EL PAÍS

Von der Leyen a la Comisión y Costa al Consejo: el primer esbozo de socialdemócratas y populares para los puestos de la UE

Los líderes de los 27 países comunitarios estudiarán el próximo lunes el reparto de cargos tras las elecciones europeas

Ursula von der Leyen y António Costa
Ursula von der Leyen con António Costa el 16 de junio de 2021 en Lisboa.Horacio Villalobos (Corbis via Getty Images)

El auge de la ultraderecha en Francia y Alemania —motor de la UE— en las elecciones europeas está quitando a los líderes el apetito de pelea política por el reparto de los grandes puestos del club comunitario. Los jefes de Estado y de Gobierno de los dos principales partidos (populares y sociademócratas) avanzan para cerrar el trato y designar a un tándem que les satisfaga medianamente a ambos: la conservadora alemana ...

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El auge de la ultraderecha en Francia y Alemania —motor de la UE— en las elecciones europeas está quitando a los líderes el apetito de pelea política por el reparto de los grandes puestos del club comunitario. Los jefes de Estado y de Gobierno de los dos principales partidos (populares y sociademócratas) avanzan para cerrar el trato y designar a un tándem que les satisfaga medianamente a ambos: la conservadora alemana Ursula von der Leyen, para repetir al frente de la Comisión Europea, y el socialista portugués António Costa, para encabezar el Consejo Europeo. Así lo explican fuentes comunitarias, que matizan que ese primer esbozo está aún sujeto a cambios. Junto a esos dos puestos principales, la favorita para convertirse en alta representante para la Política Exterior y de Seguridad es la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, de la familia liberal. Por último, la maltesa Roberta Metsola, del Partido Popular Europeo (PPE), seguiría como presidenta de la Eurocámara la mitad de la legislatura.

Aunque los grupos han estado en contacto permanente desde hace semanas, la primera ocasión de poner los nombres sobre la mesa será en una cena el próximo 17 de junio en Bruselas. Allí se terminará de perfilar el reparto, que debe tener en cuenta no solo los equilibrios de fuerzas políticas, sino también los de género y los regionales. Puede haber sorpresas de última hora, como en 2019, cuando todo saltó por los aires y terminó por emerger Ursula von der Leyen, por aquel entones ministra de Defensa alemana y a quien nadie tenía en el radar, pero la negociación entre ambos bloques está muy avanzada, señalan fuentes europeas.

El presidente español, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz, negocian por parte de los socialdemócratas; por los populares lo hacen el griego Kyriakos Mitsotakis y el polaco Donald Tusk; los liberales están representados por Kallas y por el primer ministro belga, Alexander de Croo. De nuevo, todo es cuestión de equilibrios. Cada uno de los 27 países tiene un representante en el Ejecutivo comunitario, sea uno de los altos cargos o un puesto de comisario. Y Scholz propondrá a Von der Leyen como la representante alemana. Es lo que permitirá poner en marcha el engranaje y acordar ese reparto por grupos.

Los populares preferirían a la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, para liderar el Consejo Europeo —el órgano que reúne a los líderes de los 27 Estados miembros— por sus posiciones muy beligerantes en seguridad y defensa, pero también por su línea dura sobre la inmigración. Les preocupa que el portugués Costa, que se ha estado preparando años para el puesto europeo, siga acarreando un caso judicial por el que dimitió (aunque en este tiempo la investigación se ha ido desinflando). Mientras, el francés Emmanuel Macron, ha coqueteado con la idea de impulsar a otros candidatos para la Comisión Europea a cambio de garantizarse más favores y promesas de Von de Leyen, pero ha salido demasiado debilitado de las urnas europeas y ahora el reparto comunitario no es su prioridad.

La cena de los líderes el próximo lunes, no obstante, es solo el primer paso, la primera aproximación. La lista definitiva de nombres saldrá con toda probabilidad en la cumbre de finales de mes. Además, excepto el del presidente del Consejo, el resto de nombramientos debe recibir la luz verde del Parlamento Europeo. Y eso no está garantizado.

El de la presidencia de la Comisión Europea, el engranaje definitivo para activar la maquinaria de la UE —y que en los últimos tiempos ha cobrado aún más importancia—, debe obtener 361 votos de los 720 de la nueva Eurocámara. Y si es Von der Leyen, por ejemplo, no le basta con los eurodiputados populares (190), que en un proceso de votación secreto tampoco tiene confirmados —los Republicanos franceses, por ejemplo, han dicho que no la van a respaldar—; además, necesitaría a los socialdemócratas y a los liberales de Renew, a quienes ya ha tendido la mano. Y para ir más holgada, podría recurrir a Los Verdes, que se han mostrado receptivos.

Sin embargo, socialdemócratas, liberales y verdes han advertido a Von der Leyen de que, si persiste en su acercamiento a la extrema derecha —como ha hecho con la ultraderechista Giorgia Meloni—, perderá su apoyo en la Eurocámara. Los populares no buscan una coalición formal con la ultraderecha, pero se niegan a cerrar la puerta a alianzas temporales con partidos ultras que les parecen aceptables, como Hermanos de Italia de Meloni, una formación política de inspiración fascista pero que en Europa hace poco ruido.

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