La Noche de los Cristales Rotos, fotografiada por los nazis: surgen imágenes inéditas 84 años después
El centro Yad Vashem publica el álbum con fotos de los pogromos de 1938 que un militar estadounidense destinado en Alemania conservó hasta su muerte
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 hordas de nazis uniformados acompañados de civiles enfervorecidos se lanzaron a las calles de ciudades alemanas a quemar sinagogas y destrozar negocios judíos. Lincharon al menos a 92 personas, una cifra oficial que algunos historiadores creen que se queda corta. Alrededor de 30.000 hombres judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración en lo que se considera como un preludio del Holocausto. Coincidiendo con el 84º aniversario de la conocida como Noche de los Cristales...
La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 hordas de nazis uniformados acompañados de civiles enfervorecidos se lanzaron a las calles de ciudades alemanas a quemar sinagogas y destrozar negocios judíos. Lincharon al menos a 92 personas, una cifra oficial que algunos historiadores creen que se queda corta. Alrededor de 30.000 hombres judíos fueron arrestados y enviados a campos de concentración en lo que se considera como un preludio del Holocausto. Coincidiendo con el 84º aniversario de la conocida como Noche de los Cristales Rotos, el centro Yad Vashem de Jerusalén ha publicado una serie de fotografías inéditas que muestran nuevos detalles de aquella ola de saqueo y barbarie vista desde la perspectiva de los perpetradores.
En una de las imágenes se ve cómo un uniformado nazi destroza un escaparate mientras una multitud le observa. Algunos de los congregados, quizá vecinos de los tenderos judíos, se ríen. En otra, varios hombres de las SA y las SS vierten gasolina o algún tipo de acelerante en la alfombra de una sinagoga. Otra fotografía muestra las llamas devorando la nave central de un templo. En una instantánea se ve a una decena de uniformados cargando pilas de libros sagrados saqueados, probablemente para llevarlos a incinerar. También están retratadas las víctimas: una mujer tendida en la cama mira asustada a la cámara mientras se echa la mano al corazón; otras cuatro personas, algunas en pijama y bata, parecen hacer un alto en la cura de la herida que uno de ellos tiene en la frente. En varias fotos aparecen hombres magullados o sangrando.
La familia de un militar estadounidense destinado a labores de contrainteligencia durante la guerra descubrió las fotografías cuando el hombre falleció y las cedió al centro Yad Vashem, el Museo del Holocausto de Jerusalén, que las acaba de hacer públicas con motivo de la conmemoración del pogromo del 9 de noviembre. Los archiveros están seguros de que las imágenes las tomaron fotógrafos nazis. Se desconoce cómo llegaron a manos del militar, que era judío. El hombre, que nunca habló con su familia de sus vivencias durante la II Guerra Mundial, guardó el álbum durante décadas. Una de sus dos hijas, Ann Leifer, lo encontró haciendo limpieza en su casa.
“Podemos ver, por el extremo primer plano de estas fotos, que los fotógrafos eran parte integrante del evento representado. Los ángulos y la proximidad a los perpetradores parecen indicar un objetivo claro: documentar los acontecimientos”, asegura Jonathan Matthews, director de Fotografía de los archivos de Yad Vashem, en un comunicado. Son fotos “poco comunes”, explica, que muestran a los nazis provocando los incendios y destrozando los negocios y las casas de los judíos. Las imágenes son una prueba más de que los pogromos se ordenaron desde arriba y que, por tanto, no consistieron en “actos espontáneos protagonizados por multitudes enfurecidas, como trataron de hacerlos parecer”.
La publicación de las fotos ha coincidido con la conmemoración en Alemania de lo que cada vez más se conoce como pogromo de noviembre, en lugar de la Noche de los Cristales Rotos. En el ámbito académico y político ya prácticamente no se emplea esta última expresión, por considerarla un eufemismo creado por los nazis para restar gravedad a lo que realmente sucedió. En unas pocas horas ardieron por toda Alemania 1.400 sinagogas y los judíos fueron humillados y acosados, cuando no apaleados y asesinados, por las organizaciones paramilitares que dirigía Adolf Hitler.
El 9 de noviembre es un día especial para Alemania, porque se conmemoran varias fechas clave de su historia reciente, las más brillantes y las más sombrías. Desde el despertar democrático que supuso la caída del muro de Berlín, en 1989, hasta la Noche de los Cristales Rotos, que recuerda a los alemanes “los abismos y horribles crímenes” de los que fueron capaces. La expresión la empleó el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, en su discurso de este miércoles: “El 9 de noviembre seguirá siendo para siempre un doloroso día de recuerdo que nos une especialmente a la comunidad judía”, aseguró, y llamó a seguir luchando contra el antisemitismo. Las autoridades han alertado de un aumento de los ataques antisemitas en Alemania. Solo en 2021 se registraron 3.027 delitos de este tipo, un tercio más que el año anterior y el número más alto desde que empezaron a registrarse.
“Como si me fuera a quemar las manos”
La familia del soldado estadounidense donó el álbum de fotos a Yad Vashem para que formara parte del proyecto titulado Reunir los fragmentos, que recopila objetos de la época del Holocausto que conservan los supervivientes y sus descendientes. Las imágenes corresponden a los pogromos de la ciudad de Núremberg y de la cercana localidad de Fürth, ambas en Baviera, en el sur de Alemania. “Cuando abrí el álbum sentí como si me fuera a quemar las manos”, explicó en su cuenta de Twitter la nieta del soldado estadounidense, Elisheva Avital, poco después de encontrarlo.
Las fotos aparecieron hace cuatro años, cuando su abuelo falleció y ella, su madre y su hermana entraron en su casa para ocuparse de sus pertenencias. Algunas imágenes ya habían trascendido en un documental. “Mi abuelo nunca habló de la guerra, así que nunca supimos mucho de esa época, pero por los parches de su uniforme creemos que trabajó en inteligencia”, añadió. Muchas fotos están datadas: 10 de noviembre de 1938, Núremberg, se lee en el reverso. También aparecen varios nombres. Avital los buscó por internet y comprobó que eran fotoperiodistas que trabajaban para los nazis. Tras donar el álbum a Yad Vashem, los archiveros de esta institución digitalizaron el material y lo catalogaron.
Muchas de las fotografías, como las del interior de las sinagogas, son especialmente valiosas para documentar los hechos porque hasta ahora no abundaban imágenes desde la perspectiva de los perpetradores. “Servirán como testigos eternos mucho después de que los supervivientes ya no estén aquí para dar testimonio de sus propias experiencias y transmitirán durante generaciones los relatos individuales y la historia del Holocausto a todo el mundo, en Israel y en el extranjero”, asegura Dani Dayan, presidente de Yad Vashem, en una nota de prensa.
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