Preguntas y respuestas: ¿Qué protección tienen los hospitales en una guerra? ¿Hay excepciones?
El derecho internacional humanitario prohíbe expresamente el ataque a los centros sanitarios, salvo que sean utilizados para cometer actos perjudiciales para el enemigo. Sin embargo, ni siquiera en este supuesto es legítima una operación que ponga en riesgo la vida de civiles
Tras cinco días de asedio, el ejército israelí entró el miércoles con tanques y soldados en el hospital Al Shifa, el mayor de la franja de Gaza, en el que hay unas 2.000 personas, entre pacientes, médicos y refugiados. Durante las jornadas que duró el asedio, el personal del centro sanitario denunció a través de Médicos sin Fronteras (MSF) la imposibilidad de evacuar el hospital, ya que los soldados disparaban a todo aquel que intentab...
Tras cinco días de asedio, el ejército israelí entró el miércoles con tanques y soldados en el hospital Al Shifa, el mayor de la franja de Gaza, en el que hay unas 2.000 personas, entre pacientes, médicos y refugiados. Durante las jornadas que duró el asedio, el personal del centro sanitario denunció a través de Médicos sin Fronteras (MSF) la imposibilidad de evacuar el hospital, ya que los soldados disparaban a todo aquel que intentaba salir. La falta de los medios necesarios para la supervivencia y para cumplir con su misión sanitaria como electricidad, combustible, agua, comida y medicinas hizo que decenas de personas murieran allí ―entre ellas, al menos siete bebés prematuros que estaban en incubadoras― y que fuera necesario cavar una fosa común en el área hospitalaria para evitar la propagación de enfermedades.
Alarmada por la situación de los hospitales de Gaza, que han sido atacados y cercados por las fuerzas israelíes ―están cerrados 26 de 36―, la Organización Mundial de la Salud denunció el miércoles la agresión contra el Al Shifa: “Bajo el derecho internacional humanitario, las instalaciones sanitarias, los trabajadores sanitarios, las ambulancias y los pacientes deben ser defendidos y protegidos de todos los actos de guerra”, dijo el director general de este organismo de la ONU. Y añadió: “Incluso si las instalaciones sanitarias se utilizan con fines militares, los principios de distinción, precaución y proporcionalidad siempre se aplican”, aseguró. “Los hospitales no son campos de batalla”.
¿Es legítimo atacar un hospital durante una guerra?
No. El IV Convenio de Ginebra es preciso en su artículo 18: “En ninguna circunstancia, podrán ser objeto de ataques los hospitales civiles organizados para prestar asistencia a los heridos, a los enfermos, a los inválidos y a las parturientas; deberán ser siempre respetados y protegidos por las partes en conflicto”.
El derecho internacional humanitario (DIH) también prohíbe atacar ambulancias que se encuentren efectuando tareas sanitarias. “Los traslados de heridos y de enfermos civiles, de inválidos y de parturientas, efectuados por vía terrestre en convoyes de vehículos y en trenes-hospitales, o por vía marítima, en barcos asignados para efectuar tales traslados, serán respetados y protegidos”, afirma el artículo 21 del mismo texto.
¿Es legítimo asediar un hospital?
Los ataques israelíes en los alrededores del hospital Al Shifa dejaron el centro sanitario sin suministros. Según describió el doctor Jaled Abu Hamra a este diario el fin de semana, la situación era de “completo caos”, sin internet, electricidad, comida, agua o medicinas. “Necesitamos evacuar el hospital ya, pero disparan a todo el que trata de escapar”, denunció, una acusación que hicieron otros médicos del centro citados por MSF.
Dejar a la población civil sin alimentos y medicinas es ilegal, según el DIH. De acuerdo con el artículo 23 del IV Convenio de Ginebra, las partes en conflicto autorizarán “el libre paso de todo envío de medicamentos y de material sanitario, así como de objetos necesarios para el culto, destinados únicamente a la población civil, aunque sea enemiga”.
El convenio establece como excepción que los “envíos puedan ser desviados de su destino”, “que el control pueda resultar ineficaz” o que “el enemigo pueda obtener de ellos una ventaja manifiesta para sus acciones bélicas”. Israel no ha aludido a ninguno de estos supuestos para bloquear la llegada de alimentos y medicinas a Gaza.
¿Existe alguna situación en la que los hospitales pierdan la protección?
Sí. La protección a los hospitales civiles solo podrá cesar “si estos se utilizan para cometer, fuera de los deberes humanitarios, actos perjudiciales para el enemigo”, según establece el artículo 19 del IV Convenio de Ginebra. Aunque el derecho internacional humanitario no define qué son esos “actos perjudiciales”, sí aclara que en ningún caso se considerarán como tales “que se preste asistencia a militares heridos o enfermos en esos hospitales o que haya allí armas portátiles y municiones retiradas a esos militares que todavía no hayan sido entregadas al servicio competente”. Por ejemplo, la atención médica a un miembro de Hamás herido, siempre que no esté participando en los combates pese a sus lesiones, no es uno de motivos por los que un hospital pierde su protección.
A falta de una definición de “actos perjudiciales”, el Comité Internacional de la Cruz Roja considera que un hospital sí pierde su protección cuando ya no ejerce su función sanitaria de atender a heridos y enfermos y se utiliza para “interferir directa o indirectamente en operaciones militares y, con ello, causar daño al enemigo”. Y cita varios ejemplos: “Si se utiliza un hospital como base desde la que lanzar un ataque, como puesto de observación para transmitir información de valor militar, como depósito de armas, como centro de enlace de tropas combatientes o como refugio para combatientes sanos”.
¿Qué sucede si hay certeza de que el enemigo se esconde en un hospital?
“El DIH es taxativo en cuanto a la protección de los hospitales en una guerra y de los civiles que en ellos se encuentran: no es legítimo atacarlos. El artículo 18 del IV Convenio de Ginebra lo deja claro”, asegura Francisco Rey, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH) en conversación telefónica. Según el experto, “aun en el caso de que en la azotea de un hospital se hubiera localizado un combatiente enemigo disparando, si en el ataque no se pudiera distinguir claramente el riesgo hacia los civiles, ese combatiente no podría ser atacado”.
Aunque el DIH no es de aplicación mecánica, Rey recuerda que sí tiene principios fundamentales como el principio de distinción: “El ataque no es legítimo si no se puede diferenciar el daño que se pretende causar al enemigo del que se puede causar a los civiles”.
“Sería muy importante, en cualquier caso, que se recojan todo tipo de evidencias sobre estos hechos para que, deseablemente, puedan ser usadas por parte de las diversas comisiones de investigación y, en su caso, la Corte Penal Internacional”, considera Rey.
¿Y si Hamás usara a los pacientes como escudos humanos?
Israel ha acusado a la milicia islamista de utilizar a los pacientes y a los civiles que se refugian en los hospitales como escudos humanos. “Ni siquiera” en ese supuesto sería legítimo el ataque, según Rey. “Los datos que suministran las organizaciones humanitarias son que en los hospitales de Gaza hay numerosas víctimas civiles en unas situaciones dramáticas. La entrada en los hospitales por parte del ejército de Israel es una grave violación del DIH y un posible crimen de guerra”. Y añade: “Por otra parte, si Hamás utilizara a los pacientes del hospital, a los médicos y civiles refugiados allí como escudos humanos, también violaría el DIH de modo grave”. Según el artículo 8.2.b.XXIII del Estatuto de Roma, que regula el funcionamiento del Tribunal Penal Internacional, “utilizar la presencia de una persona civil y otra persona protegida para poner ciertos puntos, zonas o fuerzas militares a cubierto de operaciones militares”, es un crimen de guerra.
¿Y si existen túneles de Hamás bajo los hospitales?
Según MSF, aunque los centros sanitarios podrían perder su estatuto de protección especial en virtud de si se utilizan para cometer actos perjudiciales para el enemigo fuera de su función humanitaria, “las alegaciones de que existen túneles bajo un hospital no privan al propio hospital de su estatus de protección en virtud del DIH”. “Incluso si la destrucción de túneles subterráneos fuera legítima, no debe afectar al propio hospital y requeriría todas las precauciones necesarias para evitar y/o minimizar cualquier daño incidental al hospital, al personal médico, a los pacientes y a los civiles”, añaden fuentes de la ONG.
¿Y si previamente se da un aviso de evacuación?
Aunque Israel ordenó la evacuación de los hospitales del norte de la Franja al inicio de la contienda, el único supuesto en el que un hospital pierde su protección es si se utiliza para “cometer actos perjudiciales para el enemigo”. Pese a ello, los trabajadores del hospital Al Shifa se mostraron dispuestos a abandonar el centro el pasado fin de semana siempre que se facilitara la evacuación de los pacientes, unos 600. Israel no la ha facilitado y, según han denunciado médicos citados por MSF, las fuerzas israelíes disparaban a todo aquel que intentaba salir del hospital. El ejército israelí ha negado esta acusación y asegura que civiles y pacientes podían entrar y salir por el lado “este” del hospital.
¿Qué pruebas ha aportado hasta ahora Israel de que los hospitales de Gaza son un objetivo militar?
Israel asegura que Hamás utiliza los hospitales como base para sus operaciones. En el caso concreto de Al Shifa, MSF afirma que no ha recibido informaciones que sostengan esta recriminación. “Los trabajadores de MSF que están sobre el terreno son profesionales de la medicina, no expertos militares. Sin embargo, lo que podemos decir es que estamos atentos a estas acusaciones y no hemos recibido ningún informe o indicio de nuestro personal que trabaja en el hospital que apoye las acusaciones de que está siendo utilizado como base de Hamás”, explican fuentes de esta ONG en un correo electrónico.
Un asesor del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha asegurado este miércoles a la cadena estadounidense MSNBC que durante el ataque al el hospital de Al Shifa los soldados encontraron armas. “Hemos entrado en el hospital sobre la base de nuestras informaciones de inteligencia”, ha asegurado Mark Regev. El ejército, por su parte, ha señalado que en la operación en ese centro sanitario se han encontrado armas, material tecnológico y otros equipamientos militares.
El departamento de comunicación militar israelí difundió hace unos días una infografía que no ha podido ser confirmada de manera independiente en la que se mostraba toda una red de túneles e infraestructura supuestamente militar de Hamás bajo la infraestructura médica.
En un vídeo difundido el lunes en la cuenta oficial de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), el portavoz militar Daniel Hagari explica las “evidencias” que, según afirma, demuestran que Hamás, que gobierna de facto en Gaza y del que depende el Ministerio de Salud de la Franja, utilizó otro hospital, el infantil de Al Rantisi, como base de operaciones. En primer lugar, enseña que, junto al hospital, hay una entrada a un túnel que asegura que forma parte del llamado metro de Gaza, la red subterránea de comunicaciones, refugios y puestos de mando de Hamás. A continuación, entra en las instalaciones del hospital y exhibe un conjunto de armamento para una “gran lucha”, como fusiles de asalto Kaláshnikov y cinturones explosivos, para demostrar que el hospital se estaba utilizando como depósito de armas.
Hagari también señala a una supuesta lista escrita en árabe, en la que, según dice, se puede leer “nosotros estamos en una operación contra Israel, que comenzó el 7 de octubre”. “Esto es una lista de guardias, donde cada terrorista escribe su nombre y cada terrorista tiene su turno, vigilando a la gente que estaba aquí”, afirma. El título escrito en el papel que señala Hagari es “Batalla de inundación de Al Aqsa, 7 de octubre”, el nombre que Hamás dio a su ataque sin precedentes en el sur de Israel, donde mató a unas 1.200 personas. Sin embargo, no contiene los nombres de guardias, sino que es un calendario en el que están escritos los días de la semana, empezando por el sábado 7 de octubre.
Otras de las evidencias que, de acuerdo con Hagari, son una prueba de que los rehenes estuvieron en el sótano de este hospital infantil son un paquete de pañales, un biberón, un retrete que dice que fue construido “improvisadamente” o unas cortinas que tapan una pared en lugar de una ventana.
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