Cae el tercer ministro del Interior de Chile desde el estallido social
El hasta este martes jefe de Gabinete de Piñera, Víctor Pérez, era sometido a un proceso de destitución en el Congreso, a 98 días de haber asumido
El que hasta este martes se desempeñaba como ministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera en Chile, Víctor Pérez, ha renunciado a su cargo. Lo hace luego de que la Cámara de Diputados aprobó este martes una acusación constitucional en su contra –un proceso de destitución–, por 80 voto...
El que hasta este martes se desempeñaba como ministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera en Chile, Víctor Pérez, ha renunciado a su cargo. Lo hace luego de que la Cámara de Diputados aprobó este martes una acusación constitucional en su contra –un proceso de destitución–, por 80 votos a favor, 74 en contra y una abstención. La arremetida de la oposición, que debe seguir su curso en el Senado en los próximos días, se produce cuando Pérez –un histórico parlamentario de la UDI, de derecha–, recién cumplía 98 días en el cargo. Lo acusaban de no haber aplicado la ley en el marco de una paralización del gremio de los camioneros, vulnerar el derecho de la igualdad ante la ley y no ejercer el control jerárquico sobre Carabineros, cuya acción provocó la caída de un adolescente al río Mapocho de la capital, en medio de las protestas. Era el tercer ministro del Interior del Ejecutivo luego del estallido social del 18 de octubre de 2019.
“He tomado la decisión de dar un paso al costado”, sostuvo Pérez al anunciar su salida, luego de conversar con el presidente Piñera. “En el debate de hoy era imposible convencer a absolutamente a nadie, por lo tanto, hay una decisión política de causarle daño al Gobierno”, analizó el que hasta ahora era el jefe de Gabinete y máximo responsable de orden y seguridad en el país. Como Pérez quedaba suspendido de sus funciones luego de que el proceso de destitución fuera aprobado en la Cámara, le pareció “imposible aceptar que el presidente esté seis, siete, ocho días sin ministro del Interior”. “Un Gobierno no puede estar sin ministro del Interior”, comentó Pérez, que enfrentará el proceso de destitución en el Senado sin cargos en el Estado y solo como ciudadano. Arriesga no poder ejercer cargos públicos por cinco años.
El orden público y la seguridad interna se ha configurado como uno de los principales problemas de Piñera. El 28 de octubre del año pasado –10 días después de que explotaran las revueltas en Chile–, el presidente tuvo que dejar caer a su hombre de confianza y primo, Andrés Chadwick, que se desempeñaba como ministro del Interior desde el comienzo de su segundo Gobierno, en marzo de 2018. Lo responsabilizaron, entre otros asuntos, de la represión y violaciones a los derechos humanos que, de acuerdo a organizaciones internacionales, se produjeron en Chile en el marco del estallido. Luego de dejar el cargo, la acusación constitucional en su contra prosperó en el Congreso y quedó inhabilitado hasta 2024 para ejercer cargos públicos.
Lo reemplazó Gonzalo Blumel, militante del partido Evópoli, que se desempeñaba como ministro de la Secretaría General de la Presidencia y estuvo a cargo del programa presidencial de Piñera para las elecciones de 2017. Pero estuvo solo nueve meses en el cargo. El 28 de julio pasado fue reemplazado por Pérez, en parte para contener la rebelión de los partidos de la derecha, que se desapegaban en el Congreso de las directrices del Ejecutivo, que no goza precisamente de respaldo ciudadano (solo un 17% aprueba la gestión de Piñera, de acuerdo a la última encuesta Cadem).
Pérez no era una figura que pudiera ser un contrapeso del presidente. Luego de 40 años en el servicio público –en los años 80 fue alcalde designado por la dictadura y desde 1990 diputado y senador–, tenía decidido no presentarse a la reelección en 2021 cuando llegó a Interior. De los cuadros de la UDI histórica, arribó a La Moneda sin poner condiciones a ordenar las fuerzas de la coalición política Chile Vamos en la última etapa de esta Administración, que finaliza en marzo de 2022. Luego del plebiscito constitucional del 25 de octubre pasado, sin embargo, a Piñera se le estrecha el margen de maniobra para poder gobernar. Luego del contundente 78% que obtuvo la opción de los que apoyan el cambio de la Constitución vigente redactada en 1980, la oposición ha actuado unida y muestra fuerza, pese a que el porcentaje ganador del plebiscito no le pertenece a ningún sector político, sino a la ciudadanía.
“Por primera vez desde recuperada la democracia se va a acusar a un ministro del Interior en ejercicio, sin ningún fundamento jurídico”, había dicho por la mañana el portavoz del Gobierno, Jaime Bellolio (UDI), en una señal de respaldo a Pérez en una jornada decisiva para su futuro político en el Parlamento. No fue el único ministro que lo apoyó públicamente. Ignacio Briones, jefe de Hacienda, escribió esta tarde: “Mientras la ciudadanía pide diálogo y acuerdos en lugar de polarización política para avanzar en los desafíos mayúsculos del país, la oposición va por su séptima acusación constitucional contra el Gobierno. Esta vez contra un ministro del Interior que lleva tres meses en el cargo. Penoso”.
Piñera ha designado como ministro interino al actual subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, pero tiene pendiente el nombramiento definitivo. Al cuarto jefe de Gabinete de este Gobierno lo esperará un clima político polarizado y con un tren de elecciones por delante. En principio, las municipales, de gobernadores y convencionales el 11 de abril de 2021 y las presidenciales y parlamentarias el 21 de noviembre del año próximo.