Ecuador tiene 19 aspirantes a presidente para 2021
Las organizaciones políticas han definido también sus listas de asambleístas, entre los que hay un condenado a prisión sin sentencia firme y un expresidente investigado por corrupción
La carrera presidencial en Ecuador para 2021 es ya la convocatoria con más participantes desde que el país volvió a la democracia hace más de 40 años. Las organizaciones políticas definieron este domingo, último día para las primarias internas, los nombres de sus aspirantes y colocaron en el tablero político 19 binomios para presidente y vicepresidente. Solo dos están encabezados por mujeres. Rafael Correa está en uno de ellos, pese a ...
La carrera presidencial en Ecuador para 2021 es ya la convocatoria con más participantes desde que el país volvió a la democracia hace más de 40 años. Las organizaciones políticas definieron este domingo, último día para las primarias internas, los nombres de sus aspirantes y colocaron en el tablero político 19 binomios para presidente y vicepresidente. Solo dos están encabezados por mujeres. Rafael Correa está en uno de ellos, pese a los impedimentos constitucionales para su regreso al palacio presidencial de Carondelet y las causas pendientes con la justicia. El ya veterano opositor Guillermo Lasso lidera otra de las opciones.
La última vez que el país latinoamericano tuvo tal concurrencia de postulaciones fue en 1998 con 12 candidatos a presidente. Las 19 opciones planteadas este domingo tienen, no obstante, que completar aún algunos requisitos formales y pueden, además, formar alianzas que reduzcan el número de candidatos definitivos.
El expresidente Correa podría ser uno de esos casos, pues es precandidato por la alianza UNES, con la base política de Centro Democrático, pero para luchar por la vicepresidencia deberá aceptar su designación de forma presencial, exponiéndose a ser detenido al entrar en territorio ecuatoriano debido la orden de prisión que pesa en su contra tras la condena a ocho años de cárcel del caso Sobornos. También podría cocinarse una alianza entre las fuerzas de derecha tradicional -y así, de hecho, se ha barajado hasta el último momento en reuniones privadas- para hacer frente, precisamente, a la opción que llevará el sello correísta, con o sin el líder de la Revolución Ciudadana en la papeleta.
El histórico Partido Social Cristiano (PSC), uno de los tres que más asambleístas cosechó en las anteriores elecciones presidenciales y legislativas de 2017, sopesó varias opciones hasta el último momento tras no poder contar con el liderazgo de quien encabezó el movimiento durante las últimas dos décadas: el exalcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, que anunció a finales de junio que no participaría en los comicios de 2021 y que se retiraba de la primera línea de la política. El PSC designó a horas de terminarse el plazo a la legisladora Cristina Reyes para la carrera.
Junto al movimiento Creando Oportunidades (CREO), de Guillermo Lasso, conforman la opción más visible de la derecha ecuatoriana. CREO se hizo con 34 escaños en las últimas elecciones y el PSC, con 16, pero han mantenido siempre una posición de rivalidad y, hasta ahora, no han logrado cerrar una alianza con un candidato único. Esa posibilidad gana peso en la convocatoria electoral de 2021, pero sigue sin concretarse pese a los guiños a favor. “Las fuerzas del centro a la derecha deben actuar con responsabilidad, sentarse en una mesa y poner un solo candidato a la presidencia. ¡Hay que actuar con generosidad por el Ecuador!”, lanzaba César Rohón, uno de los asambleístas socialcristianos de mayor calado pocas horas antes de que Cristina Reyes fuese nominada para liderar la oferta socialcristiana.
La otra mujer que aspira a llegar a Carondelet el próximo mes de mayo es Ximena Peña, también asambleísta. La líder de la bancada oficialista dejó esa responsabilidad semanas atrás por la polémica terna de nombres que eligió el presidente Lenín Moreno para sustituir al vicepresidente saliente. Peña dijo que dejaba la cabeza de Alianza PAIS en la Asamblea, pero no se desvinculó del partido al que ahora representará en la papeleta electoral.
El movimiento indígena, revitalizado y a la vez polarizado tras las contundentes protestas del pasado mes de octubre que obligaron al Gobierno a moverse de Quito a Guayaquil, seleccionó al prefecto de Azuay, Yaku Pérez, para encabezar el binomio presidencial. Le acompañaba como aspirante a vicepresidenta Larissa Marangoni, pero a horas de cerrarse el plazo de las primarias, la precandidata declinó y dejó un hueco en el ‘número dos’ de Pachakutik.
Además de las postulaciones a la presidencia y vicepresidencia, los partidos también tenían hasta este domingo para elaborar las listas de asambleístas elegibles a los 137 escaños. De entre los miles de postulantes, hay dos con cuestionamientos por su situación judicial. Uno de ellos, por el movimiento UNES del expresidente Correa, es Pablo Romero. Está condenado por el secuestro a un opositor en el mismo caso por el que el exmandatario ha sido llamado a juicio. Romero fue jefe de Inteligencia en el Gobierno correísta y ha sido extraditado este año por España a Ecuador, pero su condena no es firme. También el expresidente Abdalá Bucaram, involucrado en una trama de corrupción hospitalaria, eligió presentarse como asambleísta pese a que dos días antes de ser detenido por ese caso había anunciado que se postularía para presidente.