El Gobierno y los rebeldes de Yemen intercambian un millar de prisioneros

El canje, promovido por la ONU, intenta crear confianza para negociar el fin de la guerra

Llegada a Saná de combatientes Huthi liberados por la coalición progubernamental, este jueves.KHALED ABDULLAH (Reuters)

Un esperado intercambio de presos entre los rebeldes Huthi y el Gobierno reconocido de Yemen se ha iniciado finalmente este jueves, según ha anunciado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Con este canje, que afecta a un millar de combatientes de ambos lados y durará dos días, la ONU intenta promover la confianza entre los beligerantes en la esperanza de que se sienten a negociar el fin de ...

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Un esperado intercambio de presos entre los rebeldes Huthi y el Gobierno reconocido de Yemen se ha iniciado finalmente este jueves, según ha anunciado el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). Con este canje, que afecta a un millar de combatientes de ambos lados y durará dos días, la ONU intenta promover la confianza entre los beligerantes en la esperanza de que se sienten a negociar el fin de la guerra que ya se prolonga seis años.

“Esto ha estado en proceso casi dos años. Hoy, cientos de detenidos van a reunirse con sus familias en Yemen. Es un proceso largo que va a durar días, pero concluirá con familias reunidas y eso es lo que importa”, ha tuiteado Fabricio Carboni, director de actividades operacionales del CICR para Oriente Próximo, presente en Yemen para supervisar el canje.

El intercambio, el mayor desde el inicio del conflicto, alcanza a 1.081 presos, incluidos 15 soldados saudíes y cuatro sudaneses. Sudán forma parte de la coalición militar liderada por Arabia Saudí que en marzo de 2015 intervino en Yemen para apoyar al Gobierno de Abdrabbo Mansur Hadi, al que los Huthi habían echado del poder unos meses antes. Desde entonces, todos los intentos de mediación fracasaron. Pero cuando el enviado especial de la ONU, Martin Griffiths, logró reunir a ambas partes en Estocolmo en diciembre de 2018 también se comprometieron a un canje de 5.000 prisioneros que no produjo más allá de unas decenas de liberados.

Ahora, con una pandemia sacudiendo el mundo, un dramático recorte de la ayuda humanitaria y una población al borde de la hambruna, la presión sobre los beligerantes se ha incrementado. Durante varias reuniones organizadas por Griffiths el mes pasado en la ciudad suiza de Montreux, representantes de los rebeldes y del Gobierno yemeníes aceptaron cumplir con el intercambio apalabrado en Estocolmo.

La coalición va a liberar a 681 combatientes Huthi y este grupo a 400 miembros de las fuerzas progubernamentales, incluidos un hermano del presidente Hadi, Naser Mansur Hadi, y los 19 soldados arriba mencionados. El CICR ha entrevistado a cada uno de ellos para asegurarse de que desean regresar a sus hogares; también les ha hecho exámenes médicos para comprobar que su salud se lo permite. Además, ha entregado a cada uno ropa, material de aseo y un pequeño estipendio para que puedan trasladarse a sus lugares de origen desde los aeropuertos a los que llegan.

“Espero que las partes se reúnan pronto bajo los auspicios de la ONU para debatir la liberación de todos los prisioneros y detenidos vinculados al conflicto”, afirma Griffiths en un comunicado en el que se felicita del canje de este jueves.

La noticia se produce además al día siguiente de que los Huthi excarcelaran a dos ciudadanos estadounidenses, la trabajadora humanitaria Sandra Loli y el empresario Mikael Gidada, detenidos desde hace tres y un año, respectivamente. Ambos viajaron el miércoles a Omán cuyo sultán, Haitham Bin Tariq, ha mediado al respecto. En el mismo avión que les recogió viajaron también los restos del yemenoestadounidense Bilal Fateen, quien al parecer murió de causas naturales en cautividad.

El acuerdo de intercambio de prisioneros se percibe con un avance en el proceso político que la ONU viene impulsando sin grandes resultados. Su mediación ha servido para frenar algunas ofensivas (Hodeida) o lograr corredores humanitarios, pero ha chocado con un mandato que dificulta la salida al problema. La Resolución 2216 del Consejo de Seguridad (2015) exige que los rebeldes Huthi se desarmen y se retiren de las regiones conquistadas, incluida la capital, Saná. En consecuencia, este grupo solo ve una salida en aumentar el territorio bajo su control como baza negociadora.

En ese tira y afloja, decenas de miles de yemeníes han muerto y su país padece lo que la ONU ha calificado como la peor crisis humanitaria del mundo.

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