Rusia presiona para hacerse con Soledar y lograr su primera victoria estratégica en la guerra de Ucrania en seis meses
Los mercenarios rusos del grupo Wagner y las tropas ucranias se disputan el control de esta localidad de la región de Donbás en combates casa a casa
Rusia está poniendo toda la carne en el asador para conquistar Soledar. Los combates casa a casa en este municipio de la provincia de Donetsk, en la región de Donbás, en el este de Ucrania, se han recrudecido desde la semana pasada, cuando los mercenarios rusos del grupo Wagner llegaron al centro urbano. Los oficiales ucranios en el terreno admiten que están retrocediendo y los canales de información rusos dan por...
Rusia está poniendo toda la carne en el asador para conquistar Soledar. Los combates casa a casa en este municipio de la provincia de Donetsk, en la región de Donbás, en el este de Ucrania, se han recrudecido desde la semana pasada, cuando los mercenarios rusos del grupo Wagner llegaron al centro urbano. Los oficiales ucranios en el terreno admiten que están retrocediendo y los canales de información rusos dan por hecho que el pueblo caerá en las próximas horas. Se trataría de la primera victoria estratégica del invasor en la guerra de Ucrania desde julio.
Soledar se encuentra en la línea del frente de Donetsk. El viernes, el día que supuestamente empezaba el alto el fuego unilateral de Navidad ordenado por el presidente ruso, Vladímir Putin, las unidades de Wagner sorprendieron con un ataque que les permitió llegar hasta el centro del municipio. Tres brigadas de infantería ucranias están plantando cara en un combate casi cuerpo a cuerpo, metro a metro. La más destacada, un mito ya de esta guerra, es la 46ª Brigada Aerotransportada, que fue también decisiva en la liberación de las regiones occidentales de la provincia de Jersón, en otoño. La 46ª Brigada se aseguró el sábado el control de las minas de sal de Soledar, una infraestructura determinante, no solo por el valor industrial, sino porque cuenta con 200 kilómetros de túneles a salvo de la artillería. Desde entonces, su situación ha empeorado. La hipotética caída de Soledar supondría el primer éxito ruso en el campo de batalla de Donbás desde que a principios de julio las tropas de Moscú conquistaran las ciudades de Lisichansk y Severodonetsk, en la vecina provincia de Lugansk.
En los últimos tres días, los hombres de Wagner han intensificado la ofensiva en Soledar, ganando terreno a costa de enormes sacrificios humanos. El propio presidente ucranio, Volodímir Zelenski, dio a entender en su mensaje diario del lunes que las tropas estaban haciendo lo imposible para frenar al invasor en la localidad como maniobra de distracción: “Gracias a la resistencia de nuestros combatientes, en Soledar hemos ganado un tiempo adicional y poder adicional para Ucrania”.
En primavera sucedió algo parecido en Mariupol, aunque a una escala mucho mayor —la ciudad del mar de Azov tenía antes de la guerra una población de 445.000 habitantes; mientras que Soledar solo contaba con 11.000—. La resistencia numantina en la acería Azovstal de Mariupol, pese a que era evidente que Rusia conquistaría la ciudad, provocó que el enemigo concentrara tropas allí en vez de en otras zonas del frente.
Cortar la carretera de suministro
La importancia de Soledar reside también en que desde ella puede cortarse la carretera de suministro militar ucranio que corre en paralelo al frente de Donetsk. También sería un paso significativo para intentar aislar la vecina ciudad de Bajmut, el principal objetivo ruso en la provincia. En su informe diario sobre la guerra, los servicios de inteligencia británicos aventuraron este martes que la mayor parte de Soledar ya está en manos rusas, y descartaron que la caída de Bajmut sea inminente: “Es poco probable que Rusia pueda rodear Bajmut inmediatamente, porque las fuerzas ucranias mantienen una sólida línea defensiva y mantienen el control de las rutas de suministro”. La principal carretera que une Bajmut con el resto del país, la que procede de Kramatorsk, se sitúa a unos 25 kilómetros de las posiciones rusas. Un avance de las tropas de Moscú sí permitiría que esta carretera estuviera más expuesta a su artillería.
Desde Soledar, Yuriy Butusov, analista militar del digital Ukraine Front Lines, confirmó la noche del lunes que la carretera que conecta el pueblo con la retaguardia ya es de imposible circulación debido al fuego ruso. Una hipotética retirada sería todavía más complicada si los mercenarios de Wagner y los batallones de paracaidistas rusos luchando en Soledar consiguen rodear el municipio por tres flancos. Butusov, conocido por ser frecuentemente una voz crítica con los altos mandos, asegura que la planificación de las fuerzas en el campo de batalla “está siendo caótica”.
La destrucción en Soledar es apocalíptica, según los vídeos que comparten en redes sociales soldados de los dos ejércitos. “¿Qué quiere ganar Rusia allí? Casi todo está completamente destruido, casi no queda nadie vivo allí. Y miles de vidas de sus hombres se han perdido”, dijo Zelenski: “Todo el territorio de Soledar está cubierto con cuerpos de los ocupantes y las cicatrices de los ataques. Esto es la locura”.
Las bajas en el lado ucranio también son elevadas. A diferencia de otros escenarios de la guerra, en el de Soledar y Bajmut están apareciendo numerosos vídeos de militares ucranios heridos, publicados por los soldados que comparten imágenes en la red social TikTok. Estos vídeos también muestran que la defensa de la localidad es casa por casa, con pelotones de infantería ucranios disparando desde ventanas y desde las porterías de los edificios, cambiando constantemente de bloque para evitar el fuego de artillería. Desde la semana pasada también se habían repetido los mensajes de soldados ucranios apostados en Soledar dirigidos al ministro de Defensa, Oleksi Reznikov, pidiéndole refuerzos, más armas de gran calibre y drones.
Rusia apuesta por avanzar en Donetsk mientras el resto de los frentes están estancados. Pese a que el Instituto para el Estudio de la Guerra confirmó el lunes pequeños avances ucranios en la provincia de Lugansk, las líneas de defensa rusas en esta zona se han fortificado de tal manera que solo un elevado incremento en unidades de tanques y artillería de precisión pueden permitir a las Fuerzas Armadas ucranias avanzar significativamente por el noreste. El frente en Zaporiyia tampoco presenta cambios y el del sur, en la provincia de Jersón, con el río Dniéper separando a los dos ejércitos, no tendrá combates a gran escala hasta que Ucrania no cuente con un fuerte aumento de suministros militares de sus aliados internacionales para intentar un desembarco.
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