Biden apela a la unión regional como solución a la crisis migratoria de América
El presidente destaca la Declaración de Los Ángeles, firmada por 20 países y de la que se desprenden compromisos concretos de cada nación
La Cumbre de las Américas ha producido este viernes su documento más esperado. Veinte líderes han respaldado la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, que crea un sistema regional de migración con compromisos concretos de muchos de los países que se han reunido los últimos tres días en California. “Se necesita que todas nuestras naciones trabajen juntas para atacar este problema”, ha dicho el anfitrión, el preside...
La Cumbre de las Américas ha producido este viernes su documento más esperado. Veinte líderes han respaldado la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, que crea un sistema regional de migración con compromisos concretos de muchos de los países que se han reunido los últimos tres días en California. “Se necesita que todas nuestras naciones trabajen juntas para atacar este problema”, ha dicho el anfitrión, el presidente Joe Biden, minutos antes de presentar el resultado de una cumbre marcada por las ausencias, a pesar de contar con 68 delegaciones y 22 jefes de Estado. Algunas de las naciones que acudieron a Los Ángeles, como Bolivia y República Dominicana, no figuran en la versión definitiva del documento. Aún así, Biden ha dicho que esta tiene el visto bueno de todos los implicados en la ruta de la migración desde Chile hasta Canadá.
“Otros se sumarán más adelante”, ha dicho la tarde de este viernes Antony Blinken, el secretario de Estado de Biden. El encargado de Exteriores de Washington, quien escribía discursos para Bill Clinton cuando se celebró en 1994 la primera Cumbre de las Américas, ha calificado la declaración de Los Ángeles como “la primera aproximación regional” para atajar el tema en todo el continente. “Abarca los países de origen, tránsito y destino. Es muy significativo porque promete una acción más efectiva: humana, ordenada y segura”, ha añadido. El funcionario también ha destacado otras de las medidas adoptadas en la semana, entre estas multimillonarias inversiones del sector privado en zonas expulsoras y el compromiso por reforzar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para catapultar los países de renta media.
“La migración segura y legal es buena para todas nuestras economías, pero necesitamos reducir las formas peligrosas e ilegales como la gente está migrando. La inmigración ilegal es inaceptable, y reforzaremos nuestras fronteras con acciones coordinadas”, ha afirmado Biden, cuyo mandato fue marcado por las imágenes de los haitianos cruzando desde México el río Bravo para entrar por Texas y por la crisis de los niños migrantes. Durante año y medio, la Administración demócrata ha registrado cifras récord de cruces ilegales. En parte porque el triunfo del presidente fue tomado como una señal de cambio desde las draconianas políticas de inmigración impuestas por Donald Trump. El mandatario considera que la situación se ha agravado por la crisis económica provocada por la pandemia, la guerra en Ucrania y la inestabilidad política motivada “por las autocracias” de la zona.
Esto ha hecho que Colombia reciba millones de migrantes venezolanos. El 10% de los habitantes de Costa Rica está compuesto por población migrante, principalmente de quienes llegan de Nicaragua. El presidente de Ecuador, Luis Lasso, explicó que su país ha otorgado el reconocimiento de refugiados a 72.00 personas, la mayoría de ellas colombianas. Es el país con más refugiados en la región. Una situación apremiante también se ha presentado al norte de México, donde cada día llegan decenas de haitianos esperando entrar a Estados Unidos. Cientos de haitianos también quedaron varados en Cuba en su intento de huir de su país.
“Ninguna nación debería afrontar por sí misma esta responsabilidad”, ha dicho Biden en el evento. El mandatario ha explicado que el documento respaldado esta tarde se basa en cuatro pilares: estabilidad y asistencia del proceso; incrementar las vías de la migración legal y protección de los refugiados; un manejo de las fronteras más humano y una respuesta coordinada para las emergencias.
Una de las exigencias del mandatario es que los países abandonaran Los Ángeles con compromisos concretos para evitar que la reunión quedara en nada. La gran mayoría de las naciones accedieron. México, por ejemplo, ha anunciado incorporar anualmente entre 15.000 y 20.000 permisos de trabajo para migrantes guatemaltecos y aumentar de 10.000 a 20.000 las tarjetas para trabajadores fronterizos, que beneficiarán a ciudadanos de los países de Centroamérica. Canadá abrirá la puerta a 4.000 refugiados del continente de aquí hasta 2028. La cifra ha sido criticada por algunos por baja, pero la ministra de Exteriores de Justin Trudeau, la ha defendido diciendo que esta representa el 1% de la población canadiense. Estados Unidos recibirá a 20.000 en los próximos dos años. Los líderes de Norteamérica se reunirán en diciembre próximo en ciudad de México.
La crisis en Haití
Luis Abinader, el presidente de República Dominicana, utilizó parte de su tiempo en la tribuna de la cumbre para lanzar un grito de ayuda a la comunidad internacional para actuar ante “la dramática” situación que viven los haitianos. El mandatario exigió a sus homólogos mayores compromisos para atender una situación que ha provocado un éxodo de cientos de personas después de catástrofes naturales y una crisis política que han desestabilizado a la nación caribeña, la más pobre de toda la región.
“Históricamente, ha pagado muy caro sus deudas con los países desarrollados”, consideró Abinader, uno de los mandatarios que no signaron el documento final de la cumbre. Este periódico preguntó sobre los motivos a la presidencia dominicana, pero no hubo respuesta. “Es injustificable que esta comunidad de naciones permita que un Estado, en el medio del continente, tenga gran parte de su territorio controlado por bandas criminales”, puntualizó el mandatario, quien comparte una isla con los haitianos.
El martes, durante un foro con periodistas, el secretario Blinken fue cuestionado por la invitación que los organizadores hicieron a Ariel Henry, quien ostenta por el momento el cargo de primer ministro de Haití sin un mandato constitucional claro. El secretario se limitó a decir que Estados Unidos trabaja por una transición que lleve a unas elecciones organizadas de forma propicia y que estas cuenten con el apoyo de los haitianos. “Seguimos trabajando para tratar con las bandas armadas que están dañando al país y a la gente (...) Queremos que el pueblo haitiano tenga un Gobierno verdaderamente representativo y para eso se necesitan nuevas elecciones”, afirmó Blinken hace algunos días.
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