Manifestantes asaltan el Parlamento de Kirguistán en protesta por un supuesto fraude en las elecciones

Los disturbios en las calles de Bishkek dejan un muerto y al menos 800 heridos. La Comisión Electoral de la república exsoviética ha anulado los resultados de los comicios del domingo

Un grupo de manifestantes empuja la verja del Parlamento y el edificio del Gobierno en Bishkek, capital de Kirguistán, durante las protestas del 5 de octubre de 2020 por el resultado de las elecciones parlamentarias.IGOR KOVALENKO (EFE)

Kirguizistán se ha adentrado en el caos político este martes después de que la oposición haya salido a protestar por los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado domingo en esta antigua república exsoviética de Asia Central y haya exigido la repetición de unos comicios que califican de fraudulentos. Ante esta situación, la Comisión Electoral Central ha optado por anular unos resultados que no fueron reconocidos por la mayoría de los partidos políticos del país (11 de un total de 16) y que daban la vic...

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Kirguizistán se ha adentrado en el caos político este martes después de que la oposición haya salido a protestar por los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado domingo en esta antigua república exsoviética de Asia Central y haya exigido la repetición de unos comicios que califican de fraudulentos. Ante esta situación, la Comisión Electoral Central ha optado por anular unos resultados que no fueron reconocidos por la mayoría de los partidos políticos del país (11 de un total de 16) y que daban la victoria a dos formaciones cercanas al presidente kirguizo prorruso, Sooronbai Jeenbekov: Birimdik (Unidad), con casi el 26% de los votos, organización en la que milita Asilbek Jeenbekov, hermano del actual mandatario; y Mi Patria es Kirguizistán (24,6%), al que se vincula con operaciones de lavado de dinero y fuga de capitales.

La jornada electoral del domingo había transcurrido con tranquilidad, sin incidentes graves, según los observadores internacionales. Pero nada más conocerse los resultados, esta calma se convirtió en tormenta devastadora cuando comenzaron las protestas que han dejado centenares de heridos, unos 868, según Reuters que cita fuentes del Ministerio de Sanidad, y, por lo menos, un muerto. En la capital, Bishkek, las masas se dirigieron a las sedes de las principales instituciones e irrumpieron en la Casa de Gobierno, la alcaldía de la ciudad y el Comité de Seguridad. En este lugar, liberaron al exjefe de Estado, Aslambek Atambáyev, antecesor del actual mandatario, y otros antiguos dirigentes que estaban presos acusados de corrupción.

Decenas de miles de personas han tomado desde entonces las calles y se han realizado mítines en la plaza Ala-Too de Bishkek, junto al palacio presidencial, donde se encuentran, además de la Administración del Ejecutivo, el Parlamento y la sede de Gobierno. En los enfrentamientos que siguieron, la policía utilizó carros lanza-agua, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras. Sin embargo, los manifestantes lograron tomar la sede vacía del Parlamento en la madrugada de este martes e irrumpieron en el Ayuntamiento y otras instituciones.

El mitin en Ala-Too ha continuado este martes, con los manifestantes pidiendo la renuncia de Jeenbekov. Mientras, el alcalde de Bishkek y otros dirigentes regionales presentaron su renuncia ante la situación. En los hospitales hay unos 150 manifestantes heridos, 13 de ellos de gravedad.

En una declaración, Jeenbekov ha asegurado este martes que en la noche del lunes “algunas fuerzas políticas intentaron tomar ilegalmente el poder” utilizando “como pretexto las elecciones parlamentarias”. La declaración, difundida por la oficina de prensa de Jeenbekov señala que los manifestantes ignoraron las órdenes de la policía, causando daños a varios edificios públicos.

Jeenbekov, considerado prorruso, enfatizó que la paz social vale más que cualquier escaño y que por ello había ordenado “a las fuerzas del orden que no abrieran fuego y no pusieran en peligro la vida de ningún ciudadano”. Al mismo tiempo, propuso a la Comisión Electoral Central que investigara detalladamente las irregularidades que pudieron haberse producido en el curso de las elecciones y que, de ser necesario, se anularan los resultados.

Ni Birindik –que fue el primer partido en asegurar que está dispuesto a ir a nuevas elecciones- ni Mi Patria tenían hasta ahora representación parlamentaria, al igual que Kiguizistán Unido y Mekenchil, partidos de oposición que lograron superar la barrera del 7% que exige la ley para obtener escaños en el Congreso. El único veterano que volvió a obtener representación parlamentaria fue el partido Kirguizistán. Las restantes organizaciones, entre ellas la del expresidente Atambáyev, obtuvieron menos del 7%, por lo que se quedaron sin escaños en una Cámara de 121.

Las elecciones del domingo fueron las séptimas realizadas desde que Kirguizistán obtuvo su independencia tras el fin de la Unión Soviética. La república, de 6,3 millones de habitantes, que en un principio fue presidencialista, pasó a tener un sistema parcialmente parlamentario después de la revolución de abril de 2010, que forzó la huida del entonces jefe de Estado, Kurmanbek Bakíev, el primero de los dos mandatarios depuestos en 15 años, y se saldó con 87 muertos y más de 1.500 heridos.

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