La calle árabe se moviliza en solidaridad con Gaza ante la tibieza de los gobiernos de la región
Decenas de miles de ciudadanos protestan de Egipto a Yemen y de Jordania a Irak en favor del pueblo palestino y contra el bloqueo y ofensiva israelíes
Desde Egipto hasta Yemen y desde Jordania hasta Irak, miles de personas han salido a la calle este viernes —o se volcaron en las redes sociales— a lo largo y ancho de Oriente Próximo para mostrar su solidaridad con la causa palestina. Buscan también denunciar el bloqueo total y la ofensiva lanzada por Israel en la franja de Gaza tras el ataque en territorio israelí de Hamás hace una semana. La demostración de hermandad exhibida la última semana, en contras...
Desde Egipto hasta Yemen y desde Jordania hasta Irak, miles de personas han salido a la calle este viernes —o se volcaron en las redes sociales— a lo largo y ancho de Oriente Próximo para mostrar su solidaridad con la causa palestina. Buscan también denunciar el bloqueo total y la ofensiva lanzada por Israel en la franja de Gaza tras el ataque en territorio israelí de Hamás hace una semana. La demostración de hermandad exhibida la última semana, en contraste con la tibieza mostrada por los gobiernos de la región y en ocasiones desafiando la prohibición a manifestarse, ha vuelto a reflejar el amplio y sostenido apoyo social a Palestina.
Esta movilización se produce pese a que en los últimos tres años se había acelerado la normalización de lazos diplomáticos y económicos entre Israel y varios países árabes. Las protestas también respondieron en algunos casos a las llamadas a la movilización de líderes de Hamás tras la oración celebrada después del mediodía del viernes.
En Egipto, pese a que las manifestaciones están en la práctica prohibidas, cientos de personas protestaron este viernes en la mezquita de Al Azhar, en El Cairo, la capital, una de las instituciones más respetadas del mundo islámico suní. En la última semana, Al Azhar, que ha mantenido una actitud contundente contra los ataques israelíes sobre Gaza y ha criticado a Occidente, ha llamado a los gobiernos árabes y musulmanes a adoptar una postura de denuncia unificada y a enviar ayuda humanitaria a la Franja, desmarcándose del más vacuo discurso oficialista.
El miércoles, 10 prestigiosas organizaciones de derechos humanos egipcias firmaron una declaración conjunta en la que piden al Gobierno y a la comunidad internacional que hagan lo posible para entregar ayuda urgente a Gaza, abran corredores humanitarios, y fuercen a Israel como potencia ocupante a levantar el asedio a la Franja, a establecer zonas seguras para los civiles en su interior, y a prepararse para una tregua. A lo largo de la semana también se han producido pequeñas protestas de solidaridad frente al sindicato de periodistas de El Cairo y en el campus de la elitista Universidad Americana de la capital egipcia. Según un sondeo realizado por un centro demoscópico egipcio entre el lunes y el martes, el 82% de los encuestados consideraron justificado el ataque de Hamás. Un 88% no creía que Israel tenga derecho a responder.
En Jordania, donde buena parte de la población es de origen palestino, al menos cientos de personas se manifestaron el viernes cerca de la Gran Mezquita de Al Huseini, en el centro de la capital, Amán. También se produjo una marcha hacia la frontera con Cisjordania, que fue recibida por la policía con gases lacrimógenos, según imágenes difundidas en redes sociales y medios locales. El Ministerio del Interior había informado el jueves de que no se permitirían congregaciones cerca de la frontera. Este sábado, día del ataque de Hamás, y el martes tuvieron lugar otras concentraciones en Amán en favor de Palestina.
Tanto Egipto como Jordania han tratado a lo largo de la semana de frenar a través de los canales diplomáticos la espiral de violencia en Gaza y han reiterado que la única vía para garantizar la paz y estabilidad en la zona a largo plazo pasa por una solución basada en el establecimiento de un Estado palestino y el fin de los actos unilaterales israelíes. Ambos están obligados a mantener un difícil balance entre sus buenas relaciones con Israel y Occidente, un amplio apoyo social a la causa palestina y niveles de aprobación popular limitados, por lo que en los últimos días se han mostrado preocupados por un posible contagio interno del conflicto.
Las movilizaciones por la escalada entre Hamás e Israel y el asedio y la devastación de Gaza se han producido asimismo en países que han restablecido o normalizado relaciones diplomáticas con Israel recientemente, como Turquía y Bahréin. Varias ciudades turcas han sido en la última semana el escenario de protestas en solidaridad con Gaza y el pueblo palestino, incluido el viernes en Estambul. Un grupo de manifestantes lideró el sábado una marcha en el oeste de la capital bahreiní, Manama, pese a la prohibición en vigor a las protestas en el país.
Irak y Yemen han acogido dos de las manifestaciones más multitudinarias en la región. En Bagdad, la capital iraquí, miles de personas se han congregado este viernes en la plaza Tahrir para rezar y participar en las protestas de solidaridad con Palestina. El influyente clérigo y líder político iraquí Muqtada al Sadr, que este lunes llamó a celebrar una gran manifestación, dio las gracias a primera hora de la tarde del viernes a los que finalmente asistieron. Miles de yemeníes marcharon también por el emblemático barrio de Puerta de Yemen, en el centro histórico de la capital del país, Saná, controlada por el movimiento Huthi. Medios locales informaron de otras protestas y muestras de solidaridad en Siria, Líbano, Kuwait e Irán durante la jornada del viernes.
Precisamente han sido los líderes de los países que no mantienen relaciones diplomáticas con Israel los que también han adoptado un discurso más nítidamente propalestino y, en algunos casos, de apoyo abierto a Hamás. El portavoz del Gobierno iraquí, Bassem Al-Awadi, declaró el pasado sábado que el ataque a Israel es el “resultado natural a la opresión sistemática” a la que es sujeto el pueblo palestino, en línea con lo expresado por el ministerio de Exteriores iraní. Y Siria consideró que la operación de Hamás fue un “logro honorable” y defendió la resistencia a la ocupación “en todas sus formas”.
Aunque no se hayan producido protestas destacadas, el deterioro de la situación en Gaza ha puesto igualmente el foco sobre Emiratos Árabes Unidos, que normalizó relaciones con Israel en 2020 bajo mediación de Estados Unidos, y Arabia Saudí, que se encuentra en proceso de hacerlo. Ambos países han llamado a que se detenga la violencia, pero Riad se ha mostrado más contundente a la hora de señalar la ocupación, la vulneración de los derechos del pueblo palestino y las “provocaciones sistemáticas” de Israel como fuentes de inestabilidad, mientras Abu Dabi ha adoptado una posición más amable con Tel Aviv.
Las redes sociales, en ocasiones a falta de alternativas seguras, también se han llenado de mensajes escritos desde la región para expresar solidaridad con Palestina, denunciar la devastación que está sufriendo Gaza, y criticar la complicidad occidental, su doble moral respecto a otros conflictos como el de Ucrania y la deshumanización del pueblo palestino.
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