Un juez ofrece a la familia de un periodista secuestrado querellarse contra el candidato Gustavo Petro

Un juez de la Audiencia Nacional española, Joaquín Gadea, ha ofrecido a la familia de un periodista secuestrado en Colombia en 1981 querellarse contra Gustavo Petro, líder de Coalición Pacto Histórico y ganador de la primera vuelta de las presidenciales celebradas este domingo en el país sudamericano. El magistrado ha tomado esta iniciativa tras admitir parcialmente a trámite una denuncia presentada por un particular contra el político de izquierdas, en la que se le atrib...

Un juez de la Audiencia Nacional española, Joaquín Gadea, ha ofrecido a la familia de un periodista secuestrado en Colombia en 1981 querellarse contra Gustavo Petro, líder de Coalición Pacto Histórico y ganador de la primera vuelta de las presidenciales celebradas este domingo en el país sudamericano. El magistrado ha tomado esta iniciativa tras admitir parcialmente a trámite una denuncia presentada por un particular contra el político de izquierdas, en la que se le atribuyen delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra durante su pertenencia a la guerrilla M-19. La Fiscalía ya ha recurrido la decisión, según fuentes jurídicas.

Gadea abrió la causa el pasado 19 de mayo. A través de una resolución de 21 páginas, que se ha conocido este lunes, el juez descarta que la Audiencia Nacional tenga competencia para investigar el grueso de los supuestos delitos enumerados en la denuncia —como asesinatos selectivos, ataques a poblaciones o desapariciones forzosas, entre otros—, pero plantea la posibilidad de que sí se tenga jurisdicción para seguir adelante con las pesquisas relacionadas con el secuestro en 1981 de Fernando González Pacheco, un conocido periodista colombiano nacido en España y fallecido en 2014.

El instructor subraya que “el sobrecogedor relato” descrito en la denuncia abarca un periodo de dos décadas, con una “aparente falta de puntos de conexión con la jurisdicción española”. Sin embargo, según matiza el magistrado, el secuestro del periodista podría tener “en este momento, una aparente vinculación con la jurisdicción española”. “[González Pacheco], al parecer, ostentaría la nacionalidad española: fuentes abiertas le atribuyen como lugar de nacimiento España, por lo que es lógico pensar que ostentaría nacionalidad española de origen”, apunta Gadea, que ejerce como instructor de refuerzo en el Juzgado Central 6, encabezado por el magistrado Manuel García-Castellón.

Pero, para prosperar estas pesquisas en la Audiencia Nacional, la legislación exige que la causa la impulse la Fiscalía —que se ha opuesto a la admisión a trámite—, la víctima o sus familiares. Por ello, el magistrado ha ordenado a la Policía que compruebe si González Pacheco ostentaba “la nacionalidad española en el momento de los hechos”. Y también que contacte con sus familiares o descendientes para ofrecerles la posibilidad de querellarse contra Petro. A su vez, el magistrado pide a los agentes que averigüen si el candidato presidencial “goza de estatuto de amnistiado o indultado”, concedido por Colombia. O si ha sido investigado, absuelto o condenado por este secuestro.

González Pacheco nació en Valencia (España) en 1932. Con el estallido de la Guerra Civil, emigró con su familia a Colombia, según la agencia Efe. Simplemente Pacheco, como todos lo conocían, fue una estrella de la televisión y un rostro muy conocido en los hogares colombianos. En una muy extensa carrera, pasó por todo tipo de facetas, desde actor de cine hasta presentador, animador y periodista, con su propio programa de entrevistas, Charlas con Pacheco. En el momento de su fallecimiento, el entonces presidente Juan Manuel Santos le dedicó unas palabras: “Lamentamos de veras la muerte de ese gran personaje de la televisión que fue Pacheco. Se nos fue un gran hombre y un gran señor”. La guerrilla M-19 lo mantuvo secuestrado durante tres días en 1981.

“La denuncia debe ser admitida a los solos efectos de ofrecer a los familiares de González Pacheco la posibilidad de querellarse, en ausencia del fiscal, y practicar simultáneamente una inicial investigación en orden a consolidar la conexión que fundamente la atribución de los hechos a la jurisdicción española”, añade el juez Gadea en su escrito del pasado 19 de mayo.

Petro ganó este domingo la primera vuelta de las presidenciales con el 40% de los votos, seguido del candidato populista, Rodolfo Hernández, con el 28%. En un país en el que nunca ha gobernado la izquierda, la segunda vuelta se celebrará el 19 de junio.

Petro y la M-19

El M-19 fue una guerrilla urbana creada por intelectuales colombianos. Perpetró atentados. Fue muy popular entre la gente, a diferencia de las Farc. Se dio a conocer tras robar la espada de Simón Bolívar, el héroe patrio latinoamericano. Profesores universitarios y abogados empuñaron las armas y se echaron al monte para llevar a cabo una revolución democrática y nacionalista, otra de las peculiaridades del M-19. En 1990, la guerrilla firmó un acuerdo de paz y formó un partido político. Sus militantes fueron indultados. Su papel fue fundamental a la hora de redactar la Constitución de 1991, la que puso las bases de la Colombia moderna. La popularidad que se había ganado entre ciertos sectores no se tradujo en votos. El partido que surgió, Alianza Democrática M-19, tuvo candidatos sólidos como Antonio Navarro Wolf, pero nunca lograron acceder a la presidencia. Integró en sus listas a muchas figuras públicas que no pertenecieron a la lucha armada.

Petro fue un cuadro medio de la organización y no tomó verdadero protagonismo hasta el final de su existencia, cuando la mayoría de líderes había muerto en combate o habían sido asesinados. Fue asesor de la Constitución y estuvo cerca de personajes tan carismáticos como Carlos Pizarro, que fue asesinado poco después de la firma de la paz cuando hacía campaña para presidente. El papel fundamental de Petro fue como activista. El tiempo que vivió en clandestinidad sí trató de crear un grupo armado en una región montañosa del país, pero fue un fracaso. Una vez reintegrado en la vida civil, Petro fue congresista, más tarde alcalde de Bogotá y, entre medias, tres veces candidato a la presidencia, incluida esta campaña de 2022. Sus enemigos, a menudo, tratan de desempolvar su pasado guerrillero para atacarle políticamente.