China destaca que sus buenas relaciones con Rusia han resistido las presiones internacionales
“En todas las crisis hay oportunidades”, asegura el jefe de la diplomacia de Pekín al reunirse en Moscú con Putin, que invita a Xi Jinping a visitar el país
La debilidad de Rusia por la guerra emprendida contra Ucrania y la implicación de Estados Unidos y Europa en apoyo de Kiev han abierto un nuevo escenario para China. “Las crisis aparecen constantemente, pero en las crisis hay oportunidades, y las oportunidades también se conviert...
La debilidad de Rusia por la guerra emprendida contra Ucrania y la implicación de Estados Unidos y Europa en apoyo de Kiev han abierto un nuevo escenario para China. “Las crisis aparecen constantemente, pero en las crisis hay oportunidades, y las oportunidades también se convierten en crisis. Esta es una experiencia histórica”, ha manifestado el jefe de la diplomacia de la superpotencia asiática, Wang Yi, al presidente ruso, Vladímir Putin, en una visita oficial a Moscú este miércoles para mostrar las buenas relaciones entre ambos países.
“En el contexto de una situación internacional muy compleja y volátil, las relaciones entre China y Rusia han resistido la presión de la comunidad internacional y se desarrollan constantemente”, ha subrayado el jefe de Exteriores del Comité Central del Partido Comunista chino (consejero de Seguridad). Wang es el cargo de mayor rango en visitar Moscú desde septiembre de 2022, cuando Putin y el líder de China, Xi Jinping, certificaron una amistad “sin límites”.
“Nuestras relaciones no siempre están dirigidas a terceros países y, por tanto, no están sujetas a presiones de otros. Tenemos una base sólida en la economía, la política y la cultura”, ha agregado Wang Yi, según la transcripción de la conversación publicada por el Kremlin.
Además de conversar con Putin, el jefe de la diplomacia china se reunió también con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. Según Moscú, Wang Yi le ha transmitido los puntos de vista de la potencia asiática sobre la guerra de Ucrania, tanto sus motivos como “sus enfoques para una solución política”. El comunicado ruso no desgrana cuáles, pero Lavrov “valoró positivamente la línea constructiva de Pekín” y destacó “el alto grado de cercanía” con su propia visión de conflicto.
Buena sintonía
Ambas partes mostraron su buena sintonía en todos los encuentros. “Estamos preparados, junto con la parte rusa, para profundizar en la cooperación estratégica y en la confianza política mutua”, prometió el consejero de Seguridad chino al presidente ruso al inicio de su reunión, la única parte de su conversación que han difundido las autoridades. Putin, por su parte, recordó a Pekín que el Kremlin ha pactado una reunión con el líder chino, Xi Jinping, una vez finalice la próxima sesión de la Asamblea Popular Nacional de China, programada para principios de marzo. “Comprendemos que existe una agenda política interna”, excusó el mandatario ruso.
El viaje oficial de Wang Yi a Rusia ha sido la segunda etapa de una gira que hace pocos días lo llevó a la Conferencia de Seguridad de Múnich. El secretario de Estado del país norteamericano, Antony Blinken, aseguró después de reunirse allí con el diplomático asiático que Pekín se dispone a suministrar armamento al Kremlin. “Respecto a la brutal guerra de Rusia contra Ucrania, el secretario de Estado advirtió de las implicaciones y consecuencias que puede implicar este apoyo material de China o su asistencia para la evasión sistémica de las sanciones”, recogía el comunicado que divulgó Washington.
Antes de la reunión con Lavrov, la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, publicó una imagen del apretón de manos de ambos diplomáticos en la que el alto cargo chino se carcajeaba. “No sé qué contó Serguéi Víktorovich [Lavrov] a Wang Yi, pero yo llamaría a esta fotografía: ‘¿Sabes que Biden dijo que Occidente no es nuestro enemigo?”, comentaba Zajárova en sus redes sociales.
Putin, que hizo hincapié en que la cooperación de ambas naciones “es muy importante para estabilizar la situación internacional”, aprovechó la visita de Wang para volver a insistir en su tesis de que Occidente quiere imponer un mundo unipolar. Sin embargo, Wang Yi mostró una visión más moderada: “China y Rusia apoyan juntas la multipolaridad y la democratización de las relaciones internacionales. Esto responde plenamente a las tendencias de la época y a la historia, así como a los intereses de la mayoría de los países”.
La ruptura de Rusia con Occidente ha estrechado sus lazos con China. Por un lado, las sanciones han empujado a Moscú a buscar en el mercado asiático un sustituto del europeo; el volumen de negocio entre ambos países alcanzará en 2024 los 200.000 millones de dólares (unos 188.000 millones de euros). Por otro, en el plano militar, ambas potencias son socias, aunque no aliadas, y han potenciado sus ejercicios militares conjuntos. Las próximas maniobras bélicas comunes están programadas del 25 al 27 de febrero en el océano Índico. En ellas participarán varios navíos de Rusia, China y Sudáfrica, y los ejercicios incluirán la defensa de un ataque aéreo y el abordaje de otros barcos.
Además, China y Rusia comparten aspectos culturales: la Federación Asiática de Ajedrez decidirá, el próximo día 28, si aprueba la petición rusa de mudar a sus jugadores de Europa a su continente. Un movimiento que parece menor, pero que no solo beneficiaría a la parte rusa, que podría eludir el peso de las sanciones, sino que consolidaría a Asia como dominante en el sector.
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