La oposición bielorrusa recoge el premio Sájarov y promete seguir luchando
El Parlamento Europeo reconoce la labor de las tres mujeres que han encabezado la resistencia a Aleksandr Lukashenko junto a otras figuras políticas y de la sociedad civil
La oposición democrática de Bielorrusa, liderada por Svetlana Tijanóvskaya, ha recogido este miércoles en el Parlamento Europeo el premio Sájarov a la libertad de conciencia por su iniciativa para coordinar la resistencia al presidente Aleksandr Lukashenko tras las fraudulentas elecciones del pasado agosto. El galardón reconoce la lucha por l...
La oposición democrática de Bielorrusa, liderada por Svetlana Tijanóvskaya, ha recogido este miércoles en el Parlamento Europeo el premio Sájarov a la libertad de conciencia por su iniciativa para coordinar la resistencia al presidente Aleksandr Lukashenko tras las fraudulentas elecciones del pasado agosto. El galardón reconoce la lucha por la democracia de un trío de mujeres, además de otras figuras políticas y de la sociedad civil.
Tijanóvskaya, que disputó las elecciones presidenciales a Lukashenko, ha recogido el galardón en Bruselas este miércoles acompañada de muchos de sus compañeros, pero también en nombre de quienes están en la cárcel o exiliados. La mención de nombres como el de la destacada opositora María Kolesnikova, en prisión desde septiembre, o de Serguéi Tijanovski, el marido de Tijanóvskaya, encarcelado desde antes de los comicios, ha arrancado los aplausos en el hemiciclo.
“¿Qué mejor reconocimiento de que somos librepensadores, qué mejor motivación para seguir adelante? Estamos destinados a ganar y ganaremos”, ha afirmado Tijanóvskaya al recoger el premio. Han sido estas dos mujeres, junto a la también activista Veronika Tsepkalo, las que han logrado organizar la resistencia contra Lukashenko —en el poder desde hace 26 años— después de que tres hombres cercanos a ellas y a la vez prominentes en la escena opositora bielorrusa se vieran obligados a huir o fuesen encarcelados.
El marido de Tijanóvskaya, el bloguero más popular del país, fue detenido por organizar mítines; el jefe de Kolesnikova, Viktor Babariko, fue encarcelado por delitos económicos, y el marido de Tsepkalo, Valeri, abandonó el país antes de ser procesado tras intentar concurrir a las elecciones. Sin experiencia previa en política, estas tres mujeres han coordinado un movimiento que lleva desde agosto sacando a las calles de Bielorrusia a miles de personas cada domingo pese a la muy tangible amenaza de la represión, la violencia o el encarcelamiento arbitrario. “El mundo”, ha dicho la líder opositora, “ha visto el despertar de Bielorrusia”.
Tijanóvskaya ha señalado que el premio que reciben pertenece precisamente a los ciudadanos que les inspiran: “las mujeres valientes, los trabajadores, los médicos, estudiantes, abogados, escritores, periodistas y activistas que continúan su lucha”. “Soy una de los miles de bielorrusos que solía tener miedo. Un muro invisible de miedo se construyó sobre nosotros y nos retuvo durante casi tres décadas. Pero este año todo ha cambiado y estamos unidos en nuestra aspiración de cambio. Unidos creemos que el muro del miedo puede destruirse ladrillo a ladrillo”, ha afirmado.
La líder opositora ha recordado a la premio Nobel de Literatura Svetlana Alexiévich, que también forma parte del Consejo de Coordinación de la oposición y quien en sus historias, ha explicado, habla de “pequeños grandes hombres” a la luz de eventos históricos, un “homenaje al sufrimiento y la valentía en nuestros tiempos”.
Tijanóvskaya ha agradecido el galardón en nombre del Consejo de Coordinación, pero durante una rueda de prensa posterior a la ceremonia ha dejado un recado a la Unión Europea. “Pedimos que no haya interferencias externas en los asuntos internos de Bielorrusia, pero defender los derechos humanos y la democracia no es interferir. Sin una Bielorrusia libre no habrá una Europa libre”, ha advertido. La UE ya ha acordado poner en marcha los preparativos para una nueva ronda de sanciones contra el régimen bielorruso.
El premio Sájarov es la más reciente demostración del apoyo europeo a la oposición y al pueblo bielorruso tras los comicios de agosto, en los que Lukashenko se alzó con la victoria con el 80 % de los votos, pero que han sido considerados fraudulentos por gran parte de la comunidad internacional.