamblea Nacional el pasado junio, iba a ser el momento más relevante de la rentrée. No solo por la envergadura d...

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Marine Le Pen, líder del ultraderechista Reagrupamiento Nacional (RN), se sienta este lunes a las 13.30 en el banquillo de los acusados en el tribunal de París por un caso de desvío de fondos europeos a su partido. Su llegada al Palacio de Justicia, antes de que toda la escena política francesa saltara por los aires con la disolución de la Asamblea Nacional el pasado junio, iba a ser el momento más relevante de la rentrée. No solo por la envergadura de los personajes que se sientan en el banquillo de los acusados, 27 miembros de su partido y la propia formación como persona jurídica, sino por las consecuencias que podría tener un desenlace negativo para su principal protagonista: una inhabilitación política que pondría en riesgo su participación en las elecciones presidenciales de 2027.

El denominado escándalo de empleos ficticios fue, supuestamente, una acción dirigida por la cúpula del partido de extrema derecha francés de Le Pen para utilizar los fondos que recibía de Bruselas entre 2009 y 2017, un periodo en el que el partido tenía mucha más presencia en Europa ―y por tanto subvenciones― que en Francia, para funciones fuera de su perímetro legal. Bruselas elevó entonces a 6,8 millones de euros el montante del que se benefició el RN a través de un “sistema fraudulento de desvío de fondos” que, fundamentalmente, destinaba el dinero para pagar asistentes en el Parlamento Europeo a asuntos domésticos de la formación en Francia.

Los acusados son sospechosos, según los magistrados franceses que llevaron a cabo la instrucción desde finales de 2016, de haber puesto en marcha “de manera concertada y deliberada” durante ese periodo un “sistema de desvío” de los 21.000 euros mensuales asignados por la UE a cada eurodiputado para remunerar a sus asistentes parlamentarios. Estos últimos habrían trabajado en realidad todo o parte de su tiempo para el RN, permitiendo así al partido un ahorro considerable en salarios.

Le Pen, que siempre ha negado estas acusaciones, se sentará en el banquillo por malversación de fondos públicos y complicidad. Se enfrenta, entre otras cosas, a una pena de inhabilitación de hasta 10 años, lo que podría afectar a sus aspiraciones para las elecciones presidenciales de 2027. Pero en el partido confían en poder dilatar la resolución definitiva para sortear el momento clave de los comicios.

Si la inhabilitación se dicta con suspensión de la pena, como ocurrió con los acusados del Movimiento Demócrata ―el otro partido político francés que pasó por un proceso parecido―, no se aplicaría a menos que Le Pen cometa otra infracción dentro del periodo fijado por el tribunal. En el caso de una pena firme, los recursos podrían jugar a favor de la futura candidata y permitirle sortear los plazos electorales. La decisión debería conocerse a principios de 2025.

El padre de la actual líder del RN, el fundador del antiguo Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, de 96 años, así como otros 11 eurodiputados en ese periodo, como Louis Aliot (actual alcalde de Perpiñán) y el propio RN, también están acusados. Se les reprocha haber malversado fondos públicos y ser cómplices de ese delito. Jean-Marie Le Pen, sin embargo, no estará presente en el juicio debido a su estado de salud, considerado incompatible con una audiencia. De hecho, su presencia en la televisión, bastante regular hasta que se determinó su estado de salud, ha sido ya cancelada.

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Los expertos que examinaron en su domicilio el pasado 19 de junio al expresidente y cofundador del Frente Nacional ―que en 2018 se convirtió en el RN―, pudieron constatar “un profundo deterioro de sus capacidades físicas y psicológicas”, informó Bénédicte de Perthuis, presidenta de la 11ª cámara correccional del tribunal judicial de París.

El proceso tiene un impacto directo en la vida política francesa, justo en el momento en el que el partido de Le Pen se ha convertido en el árbitro de la contienda. Tras un resultado imprevisto en las últimas elecciones, mucho peor de que lo que la formación auguraba, Macron dio alas al RN al rechazar la propuesta de la izquierda para formar gobierno. El partido ultraderechista ―con 126 diputados y 10 millones de votos― tiene ahora mismo la llave de la continuidad del nuevo Ejecutivo del primer ministro, el conservador Michel Barnier.

Petición de la Eurocámara

Las primeras pesquisas comenzaron en 2015 cuando el Parlamento Europeo pidió al organismo antifraude comunitario que analizara si, como sospechaba, el RN había cometido irregularidades con los sueldos de sus asistentes parlamentarios. Los fondos europeos no solo fueron usados para pagar a colaboradores que trabajaban en realidad para el partido, sino que algunos acumularon contratos de forma indebida, agregaban los investigadores en el informe de 98 páginas que entregaron a la juez de instrucción que lleva el caso en París, Claire Thépaut, el pasado 15 de febrero. Los autores del documento consideran que hay suficientes elementos como para procesar por “desvío de fondos públicos” o por “ocultación” de ese delito a 17 dirigentes, políticos electos y personas cercanas al partido de extrema derecha.

Marine Le Pen ha rechazado repetidamente su culpabilidad en este asunto y su partido insistió en que su líder “no ha cometido ninguna infracción ni irregularidad”, y en que el proceso le permitirá defenderse sobre el fondo y “hacer valer sus argumentos de sentido común”. Sin embargo, muchos creen que el miedo a ser condenada la empujó a fabricar un relevo como el joven Jordan Bardella, actualmente presidente del partido y último candidato a las elecciones europeas.

Bardella fue, durante algunos meses en 2015, asistente parlamentario de Jean-François Jalkh. Sin embargo, no figura entre los 12 exasistentes parlamentarios juzgados en este caso en los tribunales franceses. A pesar de ello, el libro publicado este septiembre La Machine à gagner. Révélations sur le RN en marche vers l’Elysée (La máquina ganadora. Revelaciones sobre la marcha de RN hacia el Elíseo), donde el periodista de Tristan Berteloot investiga el lado oscuro del funcionamiento y ascenso del RN, el nombre de Bardella sí aparece en el organigrama del Frente Nacional en febrero de 2015.

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