Zelenski reclama aviones de combate en su primer viaje a las capitales europeas
El líder ucranio se ha reunido este miércoles en París con Macron y Scholz tras verse con Sunak y Carlos III en Londres. El Gobierno británico anuncia más ayuda en armamento y no descarta el envío de cazas
Primero Londres y luego París. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha iniciado este miércoles una gira relámpago por la Europa occidental, la primera desde el inicio de la guerra, mes y medio después de que visitara Washington. Es la segunda vez que sale de su país desde la invasión rusa del 24 de febrero de 2022. Tras verse este miércoles en Londres con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el rey Carlos III, voló a la capital francesa para encontrarse con el presidente francés, Emma...
Primero Londres y luego París. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha iniciado este miércoles una gira relámpago por la Europa occidental, la primera desde el inicio de la guerra, mes y medio después de que visitara Washington. Es la segunda vez que sale de su país desde la invasión rusa del 24 de febrero de 2022. Tras verse este miércoles en Londres con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el rey Carlos III, voló a la capital francesa para encontrarse con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, informa Marc Bassets. Está previsto que el jueves asista al Consejo Europeo de Bruselas.
Zelenski ha encontrado siempre en el Reino Unido la mejor plataforma y altavoz para desplegar una estrategia de resistencia y ofensiva contra la invasión rusa. El Gobierno de Sunak fue el primero en anunciar el envío de tanques a Kiev, los Challenger 2. Por eso no extraña que el líder ucranio haya elegido Londres para expresar la petición que preveía trasladar a Bruselas 24 horas después y que trasladó a Macron y Scholz durante una cena en el palacio del Elíseo: cazas, para hacer frente a la aviación rusa, y armamento pesado. “Cuando antes tengamos las armas pesadas y los aviones, antes se acabará la guerra”, dijo el presidente ucranio en una comparecencia junto a los líderes los dos países más poderosos de la Unión Europea pasadas las diez de la noche. Ambos, criticados en ocasiones por la cautela mostrada desde la agresión rusa hace un año, no dieron una respuesta concreta a Zelenski, pero insistieron: “Rusia no puede ganar esta guerra”. Fue una escenografía más modesta que la de Londres.
En la capital de Reino Unido, en una intervención solemne en Westminster Hall, el recinto histórico más relevante en la arquitectura británica y el lugar donde reposaron los restos de Isabel II hace apenas unos meses, el dirigente ucranio ha utilizado un inglés impecable para dirigirse a los diputados y lores del Parlamento británico. Y ha sabido aprovechar la escenografía de la ocasión para realzar sus objetivos. Zelenski entregaba al speaker (presidente de la Cámara de los Comunes), Lindsay Hoyle, el casco de uno de los pilotos ucranios más famoso, que llevaba escrita la leyenda: “Tenemos la libertad. Danos las alas para protegerla”.
“Confío en que este símbolo nos ayude a poner en pie nuestra próxima coalición, la coalición de los aviones [cazas de combate], y por eso apelo a vosotros y al resto del mundo con palabras más simples y más importantes: cazas de combate para Ucrania, alas para la libertad”, ha proclamado Zelenski, que arrancó una inmensa ovación entre los centenares de personas que abarrotaban el inmenso vestíbulo, parte del complejo del palacio de Westminster.
Downing Street se ha mostrado hasta la fecha reticente a enviar ya sus cazas Typhoon y F-35 a Ucrania, porque “son extremadamente sofisticados y necesitan meses de entrenamiento para pilotarlos”, ha explicado un portavoz de Sunak, pero al mismo tiempo ha querido aprovechar la visita para anunciar el entrenamiento de pilotos ucranios, una señal del apoyo británico a un futuro envío. De hecho, el propio primer ministro, durante la visita junto a Zelenski a las tropas ucranias que reciben formación en la localidad de Dorset, ha dejado claro que “nada está fuera de la mesa cuando se trata de proveer ayuda militar a Ucrania (...)Los aviones forman también parte de la conversación, y hoy también hemos discutido ese asunto”.
El presidente de Ucrania ha tocado todos los resortes emocionales para suscitar el apoyo de un país, Reino Unido, cuyo Gobierno conservador y oposición laborista coinciden en desplegar unidad de criterio en este asunto. De hecho, la visita sorpresa de Zelenski coincidía con la sesión de control en la Cámara de los Comunes, y el líder laborista Keir Starmer ha cambiado sus planes para dedicar gran parte de la intervención a expresar su respaldo a cualquier gesto de apoyo a Kiev.
El dirigente ucranio ha apelado al espíritu de Winston Churchill para comparar la resistencia de su país con “el espíritu de estas grandes islas [el Reino Unido]”, y ha defendido la necesidad de que Ucrania triunfe contra Rusia porque “supondrá una victoria sobre la misma idea de la guerra” y una defensa del orden internacional, y demostrará —añadía— que “cualquier agresor acabará perdiendo”.
En medio de la multitud presente en Westminster Hall, las cámaras de la BBC perseguían la imagen del ex primer ministro, Boris Johnson, que ha forjado una relación de amistad con Zelenski. No solo acudió a Kiev en varias ocasiones al estallar el conflicto, sino que incluso repitió su visita, hace escasas semanas, cuando Sunak ocupaba ya Downing Street. “Gran Bretaña, tú nos extendiste la mano cuando el mundo todavía no tenía muy claro cómo reaccionar [ante la invasión de Rusia]. Boris”, ha añadido, con una pausa de segundos para buscar entre el público la mirada de su interlocutor. “Conseguiste que otros se unieran cuando parecía absolutamente, absolutamente, imposible. Gracias”, ha dicho Zelenski, entre los aplausos de los diputados.
Boris Johnson, a contracorriente
Poco después de que Zelenski concluyera su histórico discurso, Johnson emitía un comunicado en el que reclamaba a los diputados británicos “que fuera atendido el poderoso y apasionado llamamiento” del presidente ucranio. “No hay nada que perder y mucho que ganar si enviamos ya los aviones”, ha señalado el ex primer ministro.
El dirigente ha hecho referencias constantes a Putin, al que ha definido como evil (el mal), buscando la resonancia y el recuerdo histórico del nazismo y el comunismo. “El viejo mal ha sido derrotado, pero el nuevo quiere volver a levantar sus manos. ¿También tenéis la sensación de que el mal volverá a derrumbarse? Lo veo en vuestros ojos. Pensamos lo mismo. Sabemos que la libertad vencerá. Sabemos que Rusia será derrotada. Y sobre todo, sabemos que la victoria cambiará el mundo, con un cambio que el mundo lleva necesitando desde hace mucho tiempo”, ha afirmado Zelenski.
El avión militar en el que viajaba el dirigente ucranio ha aterrizado a las 10.30 (una hora más en la España peninsular) en el aeropuerto de Stansted, al noreste de Londres. Es la primera vez que Zelenski pone pie en territorio británico desde que comenzó la invasión rusa, y el actual inquilino de Downing Street quiere demostrar que su apoyo a Kiev es tan firme como el que impulsó desde un primer momento su predecesor, Boris Johnson. “La visita del presidente Zelenski al Reino Unido es testimonio de la valentía de su país, de su determinación y de su lucha, así como de la inquebrantable amistad que une a las dos naciones”, aseguraba Sunak en las horas previas a la llegada del líder ucranio. La visita ha incorporado un encuentro con el rey Carlos III, según ha confirmado el palacio de Buckingham.
Los dos dirigentes, según ha adelantado Downing Street, abordarán durante su encuentro una estrategia en dos fases de la ayuda británica a Ucrania. Comenzará con un incremento inmediato del envío de material militar al país para ayudar en la respuesta a la ofensiva rusa prevista para primavera. Este primer esfuerzo, asegura el equipo de Sunak en un comunicado, “se verá reforzado por un apoyo posterior a largo plazo”.
“Hoy me enorgullece anunciar que vamos a ampliar el entrenamiento actual a soldados [ucranios] para incluir a infantes de marina y pilotos de caza de combate, con el objetivo de asegurar que Ucrania tenga la capacidad militar necesaria para poder defender sus intereses en el futuro”, ha dicho Sunak. “Remarcamos, de este modo, no solo nuestro compromiso de proveer equipamiento militar a corto plazo, sino el compromiso a largo plazo de permanecer hombro con hombro junto a Ucrania en los años venideros”, ha prometido el primer ministro británico.
El entrenamiento de los pilotos pretende preparar al personal ucranio para el manejo futuro de los cazas utilizados por las fuerzas de la OTAN, con lo que, más allá de la eficacia inmediata de la medida, manda un desafío al Kremlin. A los 10.000 soldados que ya han recibido formación en territorio británico se sumarán otros 20.000 este mismo año. La semana pasada llegó al Reino Unido el personal militar ucranio que debe aprender a manejar los tanques Challenger 2 que Downing Street se ha comprometido a aportar para hacer frente al ejército ruso.
Nuevas sanciones
El Gobierno británico ha anunciado una nueva batería de sanciones económicas “que afectarán a todos aquellos que han ayudado a [Vladímir] Putin a amasar su fortuna personal, y a las empresas que se benefician de la maquinaria de guerra del Kremlin”.
Las nuevas medidas punitivas se extienden a seis entidades que se dedican a proveer material militar a Rusia para la invasión de Ucrania. Se trata de CST, fabricante de los drones utilizados para la destrucción de vehículos militares; RT-Komplekt, que proporciona componentes de helicópteros; Oboronlogistics, que transporta el material destinado a las tropas rusas; Universalmasch y Lipetsk, proveedores de piezas para la artillería antiaérea; y Topaz, una compañía de software para aviación militar.
“Las nuevas sanciones acelerarán la presión económica sobre Putin, y socavarán su maquinaria de guerra, para ayudar a que Ucrania prevalezca ante este desafío”, ha dicho James Cleverly, el ministro británico de Exteriores.
Junto a las empresas, Downing Street ha señalado a cinco individuos conectados, presuntamente, con la adquisición y gestión de parte del lujoso patrimonio inmobiliario de Putin. Son Boris Titov, Nikolai Egorov, Serguéi Rudnov, Svetlana Krivonogickh y Viktor Miachin. Se añaden a la lista otras tres personalidades rusas sospechosas de haber ayudado al dirigente del Kremlin a extender sus intereses empresariales: Alexéi Repik, Evgeni Shkolov y Pavel Titov.
Además, se espera que Zelenski viaje el jueves a Bruselas, aunque su presencia en la capital comunitaria no se podrá confirmar hasta el último momento por motivos de seguridad.
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