Los extranjeros eligen en Buenos Aires: “Tengo 68 años y no voté nunca hasta hoy”

Miles de migrantes votan por primera vez este año al ser empadronados de forma automática por la entrada en vigor del Código electoral de la capital argentina

Una mujer vota durante la jornada electoral de este domingo, en Argentina.ALEJANDRO PAGNI (AFP)

“Voto cantado, voto cantado”, grita uno de los fiscales en el colegio electoral habilitado en el club Comunicaciones de la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina, donde este domingo se han celebrado elecciones legislativas. Todas las miradas se centran en el votante que ha salido del cuarto oscuro con la papeleta de Libertad Avanza en una mano y el sobre en la otra. La votación se paraliza por unos segundos y la presidenta de mesa le explica...

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“Voto cantado, voto cantado”, grita uno de los fiscales en el colegio electoral habilitado en el club Comunicaciones de la Ciudad de Buenos Aires, en Argentina, donde este domingo se han celebrado elecciones legislativas. Todas las miradas se centran en el votante que ha salido del cuarto oscuro con la papeleta de Libertad Avanza en una mano y el sobre en la otra. La votación se paraliza por unos segundos y la presidenta de mesa le explica a ese venezolano que para que su voto sea válido debe salir del colegio y volver a empezar: hacer la fila, mostrar su DNI, pasar al cuarto oscuro y allí elegir la papeleta que quiera y meterla en un sobre que después deberá introducir en la urna en presencia de las autoridades de mesa.

La mayoría de los inmigrantes que residen en Buenos Aires están convocados a las urnas este año por primera vez y muchos desconocen el funcionamiento del sistema electoral argentino, lo que ha generado incidentes, como el descrito, a lo largo de la jornada. Hasta ahora, los extranjeros que querían votar debían registrarse de forma voluntaria, pero con la entrada en vigor del primer Código electoral de la ciudad todos todos fueron empadronados de forma automática. En las elecciones de 2019 representaban menos del 1% del padrón electoral de la capital argentina. En los comicios legislativos de este domingo, eran el 16%.

“Tengo 68 años y no voté nunca hasta hoy”, dice emocionada la uruguaya Olga Mary Cordero mientras aguarda a que su marido argentino le saque una foto con el sobre en la urna. Cordero llegó con 18 años a estudiar y se quedó a vivir al otro lado del Río de la Plata. No había votado nunca en ninguno de los dos países. Este domingo ha sido una de las 130 personas inmigrantes que han votado en el club Comunicaciones. Las autoridades de mesa aplauden cuando deposita su voto, tal y como suele hacerse con aquellos adolescentes que concurren a las urnas por primera vez. Desde las mesas vecinas, donde votan argentinos, miran con curiosidad a esa mujer de pelo corto y canoso.

En Argentina los extranjeros solo pueden votar autoridades locales, no nacionales. Sus mesas están diferenciadas porque en el cuarto oscuro tienen menos papeletas que los argentinos: en esta ocasión, los primeros solo han podido votar a candidatos a legisladores porteños, mientras que los segundos elegían también diputados nacionales.

El elevado número, un total de 417.000, puede ser clave para el resultado electoral local, lo que ha llevado a los partidos políticos a movilizarse para atraer votos. Aún así, muchos inmigrantes lamentan la falta de información. “Nos enteramos por mi cuñado, de casualidad. Ni mi pareja, ni mi mamá, ni mi suegra ni yo seguimos la política argentina, no conocemos a los candidatos y no sabemos a quién votar, pero nos han dicho que es obligatorio”, aseguraba la repostera venezolana Fernanda Socorro a principios de septiembre, cuando se enteró que figuraba en el padrón de electores extranjeros. Días después, cuando supo que para los extranjeros el voto es voluntario, decidió no concurrir a las urnas.

Las autoridades de mesa extranjeras convocadas por la Justicia electoral lamentan también la escasez de información. “Me llegó el telegrama para ser presidenta de mesa tres días antes de la votación. Estaba tan nerviosa que la noche de antes no dormí”, señala la taiwanesa Juei Ja Chang. Los fiscales, más experimentados, la ayudan a preparar la urna, colocar las papeletas en orden en el cuarto oscuro y buscar el nombre de cada votante en el padrón. A los dos primeros se le olvida hacerlos firmar: uno de los fiscales sale corriendo a encontrarlos. Vuelve con uno de ellos, pero no encuentra al otro y el delegado electoral pide que lo dejen asentado como observación.

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Al no ser obligatoria, la participación de los extranjeros es menor a la de los argentinos y el recuento de votos es más veloz. Entre las dos mesas específicas para ellos en el club Comunicaciones suman 130 votos de un total de 690 habilitados. Juntos por el Cambio queda por delante en ambas, seguido del Frente de Todos y, muy cerca, Libertad Avanza.

Tardan menos de una hora en tener los resultados, sellar la urna y rellenar los resultados en el telegrama que los empleados del Correo mandarán al centro de cómputo. A partir de las 21.30 se esperan los primeros resultados.

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