La justicia belga juzgará a 10 sospechosos por los atentados yihadistas de 2016 en Bruselas

Entre los acusados figura el francés Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que perpetraron los ataques en París en noviembre de 2015

Flores en la estación de metro de Maalbeek depositadas en homenaje a las víctimas del ataque, en 2016, en Bruselas.PHILIPPE HUGUEN (AFP)

Diez sospechosos, entre los que se incluye el francés Salah Abdeslam, serán juzgados por la justicia belga por su participación en los atentados yihadistas perpetrados en Bruselas en marzo de 2016, que dejaron un saldo de 32 personas muertas, según un comunicado emitido este martes por la Fiscalía de Bélgica. El proceso comenzará previsiblemente en el segundo semestre de 2022, después de que concluya el juicio que se celebrará en Francia por los atentados de París en noviembre de 2015. Abd...

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Diez sospechosos, entre los que se incluye el francés Salah Abdeslam, serán juzgados por la justicia belga por su participación en los atentados yihadistas perpetrados en Bruselas en marzo de 2016, que dejaron un saldo de 32 personas muertas, según un comunicado emitido este martes por la Fiscalía de Bélgica. El proceso comenzará previsiblemente en el segundo semestre de 2022, después de que concluya el juicio que se celebrará en Francia por los atentados de París en noviembre de 2015. Abdeslam, de 31 años, y actualmente detenido en Francia, es el único superviviente de los comandos yihadistas que ejecutaron los ataques en París y se le considera también uno de los responsables de los atentados de Bruselas.

Con la decisión judicial de este martes, la Cámara del Consejo de Bruselas envía a los tribunales a 10 de los 13 sospechosos que había hasta la fecha, quedando sobreseída la causa contra los tres restantes. Todos están acusados de “asesinato en contexto terrorista” y pueden ser condenados a cadena perpetua, según ha recogido la agencia AFP. Uno de ellos, Osama Atar, al que se considera sospechoso de planear los atentados, podría haber muerto en Siria, por lo que deberá ser juzgado en ausencia.

La capital belga y sede de las instituciones europeas amaneció el 22 de marzo de 2016 envuelta en una ola de violencia extrema y sin precedentes. Cerca de las ocho de la mañana dos explosiones sacudieron el aeropuerto de Zaventem, uno de los más grandes y transitados de Europa. Ese primer ataque fue perpetrado por dos terroristas suicidas, y hubo un tercero cuya bomba no explotó y huyó de la escena, aunque finalmente sería detenido. Poco después, pasadas las nueve de la mañana, cuando el caos y la confusión se extendía por el país y el resto de la UE, con los países blindando sus fronteras, hubo una tercera detonación en un tren del metro a su paso por la estación de Maelbeek, un hervidero de gente en ese momento, ya que se encuentra a un paso de los cuarteles generales de la UE.

El doble atentado fue el peor ataque en suelo belga desde la Segunda Guerra Mundial, dejó 32 muertos y más de 340 heridos y fueron perpetrados por la misma célula yihadista franco-belga responsable de los atentados en París del 13 de noviembre de 2015, que sacudieron el país galo unos meses antes, dejando un reguero de 130 asesinados. Igual que en Francia, el Estado Islámico se atribuyó los ataques en Bruselas.

Solo cuatro días antes de la masacre, las capitales europeas respiraban tranquilas y confiadas por la detención de Saleh Abdeslam, el terrorista más buscado de Europa en ese momento por los atentados de París: ciudadano francés, nacido en Bélgica y de origen marroquí, era el presunto encargado de transportar a varios miembros de la célula yihadista que golpeó en Francia; logró escapar al cerco policial galo, se ocultaría en Bruselas y más tarde, tras ser detenido, la investigación le acabaría vinculando también a los atentados de esta otra ciudad. En 2018, Abdeslam ya fue condenado en Bélgica a 20 años de prisión por el tiroteo que se produjo el día de su detención, en el que murió un terrorista y tres policías resultaron heridos.

Un único juicio

Además de Atar y Abdeslam, entre los acusados, todos menores de 42 años, se encuentra el llamado “hombre del sombrero”, Mohamed Abrini, de origen belga-marroquí, el suicida cuya bomba no detonó en el aeropuerto, y Osama Krayem, de origen sueco-palestino y también vinculado a los ataques de París, el cual abandonó al grupo después de acompañar al atacante suicida a una estación del metro.

La Cámara del Consejo ha decidido asimismo no separar las causas del atentado en el aeropuerto y en la estación de metro, por lo que ambas se verán en un único juicio, previsto para el segundo semestre del 2022, según ha publicado el diario belga Le Soir. El proceso se celebrará bajo medidas de máxima seguridad en la antigua sede de la OTAN en Bruselas, con capacidad para albergar a las 1.000 personas afectadas por un proceso de extraordinarias proporciones.

Antes, el caso contra los presuntos terroristas aún tendrá que superar varios hitos procesales –pasará por la Corte de Apelaciones y la Cámara de Acusación–. Y también deberá celebrarse con anterioridad en Francia el esperado juicio por los ataques del 13 de noviembre, cuyas sesiones están programadas en París a partir del 8 de septiembre de 2021 y se prolongará hasta finales de marzo de 2022.

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