Tres escenarios para una guerra larga y sangrienta

La campaña militar durará semanas, Putin buscará la ocupación total y la posguerra será larga, según los cálculos que se manejan en las capitales occidentales

Imagen captada por un dron de vehículos militares rusos calcinados en una calle de Borodyanka, en la región de Kiev el 3 de marzo. Foto: MAKSIM LEVIN (REUTERS) | Vídeo: Belén Fernández
París / Washington / Madrid -

La guerra rusa de Ucrania se recrudecerá en las próximas semanas, Vladímir Putin buscará el control total del país y la ocupación puede prolongarse años, según los cálculos que se barajan en varias capitales occidentales 11 días después del inicio de la invasión. La agresión ha chocado con una resistencia ucrania mayor de lo que esperaba Moscú, aunque solo unos pocos dirigentes consideran que puede frenar a Moscú. La mayoría de los aliados están convencidos de que el pre...

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La guerra rusa de Ucrania se recrudecerá en las próximas semanas, Vladímir Putin buscará el control total del país y la ocupación puede prolongarse años, según los cálculos que se barajan en varias capitales occidentales 11 días después del inicio de la invasión. La agresión ha chocado con una resistencia ucrania mayor de lo que esperaba Moscú, aunque solo unos pocos dirigentes consideran que puede frenar a Moscú. La mayoría de los aliados están convencidos de que el presidente ruso quiere llegar hasta el final y en las próximas semanas los ataques se recrudecerán.

Estos son los escenarios que se manejan en varias capitales occidentales. Casi todos ellos prevén una guerra larga y sangrienta:

Escenario 1: “El milagro del Dniéper”

Según este escenario, que el laboratorio de ideas Atlantic Council llama “el milagro del [río] Dniéper”, los ucranios, ayudados por el suministro de armas aliadas, frenan el avance ruso. Putin, sometido al aislamiento internacional y a las sanciones occidentales, se repliega.

El secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, indicó el viernes a la BBC que no hay que dar por segura la victoria de Rusia. “Si la intención de Moscú es hacer caer al Gobierno e instalar un régimen títere, 45 millones de ucranios lo rechazarán de una forma u otra”, dijo.

Una vez asumido que los países occidentales no intervendrán directamente, la idea es que las sanciones y las armas pongan las cosas difíciles a Putin y lo fuercen a modificar su comportamiento. En palabras de una fuente del palacio del Elíseo, que pidió anonimato, se trata de “encarecer el precio de la guerra de modo que renuncie a ella”.

Pero el jueves, tras una conversación telefónica entre Putin y el presidente francés, Emmanuel Macron, la misma fuente del Elíseo decía: “La anticipación del presidente [Macron], teniendo en cuenta lo que le ha dicho el presidente Putin, es que lo peor está por llegar”. François Heisbourg, consejero del laboratorio de ideas Fondation pour la Recherche Stratégique, apunta: “Vladímir Putin ha mostrado que, cuando afronta dificultades, no reduce sus ambiciones, sino que aumenta sus medios”.

Escenario 2: La guerra se recrudece hasta la ocupación total

La campaña militar en sí durará semanas, no meses, pero la guerra será más larga y la posguerra puede durar años y tener un resultado incierto. Es el diagnóstico que hacen los máximos asesores militares del Gobierno español.

Los aliados calculan que Kiev podría caer en 5 o 10 días, pero no será el fin de la guerra, precisa una fuente diplomática. Empezará entonces una guerra de guerrillas en las que la resistencia ucrania se beneficiará de armamento occidental como los misiles tierra-aire Stinger, los mismos que, en manos de los muyahidines afganos en los años ochenta, hicieron la vida imposible al ocupante soviético.

Este escenario lo han corroborado altos cargos de la Administración Biden (Blinken y la directora Nacional de Inteligencia, Avril Haines, entre otros) esta semana en una sesión a puerta cerrada en el Capitolio. Según algunos legisladores, el Gobierno de EE UU prevé una lucha encarnizada por la capital, Kiev, que puede resolverse en favor de Rusia en cuestión de semanas, y que el conflicto pueda enquistarse y languidecer durante años.

La estrategia rusa, según las fuentes españolas, consiste en estrangular las grandes ciudades ucranias para forzar su rendición. Si no se rinden, el Ejército ruso entrará a sangre y fuego y causará un gran número de víctimas civiles, de las que culpará al presidente ucranio, Volodímir Zelenski.

El desenlace, según estos cálculos, llevaría a la ocupación total de Ucrania. “Nuestro análisis de las operaciones militares en curso es que la ambición rusa, en efecto, es tomar el control de toda Ucrania”, dice la fuente francesa. Macron no contempla como escenario probable la partición del país: considera que lo que Putin quiere es controlar todo Ucrania y, en todo caso, la partición seguiría violando la soberanía del país invadido y sería igualmente inaceptable.

Heisbourg, de Fondation pour la Recherche Stratégique, observa: “Este es el escenario de base: la toma de las grandes ciudades ucranias en todo el territorio, porque se quiere evitar que un Gobierno legítimo continúe presente en Ucrania”.

Las fuentes consultadas en Madrid detallan que el resultado más probable de la guerra será la aparición de un nuevo país, Nueva Rusia o Novorróssiya. Este proyecto de confederación lo pusieron en pie en 2014 las provincias separatistas de Lugansk y Donetsk y luego renunciaron.

En su versión más modesta, según estas fuentes, el nuevo Estado abarcaría desde el Donbás hasta Crimea, incorporando Mariúpol y convirtiendo al mar de Azov en un mar interior ruso. En su versión más ambiciosa, conectaría con el Transdniéster, la región separatista moldava, y se anexionaría Odesa, privando a Ucrania de salida al mar. Lo lógico, según este escenario, sería que Putin se anexionase Nueva Rusia, como hizo con Crimea, pero podría mantenerla como república satélite.

La estrategia de Putin, estiman los estrategas españoles, pasa por colocar en Kiev a un Gobierno títere, que se comprometería a no incorporar a Ucrania a la OTAN ni a la UE. Para asegurarse su control, Putin mantendría tropas rusas acuarteladas en Ucrania, pero evitando que patrullasen para no ser blanco del hostigamiento de una resistencia reconvertida en guerrilla. Esto, reconocen las fuentes españolas, se parecería mucho a la Francia ocupada por Hitler con el régimen colaboracionista de Vichy.

La incógnita es cuánto tiempo podrá mantener este esquema un Putin convertido en paria internacional, y con una Ucrania ocupada cuya población es abrumadoramente hostil.

El congresista estadounidense Ruben Gallego, veterano de la guerra de Irak, compara este escenario con la larga lucha de EE UU contra los insurgentes tras haber derrotado al Ejército iraquí y haber ocupado el país. Una diferencia importante, declaró Gallego en la cadena PBS, es que entonces era una tercera parte del pueblo la que apoyaba la lucha contra el ocupante, mientras que el porcentaje de ucranios que se opone a Rusia es mucho mayor. Otra distinción, añadió, es la factura humana: “En todos aquellos años aquella guerra hubo unas 4.500 bajas, pero Rusia puede sufrir lo mismo en días”.

Antes del inicio de la guerra, fuentes de la Administración estadounidense citadas por la prensa local plantearon que en una invasión podrían morir entre 25.000 y 50.000 civiles, entre 5.000 y 25.000 militares ucranios, y de 3.000 a 10.000 soldados rusos. El número de bajas rusas puede elevarse ya unos 2.500, cinco veces más de lo que Moscú reconoce, según la citada fuente diplomática. Otra fuente del Congreso de EE UU citada por la CBS cree que el conflicto puede prolongarse hasta 20 años con Rusia como tardío perdedor.

Escenario 3: Rusia avanza más allá de Ucrania y desafía directamente a la OTAN

“Algo bastante probable es que, después de Ucrania, [Putin] tome el poder en Moldavia”, dice Heisbourg. Pero esta hipotética situación, sostiene el consejero de la Fondation pour la Recherche Stratégique, conduce a un tercer escenario, en el que Putin intentaría recrear en Europa la situación previa a la ampliación de la OTAN. “Imagine que el señor Putin acaba de ganar la guerra de Ucrania. Ha tomado el poder en Moldavia. Por primera vez, tiene una frontera político-militar continua desde el cabo Norte hasta el mar Negro. De un lado, están las tropas rusas y del otro, las tropas de los países miembros de la OTAN, con riesgos de accidentes y de acciones violentas involuntarias. Entonces, Putin puede decirse: ‘Voy a intentar dividir a los occidentales”.

Los Balcanes podrían ser un campo propicio para la agitación. Apunta el Elíseo: “Estamos muy atentos a lo que Rusia pueda hacer en su entorno próximo”.

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