Putin se da un baño de masas en la Plaza Roja como colofón a las elecciones a su medida
El presidente ruso, que exhibe en el escenario a los tres candidatos que hicieron de ‘sparring’ para el Kremlin, promete una línea de ferrocarril que pronto cruzará el sur de los territorios ocupados en Ucrania
Vladímir Putin ha culminado este lunes su escenificación de las elecciones presidenciales con un macroconcierto en la Plaza Roja por el décimo aniversario de la anexión ilegal de Crimea, el punto de inflexión en el que el mandatario mostró al mundo sus ambiciones expansionistas. El jefe del Kremlin, que ...
Vladímir Putin ha culminado este lunes su escenificación de las elecciones presidenciales con un macroconcierto en la Plaza Roja por el décimo aniversario de la anexión ilegal de Crimea, el punto de inflexión en el que el mandatario mostró al mundo sus ambiciones expansionistas. El jefe del Kremlin, que se anotó un 87,28% de los votos en unos comicios sin ningún candidato opositor real y numerosas denuncias de irregularidades, apareció brevemente en el escenario para lograr una foto con un público abarrotado de empleados traídos de la administración pública y los movimientos juveniles del putinismo.
El líder ruso solo anunció en su escueta intervención que la línea de tren que cruza desde Rostov del Don, en el sur de Rusia, hasta Mariupol y Berdiansk, en la franja sur de la Ucrania ocupada, se extenderá hasta la ciudad de Sebastopol y “servirá de alternativa al puente de Crimea”, objetivo prioritario de las fuerzas ucranias.
“Crimea no es solo un territorio estratégico. No es solo nuestra historia, nuestro orgullo. Es nuestra gente”, manifestó Putin 10 años después de que sus tropas entraran en la península del mar Negro sin insignias para tomarla gracias al vacío de poder provocado por la huida del expresidente ucranio Viktor Yanukóvich tras la matanza que siguió a las marchas del Maidán en febrero de 2014.
Moscú volvería a probar suerte poco después en el este de Ucrania, pero sus paramilitares no lograron el mismo éxito. Estalló entonces la guerra de Donbás con el apoyo en la sombra del Kremlin. “El camino a casa de Novorrosiya [el nombre que el imperio ruso dio a aquella zona tras ser arrebatada al imperio otomano hace menos de 300 años] ha sido más difícil, trágico, pero lo hemos hecho”, declaró Putin este lunes pese a que su invasión de 2022 fracasó y las fuerzas ucranias luchan todavía por recuperar aquel territorio.
El Kremlin solo permitió que tres políticos fieles a Putin concurriesen en los comicios presidenciales de este año: Nikolái Jaritónov, que obtuvo un 4,3% de los votos como aspirante del Partido Comunista de Rusia 20 años después de fracasar en los comicios de 2004; Leonid Slutski, que con un 3,1% de apoyo es el nuevo líder sin carisma del populista Partido Liberal-Demócrata de Rusia; y Vladislav Davankov, jefe de Nueva Gente, otro partido satélite del poder, que logró un 3,7% de votos.
Putin subió al escenario a los tres candidatos perdedores para intentar demostrar que compitió con otros rivales. “Aunque tienen distintos puntos de vista, somos un solo pueblo”, afirmó el presidente ruso. El público ni siquiera siguió a coro al segundo candidato más votado cuando empezó a corear “¡Rusia, Crimea, una nación!”
El mandatario ruso estaba visiblemente incómodo sobre el escenario. A diferencia de sus acompañantes, en el momento que sonó el himno ruso cantó en voz baja y en ocasiones desincronizado con la letra.
El Kremlin extremó las medidas de seguridad en torno al macroconcierto. La Plaza Roja fue dividida en dos secciones, con una primera zona para un público de confianza y otra, separada del escenario por decenas de metros y varios cordones policiales, en la que estaban ubicados empleados de la administración, estudiantes y miembros de organizaciones afines a Putin que recibieron entradas para llenar la plaza.
El espectáculo fue un festival de los lemas del Kremlin. La presentadora, Yulia Baránovskaya, animó al público a escuchar los consejos de Putin y “seguir la tradición de las familias numerosas” para resolver el problema demográfico ruso —cuestión que se ha agravado en los últimos dos años debido a la sangría de la guerra y la marcha de miles de jóvenes del país—.
Al escenario saltaron varios músicos al servicio del Kremlin. Uno de los más famosos, Grígori Leps, cantó canciones en honor a la anexión de Crimea como Madre Patria y El mejor día. El artista fue uno de los pocos sin distintivos militares en el espectáculo. Varios grupos vestían uniformes militares y símbolos de la invasión de Ucrania, como la Z con la que se identifican los vehículos en el frente. Otra banda más veterana, Liubé, interpretó el tema Combate, cuyo estribillo repite una y otra vez “los aviones vuelan, los tanques arden. ¡Fuego, batería! ¡Fuego, batería!”.
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