Biden eleva a 125.000 el límite de ingresos de refugiados para el próximo año
Este año la meta del demócrata era recibir a 62.500. A finales de agosto, a un mes de finalizar el año fiscal, la cifra no superaba los 8.000 refugiados
La Administración de Joe Biden ha elevado este lunes el límite de ingresos de refugiados a 125.000 para el próximo año fiscal, que arranca el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre de 2022. El mandatario demócrata se había comprometido a que este año fiscal recibirían 62.500 refugiados, pero en abril informó de que mantendría el mínimo histórico establecido por Donald Trump de 15.000. Tras recibir un alud de críticas, ...
La Administración de Joe Biden ha elevado este lunes el límite de ingresos de refugiados a 125.000 para el próximo año fiscal, que arranca el 1 de octubre y finaliza el 30 de septiembre de 2022. El mandatario demócrata se había comprometido a que este año fiscal recibirían 62.500 refugiados, pero en abril informó de que mantendría el mínimo histórico establecido por Donald Trump de 15.000. Tras recibir un alud de críticas, reculó, pero adelantó que no llegarían a la meta inicial. A finales de agosto, apenas 7.637 habían sido admitidos en Estados Unidos, según Human Right Watch, la menor cifra en los 40 años del programa. El número no incluye a las decenas de miles de afganos que han llegado a EE UU tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán porque tienen un visado especial de inmigrante y no han sido clasificados como refugiados.
Está previsto que los 125.000 refugiados, una promesa de campaña de Biden, incluyan a 40.000 de África, 35.000 de Oriente próximo y sudeste asiático; 15.000 de Asia oriental; 15.000 de América Latina y el Caribe; 10.000 de Europa y Asia central; y otros 10.000 no asignados, según el informe del Departamento de Estado en conjunto con los Departamentos de Seguridad Nacional y Salud y Servicios Humanos enviado al Congreso. El documento especifica que habrá un enfoque particular en centroamericanos, afganos en riesgo por su afiliación con EE UU; refugiados LGBTQI+; y miembros del grupo étnico uigur, la minoría musulmana amenazada en China.
Durante la Administración de Trump, las agencias gubernamentales y las organizaciones sin fines de lucro que administran el reasentamiento de refugiados se redujeron drásticamente debido al recorte presupuestario y de personas que el expresidente asignó al programa. Como consecuencia, y en el contexto de la pandemia, EE UU solo ha recibido a 7.637 refugiados en 11 meses. La oleada de afganos que han sido recibidos en suelo estadounidense el último mes no afecta la cifra.
Debido a la caótica y acelerada operación de evacuación de Afganistán, cerca de 40.000 civiles afganos ingresaron a EE UU por motivos humanitarios temporales y no fueron clasificados formalmente como refugiados. Su visado especial de inmigrante les supone una serie de desventajas, como no habilitarles automáticamente para solicitar la residencia permanente (green card) después de un año. Biden ha pedido al Congreso que modifique la ley para que los afganos puedan recibir los mismos beneficios que si fueran refugiados, pero los congresistas republicanos han frenado la iniciativa.
El anuncio confirmado por el Departamento de Estado llega cuando las deportaciones masivas de los miles de haitianos retenidos en el sur de Texas acaparan las portadas y la Casa Blanca insiste en instarles a que “no vengan” a pedir asilo a Estados Unidos. “Un programa sólido de admisión de refugiados es fundamental para los intereses de la política exterior de EE UU y los objetivos de seguridad nacional, y es un reflejo de los valores estadounidenses fundamentales”, sostuvo este lunes el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
La población de refugiados en todo el mundo ha aumentado a más de 26 millones, el número más alto desde la Segunda Guerra Mundial, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados.
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