Las inundaciones dejan sin agua potable a Jackson, la capital de Misisipi

El gobernador declara el estado de emergencia ante la falta de suministro

Rajwinder Singh, dueño de una gasolinera con tienda de conveniencia, mete en su coche cajas de agua recién compradas en un hipermercado en Jackson (Misisipi).Rogelio V. Solis (AP)

Aunque suene paradójico, una de las primeras cosas que suelen escasear en las inundaciones es el agua. El agua potable, se entiende. Es lo que ha ocurrido en Jackson, la capital y mayor ciudad de Misisipi, de unos 164.000 habitantes. Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias han dañado la principal planta de tratamiento de agua que abastece a la ciudad, dejando en situación de emergencia a un sistema que ya arrastraba grandes deficiencias.

“La pérdida total o casi total de la presión del agua en toda la ciudad de Jackson y las zonas circundantes del condado de Hinds que recibe...

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Aunque suene paradójico, una de las primeras cosas que suelen escasear en las inundaciones es el agua. El agua potable, se entiende. Es lo que ha ocurrido en Jackson, la capital y mayor ciudad de Misisipi, de unos 164.000 habitantes. Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias han dañado la principal planta de tratamiento de agua que abastece a la ciudad, dejando en situación de emergencia a un sistema que ya arrastraba grandes deficiencias.

“La pérdida total o casi total de la presión del agua en toda la ciudad de Jackson y las zonas circundantes del condado de Hinds que reciben agua de la planta ha creado una situación de desastre y de peligro extremo para la seguridad de las personas y los bienes”, ha señalado a través de un comunicado el gobernador de Misisipi, el republicano Tate Reeves, que ha declarado el estado de emergencia.

“El estado está movilizando enormes recursos para proteger a los habitantes de nuestra capital”, dijo el gobernador Tate Reeves. “Se necesitará tiempo para que esto dé sus frutos. Pero estamos aquí en tiempos de crisis, para cualquier persona del estado que lo necesite. Esa es mi responsabilidad como gobernador, y es lo que todo el mundo en mi administración se compromete a garantizar”.

Según el decreto del estado de emergencia, la planta O.B. Curtis, dañada por las inundaciones, proporciona agua potable a unos 43.000 puntos de suministro de los que dependen unas 160.000 personas de Jackson y sus alrededores. Las lluvias torrenciales han provocado desbordamientos en el río Pearl, que atraviesa la ciudad y han elevado el nivel del reservorio Ross R. Barnett hasta un punto que ha dejado inoperativo gran parte del suministro.

Las dos bombas principales de toma de agua de la planta han sido retiradas para su reparación y las dos bombas secundarias producen de dos a cuatro millones de galones (de 7,5 a 15 millones de litros) menos de agua por día que las primarias, lo que ha dado lugar a una pérdida casi total de presión del agua.

Eso ha generado una situación de “desastre y peligro extremo para la seguridad de las personas y la propiedad de tal magnitud que estaría más allá del control de los servicios, el personal, el equipo y las instalaciones de la ciudad de Jackson y el condado de Hinds”, según el decreto.

El desbordamiento del río Pearl ha inundado zonas cercanas a su cauce en Jackson (Misisipi).Rogelio V. Solis (AP)

En rueda de prensa, el gobernador ha dicho: “Hasta que se arregle, significa que no tenemos agua corriente fiable a escala. Significa que la ciudad no puede producir suficiente agua para luchar contra los incendios, para tirar de la cadena de los inodoros de forma fiable y para satisfacer otras necesidades críticas”.

Misisippi está tomando medidas para garantizar la seguridad contra incendios y organizando los recursos para proporcionar el saneamiento y distribuir agua potable y no potable a los residentes de Jackson. “Reemplazar la infraestructura de agua corriente de nuestra ciudad más grande con distribución humana es una tarea logística masivamente complicada. Tenemos que proporcionarla a hasta 180.000 personas durante un periodo de tiempo desconocido. Contamos con la mejor dirección y mano de obra experta posible, pero aun así no será fácil”, ha añadido en la rueda de prensa Reeves.

El gobernador ha hecho un llamamiento a la población: “Si ustedes tienen los recursos personales para proveerse a sí mismos o sus vecinos estamos pidiendo a los habitantes de Mississippi que por favor lo hagan. Dejen estos recursos para aquellos que los necesitan absolutamente”.

Los habitantes de Jackson, una ciudad pobre e insegura y de mayoría de población negra, sufren crónicamente problemas con los servicios públicos, entre ellos el suministro de agua y su salubridad, pero las inundaciones lo han complicado hasta el extremo: “Esta es una situación muy diferente a la de mi aviso de hervir el agua, que también es una situación grave, a la que los residentes de Jackson se han vuelto trágicamente insensibles”, ha dicho el gobernador. “Estamos en constante estado de emergencia”, ha dicho por su parte el alcalde la ciudad, el demócrata Chokwe Antar Lumumba, en otra rueda de prensa.

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