La fiscal general de Nueva York demanda por un fraude a gran escala a Trump y a sus tres hijos mayores

Letitia James halla indicios, tras una investigación de tres años, de que el expresidente y sus familiares hincharon el valor de sus propiedades para engañar a los bancos y les pide una multa de 250 millones de dólares

El expresidente Donald Trump con sus hijos Eric (izquierda), Ivanka y Donald Jr. en Nueva York, en enero de 2017.Foto: THE WASHINGTON POST (GETTY IMAGES) | Vídeo: Reuters

Un nuevo frente judicial se abrió en casa este miércoles para Donald Trump. La fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, una vieja contrincante, ha demandado a este y a sus tres hijos mayores, Donald Jr., Eric e Ivanka, “por dedicarse durante añ...

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Un nuevo frente judicial se abrió en casa este miércoles para Donald Trump. La fiscal general del Estado de Nueva York, Letitia James, una vieja contrincante, ha demandado a este y a sus tres hijos mayores, Donald Jr., Eric e Ivanka, “por dedicarse durante años a un fraude financiero enfocado a su propio enriquecimiento y al de la Organización Trump”, según aclaró en Twitter James, que investiga estas prácticas desde hace tres años. En una conferencia de prensa posterior, compartió su convicción de que “Trump infló falsamente su patrimonio neto en miles de millones de dólares para enriquecerse injustamente y engañar al sistema”. Al mismo tiempo, la investigadora afirma que los acusados disminuían ante el fisco el valor de su riqueza para pagar menos impuestos. James quiere imponer a la familia una multa de unos 250 millones de dólares (una cantidad similar de euros).

La demanda de 222 páginas, presentada en un juzgado de Manhattan, describe 200 infracciones por fraude y hace responsables al padre, a los hijos y a la compañía familiar de manipular las declaraciones fiscales de Trump entre 2011 y 2021. También, de mentir a prestamistas y aseguradoras a base de sobrevalorar en miles de millones de dólares sus activos como parte de una estafa a gran escala. Entre esas 23 propiedades se cuentan algunas tan emblemáticas como el Mar-a-Lago Club, en Florida; la finca Seven Springs, en el condado de Westchester, en Nueva York; y el hotel de Washington, que alquiló al gobierno federal hasta que lo vendió en mayo de este año a un grupo inversor. Se da la circunstancia de que durante cuatro años de la segunda parte de la década investigada, el principal acusado fue presidente de Estados Unidos.

La pesquisa de James, miembro del Partido Demócrata, se ha centrado en esclarecer si se alteró el valor de las propiedades del magnate para obtener beneficios fiscales, así como para la consecución de préstamos bancarios. “Afirmar que tienes un dinero del que careces no es una expresión del arte del vender. Se trata más bien del arte de robar”, dijo James en una referencia paródica al título del libro más famoso de Trump (The Art of the Deal, de 1987, traducido al español como El arte de vender). “No hay dos conjuntos de leyes para el pueblo de esta nación: los expresidentes deben responder como el resto de los estadounidenses”, sentenció la fiscal general, que se convirtió en 2018 en la primera mujer afroamericana en ejercer el cargo.

Más allá de la monumental multa, los objetivos de la demanda son: prohibir a los Trump que vuelvan a hacer negocios en el Estado de Nueva York; proscribir a su organización del mercado inmobiliario de la ciudad durante cinco años; y compartir el fruto de sus investigaciones con el Departamento de Justicia, que tiene dos causas abiertas contra el magnate: por sus acciones ―y, sobre todo, sus inacciones― durante el ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021, y por los documentos clasificados que este se llevó de la Casa Blanca y fueron hallados a principios de agosto, durante un registro del FBI a su residencia en Mar-a-Lago, en Florida.

Letitia James, fiscal general de Nueva York, durante la presentación de la demanda este miércoles.Kathy Willens (AP)

James contó a la prensa que cuando compareció bajo juramento durante la investigación, Trump invocó repetidamente la Quinta Enmienda para evitar testificar contra sí mismo. “Durante demasiado tiempo, los ricos y poderosos han operado en este país como si las reglas no se aplicaran a ellos”, añadió: “Donald Trump es uno de los ejemplos más atroces de esta mala conducta”. Donald Jr., Ivanka y Eric Trump, también han hecho lo posible para evitar testificar y entregar los documentos comerciales solicitados por la Fiscalía.

Más elocuente se ha mostrado el expresidente al despachar las últimas acusaciones, que niega, como parte de una estrategia de “persecución política”. El argumento no es nuevo: lo reutiliza siempre que se presenta la oportunidad para criticar las investigaciones judiciales que en los últimos meses están cercándolo con la inminencia de las elecciones legislativas de noviembre, en las que demócratas y republicanos, aún bajo la sombra de Trump, se juegan el control del Capitolio. Donald Jr., seguramente el hijo que exhibe una mayor sintonía con el padre, ha reaccionado a las noticias llegadas desde Nueva York con un mensaje en Twitter en el que un video de James se acompaña del siguiente mensaje: “¡La gilipollez de la caza de brujas demócrata continúa!”.

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