Bruselas trata de atajar el choque entre Francia e Italia por la migración

“No podemos trabajar barco a barco, crisis a crisis, necesitamos un marco común”, exige el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas

A la izquierda, el ministro de Interior español, Fernando Grande-Marlaska, hablando con su el responsable griego de migración, Notis Mitarachi.OLIVIER HOSLET (EFE)

Los ministros de Interior de la UE se han reunido este viernes en una convocatoria extraordinaria para tratar de atajar las tensiones por el enfrentamiento entre Italia y Francia, dos grandes del club comunitario, por el destino de los migrantes rescatados en el Mediterráneo central y analizar el repunte migratorio de casi todas las rutas que llevan al continente. Con muchos frentes abiertos, un...

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Los ministros de Interior de la UE se han reunido este viernes en una convocatoria extraordinaria para tratar de atajar las tensiones por el enfrentamiento entre Italia y Francia, dos grandes del club comunitario, por el destino de los migrantes rescatados en el Mediterráneo central y analizar el repunte migratorio de casi todas las rutas que llevan al continente. Con muchos frentes abiertos, una situación económica complicada y las perspectivas de que la guerra de Rusia en Ucrania se alargue y el Kremlin agudice la instrumentalización de las olas migratorias, la Comisión Europea quiere adelantarse y rebajar la tensión en un tema que siempre ha sido caliente en la UE y que ha suscitado diferencias entre los Estados miembros desde la crisis de asilo de 2015.

El encuentro se celebró con el escenario de fondo del enfrentamiento entre París y Roma, después de que el Gobierno italiano, liderado por la ultraderechista Giorgia Meloni, se negase a desembarcar a más de 200 migrantes rescatados por el barco con bandera francesa Ocean Viking y que finalmente fueron recibidos en Francia el 11 de noviembre. El incidente desató, no solo, las críticas de las organizaciones humanitarias y de la Comisión, que advirtió a Italia del “deber moral y la obligación legal” de salvar a los migrantes en el mar; sino también el malestar de París, que criticó la falta de “humanidad y “solidaridad europea” de Meloni. Francia anunció entonces su intención de suspender la reubicación voluntaria de 3.500 refugiados desde Italia y de retirarse del pacto de reparto migratorio de 2020, que en realidad no se está cumpliendo.

Migrantes rescatados en la cubierta del barco 'Ocean Viking', en el golfo de Catania el domingo 13 de noviembre.Foto: Vicenzo Circosta | Vídeo: Reuters

Como parte de la iniciativa para atajar el choque y las preocupaciones del resto de países, la Comisión Europea ha presentado a los ministros este viernes un plan de una veintena de puntos destinado a abordar la creciente migración en el Mediterráneo central. El marco, que no introduce medidas novedosas, busca fortalecer fundamentalmente la cooperación con los terceros países y una mayor coordinación entre los Estados miembros para la búsqueda y rescate. “No podemos ni debemos trabajar crisis a crisis, barco a barco, incidente por incidente”, ha remarcado el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas. “Necesitamos un marco único basado en la legislación de la UE”, ha añadido el también comisario de Estilo de Vida Europeo, que ha instado a los Veintisiete a avanzar en nuevos pasos legislativos en materia migratoria.

París no se mueve

La reunión del viernes no ha variado la postura de Francia, que mantiene que no aceptará más acogidas si el resto de países no se involucran y asumen más. Este año, unos 90.000 migrantes y refugiados han llegado a la UE por mar a través de la ruta del Mediterráneo central, desde el norte de África a Malta o Italia; un 50% más que en 2021. Los países del sur de la UE, además, alertan de que hay demasiada presión y poco apoyo del resto. “El tema de la inmigración irregular no es solo para los países de llegada, sino para toda la UE”, ha señalado el ministro español Fernando Grande-Marlaska.

Según los datos de Frontex, la agencia de fronteras de la UE, las llegadas han crecido por casi todas las rutas migratorias. Solo han descendido en las del Estrecho y Canarias. En los primeros diez meses del año, se detectaron una 275.000 entradas irregulares en las fronteras exteriores de la UE, un 73% más que el mismo periodo del año pasado y el registro más alto para los primeros diez meses el año 2016, aunque hay que tener en cuenta el contexto pospandémico. “La situación es complicada en todos los puntos de Europa”, ha apuntado el ministro de Interior de República Checa, Vít Rakusan, que preside este semestre la UE.

Sin contar con la afluencia masiva de ucranios por la guerra lanzada por Rusia, el aumento se debe principalmente a las dos rutas que ahora están en el debate y son foco de tensión: la del Mediterráneo central, por donde han entrado 65.572 personas (un 42% más que en 2021) hasta septiembre, y la de los Balcanes occidentales, la más transitada de largo (106.396 personas, un 170% más). La intención de la Comisión Europea, ha incidido Schinas, es presentar pronto otro plan de acción para la ruta de los Balcanes occidentales, que estará listo para la cumbre entre la Unión Europea y los líderes de estos países en Tirana el próximo 6 de diciembre. ”La migración no debe ser un tema que intoxique la política. Hay que traer normalidad al debate y seguir demostrando que Europa es parte de la solución”, ha remarcado el vicepresidente comunitario.

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