El favorito de Trump se impone en las primarias republicanas de Ohio para el Senado
La victoria del escritor de éxito J. D. Vance muestra la influencia que el expresidente tiene aún en su partido
El candidato señalado por la varita de Donald Trump ha ganado las elecciones primarias republicanas de Ohio y competirá por un puesto en el Senado. La votación era la primera prueba seria de la influencia que el expresidente aún mantiene entre el electorado del Partido Republicano. A tenor de la victoria de J. D. Vance, su favorito, la sombra de Trump aún planea sobre sus correligionarios, aunque es pronto para sacar conclusiones definitivas.
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El candidato señalado por la varita de Donald Trump ha ganado las elecciones primarias republicanas de Ohio y competirá por un puesto en el Senado. La votación era la primera prueba seria de la influencia que el expresidente aún mantiene entre el electorado del Partido Republicano. A tenor de la victoria de J. D. Vance, su favorito, la sombra de Trump aún planea sobre sus correligionarios, aunque es pronto para sacar conclusiones definitivas.
Según los resultados preliminares y las proyecciones difundidas por Associated Press (una agencia especialmente fiable a la hora de anticipar los resultados en los escrutinios estadounidenses), J. D. Vance ha logrado más del 32% de los votos, mientras que sus dos rivales más inmediatos se quedaban entre el 20% y el 25%.
James David Vance, de 37 años, ha sido, marine, abogado graduado en Yale, directivo de una firma de inversión y escritor de éxito. Es el autor de Hillbilly, una elegía rural, el relato de una familia blanca pobre de la zona de los Apalaches: la suya. El libro se editó en junio de 2016, cuando Vance tenía 31 años, con una tirada limitada, pero acabó siendo un gran éxito del que se vendieron más de tres millones de copias. Su historia ayudaba a entender por qué la clase trabajadora blanca estadounidense cayó cautivada por el populismo de Trump como válvula de escape para su ira.
La carrera republicana por hacerse con el escaño del Senado que deja Rob Portman estaba muy concurrida. Además de otros candidatos con menores apoyos, Vance tenía como principales contendientes a Josh Mandel, con un discurso populista muy duro contra los inmigrantes; a Matt Dolan, parlamentario estatal y único candidato antitrumpista con opciones, y a Mike Gibbons, un banquero de inversión con muchos millones para la campaña.
Una remontada
Vance parecía el peor situado de los tres al principio de la campaña. Sus rivales utilizaban contra él precisamente las críticas (e insultos) que había dirigido en el pasado a Trump. Pero Vance ya había rectificado de alguna forma al pedir el voto para Trump en 2020 y el mes pasado terminaron de hacer las paces. Trump recomendó votar a Vance y este puso esa recomendación como tuit fijado en su cuenta. El elegido inició la remontada y finalmente la apuesta del expresidente parece haber decidido la batalla.
En el negocio de capital riesgo, Vance fue directivo de la firma de inversión de Peter Thiel, cofundador de PayPal junto a Elon Musk y gran donante tanto de la campaña del expresidente como del ahora aspirante a senador.
J. D. Vance se enfrentará al demócrata Tim Ryan, miembro de la Cámara de Representantes en Washington desde 2013, que entró sin mucho éxito en la carrera de las primarias demócratas de 2019 para la presidencia y que ha decidido intentar ahora el salto al Senado. Vance parte como favorito para el 8 de noviembre, pues Ohio viene votando republicano de forma mayoritaria en los últimos años. Pero Ryan dará batalla. De hecho, empezó la noche de este mismo martes sus ataques contra Vance, acusándole de no estar ya al tanto de la realidad de Ohio.
Ohio es, o al menos era, uno de esos estados que cambian de signo y que reflejan el sentir general del electorado estadounidense. Desde 1964 hasta 2016, quien ganaba en Ohio salía elegido presidente. Sin embargo, en 2020 Trump se impuso en el Estado, pero fue derrotado por Joseph Biden. Eso puede indicar que es un Estado especialmente trumpista y que la influencia mostrada aquí por el expresidente no es necesariamente replicable en otros.
Todd Young, por ejemplo, optará a la reelección como senador por Indiana sin oposición interna pese a ser uno de los pocos congresistas republicanos a los que Trump no apoya. Young defendió certificar la victoria de Joe Biden en 2020 y estuvo entre los congresistas republicanos que se reunieron con el recién elegido presidente para abordar la legislación sobre la pandemia.
Por ahora, la gran mayoría de los candidatos recomendados por Trump han ido ganando las primarias al Congreso. Pero en muchos casos se trataba de quienes aspiraban a revalidar su escaño y ya eran favoriros. En las próximas semanas, las primarias republicanas de estados como Pensilvania, Georgia o Carolina del Norte pueden dar la medida de hasta qué punto la influencia de Trump sobre los votantes del partido es decisiva. Y quedará ver si los candidatos patrocinados por el expresidente tienen éxito en noviembre frente a sus rivales demócratas. Trump ha querido aprovechar el ciclo de primarias para mostrarse a sí mismo como el gran patrón de su partido, mientras sopesa si volver a la carrera presidencial para las elecciones de 2024.
Incluso en el propio Ohio, las dos almas del partido combaten de modo soterrado. Por ejemplo, el gobernador Mike DeWine ganó ayer con claridad las primarias para optar a repetir en el cargo pese a las críticas de otros miembros de su partido que consideraban que las restricciones que impuso para luchar contra la covid eran demasiado estrictas.
DeWine tenía enfrente al granjero Joe Blystone, un candidato antivacunas que había compartido en redes (aunque luego retirado) una imagen suya delante de una esvástica, y al antiguo congresista Jim Renacci. Este último era el recomendado por Trump, pero se ha quedado unos 20 puntos por debajo del 48% del voto logrado por DeWine. El apoyo de Trump, por tanto, no es infalible.
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Camino del 8 de noviembre
Estados Unidos celebra elecciones legislativas el 8 de noviembre, como cada martes posterior al primer lunes de noviembre de los años que acaban en par. La Cámara de Representantes de Estados Unidos se renueva íntegramente cada dos años. Cuenta con 435 escaños distribuidos de manera proporcional a la población. Mientras que los representantes tienen un mandato de dos años, los senadores lo tienen de seis. Por eso, cada dos años solo se renueva un tercio de los 100 escaños del Senado.
Las elecciones legislativas coinciden con las presidenciales cada cuatro años. Pero entre las presidenciales hay también legislativas, las llamadas elecciones de mitad de mandato o elecciones intermedias, como ocurre este año.
El Senado está considerada como la cámara más importante. En la actualidad hay un empate a 50 escaños entre republicanos y demócratas que rompe la vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, como presidenta de la Cámara alta. El Senado es clave para el proceso legislativo y para la aprobación de nombramientos.