Alemanes y franceses muestran reticencias a la entrada de Ucrania en la UE
Una mayoría del 51% de españoles piensa que la entrada en la Unión del país agredido por Rusia es “una buena idea”, según una encuesta del instituto de análisis ECFR
La entrada de Ucrania en la Unión Europea tendrá que pasar bastantes obstáculos antes de ser una realidad y uno de ellos será ganarse a la opinión pública de los Estados miembros. Lejos de ser unánime, la idea divide a los europeos. Alemanes, búlgaros, checos y franceses son los que se muestran más remisos, según una encuesta del Centro Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés) realizada en 15 países. En estos cuatro Estados, los en...
La entrada de Ucrania en la Unión Europea tendrá que pasar bastantes obstáculos antes de ser una realidad y uno de ellos será ganarse a la opinión pública de los Estados miembros. Lejos de ser unánime, la idea divide a los europeos. Alemanes, búlgaros, checos y franceses son los que se muestran más remisos, según una encuesta del Centro Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR, por sus siglas en inglés) realizada en 15 países. En estos cuatro Estados, los encuestados que piensan que es “una mala idea” superan a los que creen que es “buena”: el 54% en Alemania lo mira con recelo frente al 31% que no; el 40% en Francia frente al 36%. En España (51%) o Portugal (59%), en cambio, la situación se da la vuelta, son muchos más los que ven la candidatura ucrania de forma positiva, más de la mitad en ambos casos, frente los que piensan que una integración sería negativa.
Uno de los grandes temas en la legislatura que va a empezar será la próxima ampliación de la UE y cómo se preparan los Veintisiete para recibir a los que están a las puertas. Desde luego, el gran país que tiene el cartel de aspirante es Ucrania. También lo tiene Turquía, pero esa candidatura ha pasado a ser algo meramente formal sin ninguna expectativa de entrada futura. Ante esta situación, el ECFR ha aprovechado una encuesta en la que pregunta a casi 15.000 personas en 15 países, una docena de ellos de la UE, si creen que la entrada del país agredido es una “buena idea” o una “mala idea”.
El análisis dirigido por el investigador búlgaro Ivan Krastev, presidente del Centro de Estrategias Liberales, y Mark Leonard, cofundador y director del ECFR, muestra la disparidad de opiniones públicas en el seno de la Unión. Son más los países con una mayoría de ciudadanos con una visión positiva acerca de la entrada de Ucrania en la UE: Portugal (59%), Estonia (58%), Suecia (53%), España (51%) y Polonia (48%). Pero en el grupo de opiniones públicas en que las posturas escépticas son mayoría se alinean Francia, con un 40% de personas que consideran que es una “mala idea” frente al 36% que creen lo contrario, y, sobre todo, Alemania, donde los reticentes llegan al 54%. Esos países son los más grandes de la UE y los que tendrán un papel más determinante en el Consejo cuando llegue el momento de la verdad en este asunto.
La encuesta también pregunta a los ucranios cómo verían su entrada tanto en la UE como en la OTAN. Dos tercios de los preguntados responden que ambos pasos son cruciales para el futuro del país.
Mucha más unanimidad en la opinión pública europea hay en la oposición a enviar tropas para luchar en Ucrania. En todos los países en los que se ha preguntado, el rechazo supera el 50%. Es especialmente abrumador en Bulgaria, donde se sitúa en torno al 90%. También es muy intensa la negativa en Grecia, Italia, Alemania y Suiza; menos en Suecia o Estonia.
Resulta llamativo lo que sucede en Portugal o en España. En ambos el rechazo a mandar tropas supera holgadamente el 50% y, sin embargo, hay un porcentaje significativo de personas dispuestas a dar ese paso cuando se comparan esos números con los de otros países: el 19% y el 17%, respectivamente, porcentajes ambos similares a los del Reino Unido, un país con más tradición de enviar a sus soldados a luchar en el exterior. Estos números superan con mucho a los de Grecia (4%), Bulgaria (5%) e Italia (7%).
Esta predisposición, en cambio, no se traduce en una mayor comprensión con un aumento del gasto público en Defensa si eso implica recortes en partidas de gasto como sanidad, educación o seguridad ciudadana. Italia, Grecia, España y Portugal ―países muy afectados por los ajustes en la crisis financiera, incluso tres de ellos rescatados― no cuentan con opiniones públicas proclives a estos sacrificios. Los italianos, por ejemplo, rechazan aumentar esta partida de gasto en un 63% frente al 9% que lo defienden; en España, son el 51% y el 20%, respectivamente.
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