Estados Unidos presenta cargos contra los líderes de Hamás por el ataque del 7 de octubre

La acusación desvelada este martes por el Departamento de Justicia es un gesto sin consecuencias prácticas inmediatas

El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, en una imagen del pasado agosto.JIM LO SCALZO (EFE)

El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este martes un pliego de cargos por terrorismo, conspiración de asesinato y evasión de sanciones contra seis altos dirigentes de Hamás por su papel en “la planificación, el apoyo y la perpetración de las atrocidades terroristas que Hamás cometió en Israel el 7 de octubre de 2023″, con los asesinatos y secuestros de civiles inocentes, entre ellos ciudadanos estadounidenses. El escrito de acusación, de 38 páginas, es un gesto sin consecuencias prácticas inmediatas, puesto que cuatro de los acusados han muerto y los otros dos están en paradero desconocido y no pueden, por tanto, ser sometidos a la actuación de la justicia.

Los acusados son altos dirigentes de Hamás que han orquestado, supervisado y apoyado la campaña terrorista de Hamás durante décadas, incluidas las masacres del 7 de octubre. Ellos y sus cómplices controlan todos los aspectos de la organización terrorista, incluidas sus ramas política y militar, conocidas como Politburó y Brigadas Izz al-Din al-Qassam (Brigadas al-Qassam).

Entre ellos está Ismail Haniya, que fue el presidente del Politburó de Hamás desde 2017 hasta su asesinato en Irán del pasado 31 de julio. Antes de 2017, Haniya fue vicepresidente del Politburó y líder de Hamás en la Franja de Gaza. Haniya residía principalmente en Turquía y Qatar. También figura Yahya Sinwar, también conocido como Abu Ibrahim, de 61 años, el nuevo líder de Hamás. Antes, desde aproximadamente 2017, fue el líder de Hamás en la Franja de Gaza, y es uno de los fundadores de las Brigadas al-Qassam. Sinwar tiene su base principal en la Franja de Gaza.

Muhammad al Masri y Marwan Issa, también conocido como Abu Baraa, ambos fallecidos, son otros dos de los acusados. La acción del Departamento de Justicia se dirige también contra Jaled Meshaal, también conocido como Abu al-Waleed, de 68 años, y contra Ali Baraka, de 57 años, con responsabilidades en la organización fuera de la Franja de Gaza y Cisjordania. El primero reside principalmente en Qatar y el segundo en Líbano, según Estados Unidos.

La denuncia imputa a cada uno de los acusados diversos delitos: conspirar para proporcionar apoyo material a una organización terrorista extranjera con resultado de muerte, lo que conlleva una pena máxima de cadena perpetua; conspirar para proporcionar apoyo material a actos de terrorismo con resultado de muerte, con la misma pena; conspirar para asesinar a ciudadanos estadounidenses fuera de Estados Unidos, lo que también implica una pena máxima de cadena perpetua; conspiración para bombardear un lugar de uso público con resultado de muerte, que conlleva una pena máxima de muerte o cadena perpetua; conspiración para utilizar armas de destrucción masiva con resultado de muerte, que conlleva una pena máxima de muerte o cadena perpetua; conspiración para financiar el terrorismo, que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión, y conspiración para violar la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que conlleva una pena máxima de 20 años de prisión. Un juez federal de distrito determinará la sentencia.

“Acto de terrorismo”

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“El Departamento de Justicia ha acusado a Yahya Sinwar y a otros altos dirigentes de Hamás de financiar, dirigir y supervisar una campaña de décadas para asesinar a ciudadanos estadounidenses y poner en peligro la seguridad nacional de Estados Unidos”, declaró el fiscal general, Merrick B. Garland. “El 7 de octubre, los terroristas de Hamás, dirigidos por estos acusados, asesinaron a casi 1.200 personas, entre ellas más de 40 estadounidenses, y secuestraron a cientos de civiles. Este fin de semana, nos enteramos de que Hamás asesinó a otras seis personas que había secuestrado y mantenido cautivas durante casi un año, entre ellas Hersh Goldberg-Polin, un israelí-estadounidense de 23 años. Estamos investigando el asesinato de Hersh, y todos y cada uno de los brutales asesinatos de estadounidenses cometidos por Hamás, como un acto de terrorismo. Los cargos presentados hoy son solo una parte de nuestro esfuerzo por atacar todos los aspectos de las operaciones de Hamás. Estas acciones no serán las últimas”, añadió.

“Desde aquel horrible día, hemos trabajado para investigar y hacer rendir cuentas a los responsables, y no descansaremos hasta que todos los que secuestraron o asesinaron a estadounidenses sean llevados ante la justicia. Nuestros pensamientos siguen estando con las familias de todas las víctimas de este bárbaro ataque terrorista”, declaró la vicefiscal general Lisa Monaco.

Desde el momento en que Hamás lanzó su ataque el 7 de octubre, el FBI se ha dedicado a identificar y acusar a los responsables de esos crímenes atroces, explicó el director del FBI, Christopher Wray. “La lucha contra el terrorismo sigue siendo nuestra prioridad número uno, y nuestro trabajo continúa”, dijo.

Apoyo de Irán

Los documentos judiciales señalan que Hamás es una organización terrorista fundada en 1987 y designada como organización terrorista extranjera por Estados Unidos desde 1997. Desde su creación, añade la acusación, el objetivo declarado de Hamás ha sido crear un Estado palestino islámico en todo Israel eliminando al Estado de Israel mediante la guerra santa violenta o yihad. Hamás también promueve atentados contra Estados Unidos y sus ciudadanos y, a lo largo de más de dos décadas, ha asesinado y herido a docenas de estadounidenses como parte de su campaña de violencia y terror, incluido el lanzamiento de miles de cohetes dirigidos específicamente contra poblaciones civiles; atentados suicidas contra restaurantes, mercados, sistemas de transporte público y otros espacios públicos; y ataques de estilo militar contra ciudades y comunidades residenciales, añade.

Según el Departamento de Justicia, la capacidad de Hamás para llevar a cabo actos de terrorismo, incluidas las masacres del 7 de octubre, ha sido alimentada en parte por el Gobierno de Irán, en particular por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), y por la organización terrorista islámica chiíta Hezbolá, con sede en Líbano. Los atentados de Hamás han desempeñado un papel importante en la campaña regional y mundial del Gobierno de Irán de apoyo al terrorismo para debilitar y, en última instancia, destruir tanto a Estados Unidos como a Israel, sostiene el fiscal general. Los dirigentes de Hamás, incluidos los acusados, han desempeñado un papel decisivo en la relación de Hamás con el Gobierno de Irán.

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