Kevin McCarthy, en su primer discurso: “No me rindo nunca”

El nuevo presidente de la Cámara de Representantes promete comisiones de investigación sobre el Gobierno de Biden y sobre China, pero al tiempo llama a la unidad

Kevin McCarthy, con el mazo de 'speaker' de la Cámara de Representantes.Foto: MICHAEL REYNOLDS (EFE)

Kevin McCarthy ha estrenado su mazo de speaker en la madrugada de este sábado en Washington, por la mañana en la España peninsular española. El nuevo presidente de la Cámara de Representantes ha empezado a ejercer el cargo tras ser elegido en una sesión dramática tras cuatro días que han desembocado en una noche alta tensión. McCarthy ha dado su primer discurso de la legislatura en el que ha expuesto sus prioridades con una mezcla difícilmente compatible de llamadas a la unidad y de promesas de dura oposición al Gobi...

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Kevin McCarthy ha estrenado su mazo de speaker en la madrugada de este sábado en Washington, por la mañana en la España peninsular española. El nuevo presidente de la Cámara de Representantes ha empezado a ejercer el cargo tras ser elegido en una sesión dramática tras cuatro días que han desembocado en una noche alta tensión. McCarthy ha dado su primer discurso de la legislatura en el que ha expuesto sus prioridades con una mezcla difícilmente compatible de llamadas a la unidad y de promesas de dura oposición al Gobierno de Joe Biden. Visiblemente satisfecho con su agónico nombramiento, ha dicho: “Espero que una cosa quede clara después de esta semana: no me rindo nunca”.

Al abandonar el Capitolio, ante la prensa, el nuevo presidente de la Cámara ha dado las gracias, especialmente a Donald Trump por su apoyo. Los rebeldes que desoyeron inicialmente la petición del expresidente de apoyar a McCarthy han acabado facilitando su nombramiento. En las fotografías e imágenes de televisión de la noche de este viernes se ve a Marjorie Taylor-Greene, una de las congresistas más cercanas al expresidente, tender a alguno de los díscolos su teléfono, en las que se leen las iniciales DT (por Donald Trump). “No creo que nadie deba dudar de la influencia del presidente Trump en la votación“, declaro McCarthy a la prensa. Aseguró que había hecho llamadas no solo a él, sino también a los rebeldes que habían desatascado la situación.

Para lograr el cargo ha tenido que hacer numerosas concesiones al ala dura de su partido y su primer discurso apunta a un programa de oposición fiera.

McCarthy ha aludido a comisiones de investigación para exigir responsabilidades a la “ciénaga” de Washington por la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, sobre los orígenes de la covid y sobre la supuesta utilización del FBI como arma política, en referencia al registro de la mansión de Donald Trump en Mar-a-Lago (Florida) por llevarse ilegalmente de la Casa Blanca documentos secretos. Ha prometido usar “el poder de las citaciones” para esas investigaciones.

“Nos comprometemos a poner fin al despilfarro de Washington para bajar el precio de la comida, la gasolina, los coches, la vivienda y frenar el aumento de la deuda nacional. Nos comprometemos a recortar la carga regulatoria, reducir los costes energéticos para las familias y crear empleos bien remunerados para los trabajadores”, ha continuado exponiendo su programa.

Ha anunciado que la primera proposición de ley será para eliminar la financiación para que la agencia tributaria contrate 87.000 nuevos empleados, como prevé la Ley de Reducción de la Inflación impulsada por Biden. “Vamos a aprobar proyectos de ley para arreglar la nación y sus desafíos de la frontera sur abierta de par y para acabar con el adoctrinamiento woke [por progresista] en nuestras escuelas”, ha continuado exponiendo su programa. Una de las primeras comparecencias se centrará en la frontera sur, por lo que denomina “una crisis de seguridad y soberanía”. “Debemos asegurar nuestras fronteras”, ha dicho.

También propondrá crear una comisión sobre China para recuperar los puestos de trabajo que asegura que se fueron a ese país y ganar la competición económica a la potencia emergente.

McCarthy señala el cartel de su despacho tras prestar juramento.Jose Luis Magana (AP)

Puertas abiertas

McCarthy, que ha recordado que es hijo de un bombero y nieto de inmigrantes, ha asegurado que abrirá la Cámara a los ciudadanos: “Quiero dar a todos los estadounidenses una invitación personal. Son bienvenidos a ver nuestro trabajo. Las puertas ya no estarán cerradas. Los debates estarán abiertos para que sean testigos de lo que ocurre en la Casa del Pueblo. Desde las salas de las comisiones hasta este hemiciclo”.

Al líder de la minoría demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, le ha dicho: “Prometo que nuestros debates serán apasionados, pero nunca serán personales”. Y pese a exponer ese programa de dura oposición, ha apelado al espíritu de Lincoln para hacer una llamada a la unidad: “Trabajaré con todos y cada uno de los que comparten nuestra pasión por ofrecer un futuro mejor a la nación. Espero que se unan a mí como Congreso. Solo podemos funcionar si cooperamos”.

Tras su discurso ha prestado juramento y se lo ha tomado al resto de representantes. Familiares de los congresistas estaban presentes (ya desde el martes se veían niños en la Cámara, pues es habitual que acudan al juramento del cargo de sus padres) y se ha disculpado con ellos: “Sabía que nos llevaría un par de días extra. Voy a ser honesto, no es como lo había planeado”.

No es como lo había planeado, pero es lo que había planeado. McCarthy estaba obsesionado con lograr el puesto de speaker y tras una noche de drama y tensión, lo ha logrado. La sesión se ha levantado cerca de las 2.00 de la madrugada.

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