EE UU destaca los ataques a la prensa de miembros del Gobierno de España en su informe anual sobre los derechos humanos
El Departamento de Estado cita declaraciones de Sánchez, Iglesias y Echenique y recoge también denuncias contra Vox
La crispación política española ha dejado huella en el último informe sobre los derechos humanos en el mundo que elabora anualmente Estados Unidos y repasa la situación de cada país. El documento, correspondiente al ejercicio 2020 y hecho público este martes, cita en el capítulo de España las “múltiples informaciones sobre miembros del Gobierno atacando a ciertos medios de comunicación y periodistas concretos” y menciona declaraciones del presidente, el socialista Pedro Sánchez; ...
La crispación política española ha dejado huella en el último informe sobre los derechos humanos en el mundo que elabora anualmente Estados Unidos y repasa la situación de cada país. El documento, correspondiente al ejercicio 2020 y hecho público este martes, cita en el capítulo de España las “múltiples informaciones sobre miembros del Gobierno atacando a ciertos medios de comunicación y periodistas concretos” y menciona declaraciones del presidente, el socialista Pedro Sánchez; del hasta ahora vicepresidente Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos; y de Pablo Echenique, portavoz parlamentario del mismo partido.
El Departamento de Estado, equivalente al Ministerio de Exteriores, aborda cada año los acontecimientos, casos de corrupción, denuncias de organizaciones y conflictos de cerca de 200 países de todo el mundo, incluyendo todos los europeos, en cumplimiento de la Ley de Ayuda Exterior, que reclama a EE UU tener en cuenta la evolución de los derechos humanos y los derechos de los trabajadores. En el prefacio del trabajo de esta 45ª edición, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, ataca con dureza al régimen chino, al que acusa de “genocidio” contra la minoría uigur y de crímenes contra la humanidad; a Bachar el Asad por sus “atrocidades” contra el pueblo sirio; a Nicolás Maduro por corrupción; y al Kremlin por la persecución de disidentes políticos, entre otros.
Ninguna democracia liberal figura en ese mensaje de alerta de Washington, aunque todas pasan por su escrutinio cada año en sus respectivos capítulos del informe. En el caso de España, en esta 45ª edición ha destacado entre otras muchas cuestiones la presión contra los medios de comunicación. En el apartado de libertad de expresión y bajo el epígrafe de violencia y acoso, los diplomáticos estadounidenses apuntan que el 1 de marzo Sánchez acusó a la prensa “conservadora” de “meter cizaña en la sociedad” cada vez que la derecha pierde las elecciones.
Ese mismo día, Iglesias señaló que los medios críticos contra el Ejecutivo “insultaban la dignidad del periodismo” y ese mismo mes “amenazó a un periodista con la cárcel por publicar información comprometida de su partido, especialmente con su financiación”, recoge el informe de Washington. Esos comentarios, recuerda el documento, fueron condenados por la Asociación de la Prensa de Madrid. EE UU también menciona un mensaje de Twitter de Echenique criticando a un reportero televisivo.
El informe recoge a su vez las denuncias de Reporteros Sin Fronteras contra Vox, al que la organización culpa de provocar ataques físicos y verbales contra los periodistas durante las protestas del pasado mayo por las medidas de confinamiento por la pandemia. Señala también que, según Reporteros Sin Fronteras, Cataluña se ha convertido en un “territorio peligroso” para los periodistas.
En general, el informe sobre cada país se hace eco de denuncias de asociaciones profesionales y ONG sobre materias relacionadas con derechos humanos, entre ellas la libertad de expresión, sin entrar a juzgar si esas denuncias son justificadas o no. Así, lo mismo se hace eco de esas denuncias de ataques a periodistas que de noticias publicadas sobre casos de corrupción, críticas de asociaciones contra la rebaja de penas a los condenados del caso Arandina, quejas de ONG locales sobre pocos recursos para inmigración o también de que Amnistía Internacional dice que el encarcelamiento de líderes del procés es una forma de criminalizar los actos de protesta que se debe a sus posiciones políticas. Recoger este tipo de denuncias no implica que el Gobierno estadounidense las dé por buenas.