El secretario general de la ONU pide una investigación independiente sobre las fosas comunes en Gaza

El ejército israelí niega ser el responsable, aunque admite haber desenterrado cadáveres para comprobar si eran de rehenes. Las autoridades sanitarias de la Franja han sacado más de 300 cuerpos

Palestinos miembros de la defensa civil de Hamás retiran cadáveres de compatriotas en la ciudad gazatí de Jan Yunis, el pasado 21 de abril. Jehad Alshrafi (Anadolu via Getty Images)

El hospital Al Nasser, en la ciudad gazatí de Jan Yunis, fue invadido y cercado este año por tropas israelíes en dos ocasiones. Lo mismo sucedió con el mayor de la Franja, Al Shifa, en la capital. Son los dos principales centros sanitarios de Gaza y en ambos han sido halladas fosas comunes tras la retirada de las tropas, lo que ha llevado al portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a pedir una investigación “cr...

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El hospital Al Nasser, en la ciudad gazatí de Jan Yunis, fue invadido y cercado este año por tropas israelíes en dos ocasiones. Lo mismo sucedió con el mayor de la Franja, Al Shifa, en la capital. Son los dos principales centros sanitarios de Gaza y en ambos han sido halladas fosas comunes tras la retirada de las tropas, lo que ha llevado al portavoz del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a pedir una investigación “creíble e independiente”. El desencadenante han sido las imágenes de decenas de cuerpos sacados por los servicios sanitarios de una fosa en el recinto del hospital Al Nasser. La defensa civil, del Gobierno de Hamás en Gaza, la sigue excavando y cifra en torno a 310 los que ha encontrado allí desde el sábado, tras sumar otros 35 este martes. Se trata de víctimas del ejército israelí, pero no parece que fueran enterradas (al menos, en su mayoría) por soldados, ya que los propios palestinos se habían visto obligados a enterrar a sus compatriotas ante el cerco que sufrían en los hospitales por parte de los israelíes y el estado de las morgues repletas. Intentaban honrar así el rito musulmán de enterrar, siempre que sea posible, en las 24 horas posteriores a la muerte. La incógnita radica ahora en saber si también hubo soldados que enterrasen allí a palestinos después de matarlos.

Según la defensa civil, algunos cadáveres hallados presentan señales de haber muerto con las manos atadas. Se intuye en la foto de uno de ellos y apuntaría a una ejecución. El alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, se ha mostrado “horrorizado” por las informaciones. El ejército israelí niega ser el responsable, aunque admite haber desenterrado cadáveres para comprobar si eran de rehenes.

“Sentimos la necesidad de dar la voz de alarma porque claramente se han descubierto múltiples cuerpos”, ha señalado este martes la portavoz de Türk, Ravina Shamdasani. “Algunos tenían las manos atadas, lo que por supuesto indica una grave violación de la legislación internacional de derechos humanos y el derecho internacional humanitario”. El portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ve en el hallazgo de la fosa en Jan Yunis “una razón más, si aún la necesitábamos, para que todos esos sitios sean plenamente investigados de una forma que sea creíble e independiente”. “Y aún otra razón por la que necesitamos un alto el fuego, ver el final de este conflicto, más acceso para el personal y bienes humanitarios, más protección de los hospitales y que los rehenes sean liberados”, ha agregado.

En torno a la fosa en Al Nasser, hay familiares o conocidos que buscan a sus seres queridos, según se puede ver en las imágenes de televisión. Saben que fueron enterrados ahí, pero no los encuentran. Algunos cuerpos sin vida están desenterrados y con el sudario blanco que lo cubre, abierto. En el islam se suele enterrar sin ataúd.

El ejército israelí ha calificado de “infundada” la afirmación de que sus soldados enterraron cuerpos y ha admitido haber “examinado” cadáveres que estaban allí enterrados, “de manera cuidadosa, exclusivamente en lugares donde la información de inteligencia indicaba la posible presencia de rehenes” y haberlos devuelto a su sitio. El ejército israelí ya había reconocido una actuación similar en el hospital Al Shifa, para practicar pruebas de ADN con el objetivo de confirmar si entre los cadáveres se hallaba alguno de los (hoy 133) rehenes en Gaza. El derecho internacional obliga a respetar los cementerios y la señalización de los cadáveres para que los familiares puedan saber dónde velarlos.

Varios palestinos retiran cadáveres de una fosa común hallada en el patio del hospital Al Shifa, en la ciudad de Gaza, Gaza, el 16 de abril de 2024Anadolu (Anadolu via Getty Images)

A principios de mes, Israel retiró casi todas sus tropas del sur de Gaza, lo que ha permitido a algunos palestinos a acercarse desde Rafah (la única zona no invadida y refugio de más de la mitad de la población) a ver el estado de sus casas en Jan Yunis. Esta localidad permaneció semanas ocupada, con bombardeos y arrestos masivos.

Las Fuerzas Armadas han ordenado además nuevas evacuaciones en cuatro zonas de Beit Lahia, en la punta septentrional. “Estáis en una zona peligrosa de combate”, ha advertido el portavoz militar en lengua árabe, Avijay Adraee. También han intensificado sus bombardeos en el norte, con una intensidad inédita desde hace semanas. Es la zona más devastada y con mayores niveles de desnutrición por la decisión de Israel de usar el hambre como arma de guerra, recientemente suavizada por la presión de Estados Unidos, como prueba el incremento de ayuda humanitaria y la importante apertura de panaderías en el norte. Se calcula que permanecen allí de un cuarto a un tercio de los 1,1 millones de habitantes que vivía allí antes de que Israel les ordenase desplazarse hacia al sur, al principio de una guerra que se acerca a los siete meses con más de 34.000 palestinos muertos y sin horizonte de concluir.

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